13 minutos para meses de silencio

Deprisa y corriendo anunció el INGESA la visita de la directora general, Isabel Muñoz, a Ceuta. De hecho, decidieron comunicarlo a la prensa el mismo día que la dirigente pisó tierra africana, el martes. Así, notificando la nueva con escasas 24 horas de antelación, evitaban que la ciudadanía tuviera tiempo de organizarse, por si les daba por dibujar pancartas y presentarse en Loma Colmenar. Buen movimiento.
A los periodistas nos dijeron que nos convocaban en el hospital el día siguiente, miércoles, 15 minutos antes de las 17:00h, cuando daría comienzo un acto por el 15 aniversario del HUCE. Quince minutos antes de que Isabel Muñoz y Jesús Lopera estuvieran ocupados. Así evitaban que la ronda de preguntas de la prensa se alargara en demasía, por si les daba a los reporteros por indagar demasiado. Por meter el dedo en la llaga más de la cuenta.
En realidad, no fueron 15. Para cuando la grabadora sumaba escasos 13 minutos, el personal de comunicación ya había decidido que era suficiente. Así, con miles de incógnitas en el tintero, despidieron sonrientes a la prensa, que respondía con gestos de insatisfacción. No es de extrañar que los periodistas fueran hasta el HUCE ayer con ganas de preguntar.
Señor Lopera, desde este diario le confirmamos que, como imagina, con ningún dirigente político somos tan incisivos como con usted. No se lo tome a lo personal. No se trata de ninguna afrenta particular contra usted. Es que, con lo poco que nos escucha, nos vemos forzados a exprimir cada ocasión.
La última vez que compareció el director territorial era octubre de 2024. Aquella vez, le fue arrebatado el micrófono a una de nuestras compañeras por preguntarle acerca de las listas de espera. Dicen los pacientes de Ceuta que, en determinadas especialidades -las más congestionadas- las cierran. De ahí el famoso ‘ya te llamaremos’. Lopera lo niega y trata de acallar cualquier voz que ponga el asunto sobre la mesa.
Antes de octubre, compareció en septiembre. Lo hizo acompañado de Isabel Muñoz, en la que fue su primera rueda de prensa en tierra caballa. Al igual que ayer, todo fueron sonrisas y estadísticas optimistas. Con la diferencia de que entonces, al menos, nos dejaron preguntarles todo lo que quisimos. No fue el caso ayer.
Se nos quedaron muchas preguntas en el tintero, señores dirigentes. 13 minutos no son nada para meses de silencio. Silencio del INGESA, claro, pero gritos de auxilio de los enfermos que o pagan o se conforman con pertenecer a esa lista de espera invisible que ustedes niegan.