Giro en el caso de Mohamed Ali

El juicio contra el único acusado mayor de edad implicado en el asesinato de Mohamed Ali en enero de 2022 comenzó este lunes con una sorpresa para muchos: Enrique L.A. reconoció todos los hechos que le imputa el Ministerio Público durante el interrogatorio.
Admitió que sabía que cuando recogieron a Mohamed Ali llevaban escondido en el coche un bate de béisbol; que fueron al Monte de la Tortuga; que allí él, a petición de la menor implicada, escondió ese arma en la casa abandonada para que, posteriormente, la utilizara Ahmed A.O. para golpear al joven; que lo trasladaron a Benzú para que borrara los vídeos comprometedores que la víctima mantenía en su teléfono sobre su futuro verdugo; que volvieron a García Aldave; que allí ocurrió la tragedia y que el propio Enrique L.A. obstaculizó el paso a Mohamed Ali en su intento de huida.
También admitió el acusado que dejaron a Mohamed Ali en un terraplén, que se fueron y que estuvieron más de un año callados hasta que Soraya M.B. contó todo lo ocurrido. Esta declaración facilita el trabajo de los próximos días y ha agilizado un juicio que se preveía largo y que probablemente acabará esta semana debido a que la fiscalía ha renunciado a la mayoría de pruebas que tenía previsto presentar.
El reconocimiento de los hechos también supondrá, probablemente, que se rebaje la pena al acusado. Ministerio Público y acusación particular pedían 25 años de prisión que puede quedar en algo más de la mitad después del giro de este lunes. Los dos menores -ya mayores de edad- cumplen ya ocho y seis años de internamiento en un centro y pasarán cinco y tres años de libertad vigilada.
Son ocho, seis y -posiblemente- 12 años por el atroz crimen contra un joven indefenso. Una pena siempre insuficiente tras la muerte de un niño y el posterior calvario de una familia. A pesar de ello, los perpetradores están entre rejas y el último capítulo está a punto de cerrarse con una tercera condena por lo que fue: un asesinato con alevosía.