Lopera: "El Hospital de Ceuta está equipado para funcionar durante los próximos diez años"

SANIDAD

El director territorial de INGESA cifra, además, en un 34% el descenso en el número de atenciones hospitalarias en nuestra ciudad tras el cierre de la frontera y anularse la excepción al Tratado Schengen

Jesús Lopera, director territorial de INGESA/ Coronado
Jesús Lopera, director territorial de INGESA/ Coronado

Lo primero que hace Jesús Ignacio Lopera Flores (Ceuta, 1960) al llegar a su despacho es enseñarnos dos paneles de corcho con varios papeles colgados del mismo. “Luego hablan de descontrol, pero para que veas:esta semana tenemos tantas intervenciones en esta especialidad, tantas en esta otra... Y mira, aquí tenemos actualizado el listado de médicos que trabajan en cada una de las distintas especialidades, las altas, las bajas. Esto es como la sala de mandos de la Sanidad en Ceuta”, dice el director territorial.

Sobre las críticas “estoy acostumbrado a ellas. He sido dos veces director territorial, y otras dos gerente del Hospital Universitario. Lo que no me gusta es que determinados sindicatos arremetan con todo y contra todo. La crítica: bienvenida sea, puesto que hace avanzar a las instituciones, pero desde la veracidad y no desde meras opiniones. Desde los datos y desde la verdad, toda la que sea necesaria, pero no desde opiniones que puedan representar a determinados intereses ajenos al bien de la Sanidad”.

Esta entrevista tiene lugar horas después de la visita a Ceuta de la directora de INGESA, Isabel Muñoz Machín. Esta visita ha servido “para cerrar el acuerdo de gestión del año 2024. INGESA es una entidad bastante potente, con un presupuesto anual de 130.000.000 de euros y habitualmente el acuerdo de gestión es una unificación entre la asistencia que se presta y los presupuestos que se gastan. En ese contexto, todos los años se hace un cierre anterior del acuerdo de gestión que ha sido bastante positivo, puesto que se han cumplido los objetivos económicos y los asistenciales y se está negociando el acuerdo de gestión para el siguiente año. Todavía no está cerrado, pero con el objetivo de que se pueda firmar en el mes de mayo. Un terecer motivo ha sido intentar dar una redacción final o cuasi final del Plan de Ordenación de Recursos Humanos de INGESA. El anteeriores de 20218 y la pretensión también es que en los próximos meses se tenga un nuevo plan de Recursos Humanos. Se está negociando, en el ámbito donde hay que hacerlo, en mesa sectorial y aprovechando la visita se ha hecho un acto institucional con motivo del 15 aniversario del Hospital Universitario, del que me siento muy orgulloso, pues participé de lo que fue la obra, equipamiento y su puesta en marcha”.

Sobre la falta de especialistas. “Vamos a enfocar la respuesta en dos direcciones. De un lado, la unidad de docentes, o sea, aquel personal que se está formando con nosotros. De cada tres profesionales que se forman con nosotros, dos acaban quedándose. Y queremos por un lado incrementar la unidad de docentes para formar especialistas en Medicina Intensiva o Anestesia, además de probablemente en Oftalmología y Ginecología, Pediatría y otras áreas de especialización. Es un fenómeno nacional, el de la falta de especialistas, y el crear unidades docentes es una fuente de futuros especialistas. Por ejemplo, en Traumatología vamos a trabajar ya, y cuando digo ya, es ya. Con esta media de que se queden dos de cada tres, ya hemos incrementado la oferta docente de médicos de familia, y vamos a proponer al Consejo General de Especialidades la oferta docente de Medicina Interna, de modo que a la vuelta de cuatro años tentamos 8 médicos residentes de Medicina Interna”. Luego, “otro tema que siempre sale a relucir es el tema de personal de difícil cobertura. Este tipo de cosas, desde el punto de vista de INGESA está cerrado. Por un lado está previsto, y contemplado en el Real Decreto 118 de 2023, donde se determina el personal de INGESA como de difícl cobertura, y todo esto se negocia y se llega a un acuerdo que está en Función Pública, ya está en el Ministerio de Hacienda, a expensas de su aparobación. No obstante, y esto lo han dicho tanto la ministra como la directora de INGESA, el personal sanitario de Ceuta y Melilla está ahora mismo en el valor más alto del Sistema Nacional de Salud. Eso es cierto, y no deslegitima las reivindicaciones. No critico las que son lógicas, pero no respeto aquellas que dicen que son malas cuando no lo son”.

Surge ahora el tema de las listas de espera. ¿Cuando se considera que una persona está en lista de espera, cuando pide cita y se la dan, aunque transcurran meses, o cuenta como lista de espera el período entre el aviso de INGESA y la consulta?. Respuesta de Lopera: “hay un Real Decreto que las regula. Primero están las estructurales, después las demoras voluntarias y luego están los tiempos medios de espera. Cuando se habla de estadística en todo el Sistema Nacional, y además esos datos se pueden consultar en el Ministerio, hablamos de datos homogéneos, tomados de la misma manera en todo el Sistema Nacional del Salud. En los años 2022 y 2023, y luego como cerramos en 2024, se refrenda lo que decimos. Como decís los periodistas, el dato mata el relato. Por ejemplo, en 2023 por cada 1.000 personas que esperaban una intervención quirúrgica, la media nacional era de 17’55 y en Ceuta de 8’59. No lo digo yo, sino el sistema de pacientes de más de 6 meses. Si nos vamos al tiempo medio de espera, es de 86 días, cuando la media nacional está establecida en 112. Esto es realidad, no un invento. Si nos vamos a 2024, lo mismo: el sistema de lista de espera pasa el porcentaje de pacientes por cada 1.000 habitantes. A nivel nacional estaba establecido en 17’93 y en Ceuta en 12. Se hizo un plan de choque que redujo otra vez la lista de espera. Pero, por ejemplo, Cantabria estaba en 29’21 pacientes pro cada 1.000 habitantes y Andalucía en 24’40. la demora media de intervención quirúrgica es de 121 días a nivel nacional; en Ceuta de 84. Estos datos son de 2024”.

Pero insistimos en la pregunta. ¿En qué momento se pone a cero el contador?. ¿Desde qué nos llama INGESA o desde que solicitamos la consulta?. “En la especialidad que sea, la prescricpción es la derivación de primaria al especialista. Si yo llamo, por ejemplo, con un dolor de oído, voy a mi médico de cabecera y este hace la prescripción primero. Un porcentaje altísimo lo resuelven en Primaria, donde no hay demoras. Si el médico de Atención Primaria considera que tiene que enviarte al otorriono, hace la derivación y a partir de ahí es cuando se pone el cuentakilómetros a cero, por así decirlo. Hay varias modalidades, y el tema es complicado, por eso se usan los tiempos medios y la estadística homologada en todo el Sistema Nacional de Salud. En determinades especialidades, además, hay una demora voluntaria. ¿Por qué?. Porque hay libre elección de especialistas, y hay pacientes que dicen que prefiere que les vea uno a otro. A lo mejor, para el que prefieren hay cincuenta días de espera y para el que se les asigna, treinta. Pues entonces, si no hay una patología urgente, hay casos en los que el paciente prefiere esperar. No es algo que diga yo, sino el sistema de información de listas de espera del Sistema Nacional de Salud. En Ceuta está muy por debajo de la media nacional”.

Camas vacías

Otra de las críticas a INGESA es la de que haya pacientes compartiendo habitación con varias partes del Hospital vacío. “Tenemos una infraestructura de hasta 252 camas, que serían las instaladas. No están todas porque, en efecto, hay dos zonas que están vacías, que van a ser reformadas. Funcionantes tenemos 162”.

En la actualidad “ha habido una diminución de la actividad con el cierre de la frontera, primero por la pandemia y segundo la eliminación de la excepción a Schengen. Esta disminución es del 34%. Lo que si ha habido es una reducción de tal manera que el Hospital emplea menos de las 160 camas mencionadas, tenemos una media de cien. Es cierto que hay zonas que están menos ocupadas, pero no se pueden mezclar con otras. Por ejemplo, el área infantil. Ahora mismo estamos teniendo un ingreso de un niño cada tres días, porque la actividad se ha reducido muchísimo, no vienen pacientes de Marruecos que antes eran un número considerable y luego el calendario de vacunaciones también contribuya a que la actividad en Pediatría se haya reducido. Pero es un área de atención esclusiva, lo mismo que ocurre con el área de Obstetricia, que no se puede mezclar con otras”.

Pero entonces ¿qué ocurre con esas dos plantas del Hospital que no están abiertas?. “El de Loma Colmenar tiene una característica, y es que es versátil. Este hospital se construye, en su día siendo más grande de lo que era la necesidad del momento. Quedaron dos plantas de hospitalización sin abrir: la mitad del área obstrética y la mitad de la quirúrgica. Se han disminuido mucho los ingresos en cirugía gracias a las técnicas laparoscópilas. Hace unos años era imposible extirparse una vesícula sin permanecer en el Hospital de 5 a 7 días; hoy te vas a tu casa en el mismo día. Hoy las necesidades de hospitalización y con la externalización, o más bien, la ambutariorización, que va in crescendo. ¿Qué pasa con esas dos plantas?. Primero albergaron el Centro de Salud de El Tarajal, de ahí lo que decía antes de la versatilidad del Hospital. Algo que no se había hecho nunca en España. Nosotros iniciamos una obra en 2011 que la paraliza el Gobierno del PP en 2013. Y a finales de 2018, cuando llegamos, había que tomar una decisión, porquee la Ley de Contratos del Estado no permite contratar una obra y empezarla dentro de 15 años. El centro estaba que se caía, y lo digo alto y claro: se caía. Ya nos hubiera gustado encontrárnoslo terminado. Trasladamos las consultas a esas dos plantas, y ahí estuvieron 4 años. Un Centro de Salud ve a unas 600 personas diarias. ¿Qué va a pasar con esas plantas?. Que tienen que volver a su situación inicial y la idea es convertirlas en habituaciones individuales”.

Llega el momento de hablar de tecnología. Por ejemplo, del Robot Da Vinci. “La idea es que entre en funcionamiento en mayo. Si, en mayo. Yo conocí el inicio de la cirugía laparoscópica en Ceuta, siendo gerente del Hospital y de la mano de un médico bien formado y con inquietud por la Laparoscopia, como era el doctor Muñoz Espejo. Entonces se ponía un poco en entredicho; no quiero recordar lo que decían los cirujanos más tradicionales. Hoy es imposible no hacerlo a través de la Laparoscopia, salvo casos en los que no haya más remedio por las condiciones del paciente. Esto es lo mismo: el robot es el futuro de la cirugía. Quien no quiera, que no lo vea, peor a mi me indigna cuando se dice que eso está allí puesto para que la gente ponga la bata: se menosprecia un tema que es importante. Cuando un servicio se pone en marcha tarda un año, un año y medio. El robot se tiene que mover de todas las maneras, y el quirófano inteligente que nosotros tenemos necesita una adaptación de las lámparas, de los espacios. Eso necesita una máquina de esterilización específica que hubo que comprar, traer e instalar. Y una máquina para lavar el material que se usa, el instrumental de esa máquina... Todo hay que hacerlo a través de la plataforma de Contratación del Estado, y cualquier compra o adquisición por ese método tarda entre 6 y 8 meses. Esa máquina lavadora ya está aquí, ya está instalada. Ahora, por ejemplo, hay que comprar el instrumental específico del robot, que ya está comprado y en Ceuta. Luego, hay que formar al personal de Enfermería, que son 15, y también están ya con la formación completa. En todos los concursos públicos que hacemos, se incluye la formación específica y eso es cojteable, porque hay está la Plataforma de Contratación del Estado. Ahora, en mayo, dos cirujanos se van a Holanda. La casa comercial los acreditará, porque es una cirugíade mucho nivel. A partir de ahí, antes del verano estará el robot Da Vinci, antes del primer semestre de 2025”.

De aquí al final de año “está previsto que se adquiera un TAC, más avanzado que el que tenemos. El que vamos a adquirir es un TAC espectral, por lo que tendremos el multicorte, que es de muy alto nivel, y el espectral, que tiene una resolución bestial y estarán funcionando a la vez, no se si antes del 31 de diciembre o a lo largo de 2026, dependiendo de los tiempos de contratación. No hay ni un solo servicio que haya solicitado un equipamiento que no se le haya puesto. Solo en 2024 estamos hablando de 3.171.000 euros: dos mesas quirúirgicas, dos torres de Laparoscopia, equipamiento endoscópico... Ahora tenemos tecnología para usarla en los próximos diez años sin problemas”.

En este sentido vuelve “a que estamos enfrentando opiniones con datos porque hay determinadas organizaciones que lo que vierten son opiniones, generalmente sin datos que las sustenten, y lo único que pretenden es empañar lo que se haga porque hay un interés político o mediático de cualquier tipo, empañar lo que se haga. Se están confrontando datos con relatos y opiniones que pueden ser respetables dentro de la libertad de expresión, que yo respeto, porque están dentro de la libertad de expresión. Pero esta debe sjustentarse también con veracidad y datos, porque si no estamos en un sistema donde hay personas que dicen lo primero que se les ocurre y hay que estar rebatiendo diariamente cuestiones que no se adaptan a la realidad”.

Respecto a las quejas de Enfermería sobre la falta de especialistas, “No se adapta a la realidad. Hay que tener en cuenta una cosa: a veces cuando se hace una estadística hay un dato que es complejo. A Ceuta se la compara con otras comunidades autónomas donde los datos están agregados. Es decir, se agregan los datos de Málaga con los de otro hospital, etc. Es lo que se llama en estadística el número N. ¿Qué ocurre con eso?. Que si no lo afinas bien, te están saliendo datos, a veces excesivamente altos porque no haces un ajuste. La estadística hay que utilizarla con varios parámetros, porque a veces se dice un número de personas por cada 1.000 habitantes, y coger una población pequeña y compararla con una grande produce muchos desajustes. Tal vez, la comparación objetiva sería más que con servicios de salud con hospitales, que atiendan a poblaciones como las de Ceuta y con el mismo catálogo de servicios. Pasa prácticamente con cualquier estadística sanitaria; pocos casos, pero porcentajes elevadísimo".

Mutualistas y clínicas privadas

“Si se hace esta comparación con la población, hay una característica que hay que tener en cuenta en Ceuta, y es que hay que sumarle el personal sanitario de otros servicios de salud. No podemos olvidar que hay un porcentaje importante de la población que está acogida a asistencia sanitaria pública a través de compañías musualistas como MUFACE, Isfas, etc. Es un número considerable”.

Esta cantidad de personas “normalmente supone un 5%. Habría que restar a la población de la ciudad 73.000 personas, que son las que cubrimos nosotros, y esa sería la diferencia. Y luego cuando ves las inversiones que hacen las mutualidades en Ceuta, la verdad es que son escasas, puesto que a su vez se subcontratan o se derivan a entidades privadas, como las clínicas de pago, que a su vez hacen sólo aquella actividad que es rentable. El resto se deriva a la pública y esto es así. Se habla muy poco de ello. Hacen lo que pueden, y lo que no es rentable, o las atendemos aquí o se derivan a la península y sin embargo son temas que todo el mundo luego da por bueno y por hecho”, explica Lopera.

Otro de los aspectos por el que se le pregunta al director territorial es por la demanda de un cuarto Centro de Salud en Ceuta. Actualmente, contamos con tres: Recinto Sur, Otero y El Tarajal, pero hay voces que reclaman la construcción de un cuarto. “Rotundamente, no es necesario. De ninguna de las maneras. Hay gente que plantea eso y compara nuestra situación con la de Melilla, porque las poblaciones son parecidas y, en efecto, si tienen cuatro centros y nosotros tres”, admite.

La diferencia es que “Ceuta tiene tres Centros de Salud, simplemente, porque son más grandes. Melilla tiene cuatro, pero son más pequeños. Ya está. Es como si al consultorio de Benzú le llamásemos Centro de Salud. No: es un consultorio médico”.

Sin embargo, y llegados a este punto “INGESA está en situación de acometer obras para hacer un consultorio en Benzú completamente nuevo. Para eso le hemos pedido a la Ciudad Autónoma, ya en reiteradas ocasiones, la cesión de terrenos adecuados para un centro de salud. Quiero decir: no una caseta en lo alto de un monte porque no se pueda construir, sino algo decente. Como también hemos solicitado el terreno del cine África para ampliar el Centro número 1, el del Recinto, porque el Centro 3, el de El Tarajal, está perfecto. El que necesita una reforma y una ampliación es el del Recinto Sur. Con eso completaríamos todos los centros de Salud. Ceuta no necesita un cuarto Centro de Salud. Hay que recordar que uno de ellos lo inauguró el presidente del Gobierno hace dos años en 2023. Está perfecto, y el único que necesita obra es el número uno”, insiste.

Otra de las novedades que se van a acometer este año “es el de la helisuperficie, en la que se lleva trabajando casi dos años, porque es un proceso muy, muy laborioso. El proyecto ya está hecho, pero tiene que salir a la Plataforma de Cotnratación para contratar la obra. Estamos hablando de una inversión que vale entre 5 y 6 millones de euros. Todavía no está el cierre definitivo de lo que va a suponer el coste, porque para eso vamos a sacar la obra a concurso”.

Sin embargo “los trámites han sido farragosos. Casi dos años de proyectos y, sobre todo, de permisos por la zona de la que estamos hablando. Ha habido que solicitar la autorización de la Agencia Española de Seguridad Aérea, AENA, Ineco, que es la empresa de ingeniería que hace los poryectos de este tipo de superficies... De tal manera que la intención es que se inicie a finales de este año 2025, con un período de ejecución de 15 meses. Estaríamos hablando de mediados de 2027 para la entrada en funcionamiento de esta instalación, pero ya llevamos más de dos años y medio trabajando en toda la documentación previa, que como digo es bastante farragosa”, recalca el director del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria en nuestra ciudad.

Otra cuestión que surge durante la conversación, aunque en un plano evidentemente menos importante que los asuntos que pueden ustedes leer en esta entrevista -y más que irán leyendo, por cierto, en próximos días- es la falta de nombre del Hospital Universitario. El ‘Gregorio Marañón’ o el ‘Doce de Octubre’ en Madrid, el ‘Carlos Haya’ en Málaga, el ‘Puerta del Mar’ en Cádiz, el ‘Miguel Servet’ de Zaragoza... En el caso de Ceuta hubo alguna propuesta, aunque fue más una intención que una formal, como era la de nombrar al (entonces) clínico ceutí con el nombre del ex alcalde republicano y médico tocoginecólogo Antonio Sánchez Prados. Aquella propuesta partió del entonces diputado socialista, Sergio Moreno. Desde entonces, nada más se supo. Sea Sánchez Prados o sea otro nombre ¿tendrá algún día un nombre el Hospital Universitario de Ceuta que no sea este?. Lopera no lo ve claro.

“Es cierto que es algo que no va a mejorar la calidad asistencial, pero si entramos en ese debate nos encontramos con muchas controversias. Se planteó el nombre que se le iba a poner al Hospital, y no hubo un acuerdo”, recuerda.

El motivo es que “la tendencia actual es ponerle el nombre del lugar donde está, como ocurre con los Centros de Salud. ¿El motivo?. Si se le pone un nombre religioso, vivimos en un Estado aconfesional y en una ciudad, además, multicultural, en el caso que decidiéramos ponerle el nombre de, por ejemplo, Virgen de África. Ya se lo pusieron una vez, pero fue en una serie de televisión”, recuerda.

Recuerda como “los Centros de Salud tienen el nombre de los lugares donde se encuentran: el 1 es el del Recinto, el 2 es el de Otero y el 3 el de Loma Colmenar. Y el nuestro, pues es el Hospital Universitario”. En efecto, si nos vamos a la historia reciente de la Ciudad, sólo una instalación médica ha tenido un nombre de persona: el antiguo ‘José Lafont’, ubicado en las Puertas del Campo. Por cierto ¿quien era José Lafont?.

José Lafont Oliveras era concejal en el Ayuntamiento de Barcelona, y fue el presidente del Consejo Nacional de los Trabajadores, una organización sindical en en el tardofranquismo de la que fue uno de sus principales impulsores. A su muerte, en 1967, fue cuando se decidió poner su nombre al ambulatorio que se construía, por entonces, en Ceuta.

En esta entrevista, como habrán podido comprobar, faltan muchos aspectos. La Unidad Infanto Juvenil, la falta de especialistas en Salud Mental o la Unidad de Radioterapia son aspectos que se han abordado, también, en la conversación con el director territorial de INGESA, que se extendió por encima de la hora de duración. Y son cuestiones de las que ustedes seguirán estando puntualmente informados en próximos días. No tenemos una pausa publicitaria, como aquellas tras las que el maestro Julián Lago invitaba a la gente a responder. Pero si cuestiones de espacio. Así que, como en las series de televisión... continuará.

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