Prescripción compartida: ¿un avance o un riesgo?

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El reciente anteproyecto de ley de medicamentos y productos sanitarios, aprobado por el Consejo de Ministros, marca un punto de inflexión en la regulación del sector sanitario en España. Esta es la primera gran reforma desde los años 90, y uno de sus objetivos clave es la reducción del gasto farmacéutico. Para lograrlo, se proponen cambios en el sistema de precios de referencia y se fomenta el uso de medicamentos genéricos, lo que, en teoría, podría suponer un ahorro importante para las arcas públicas. Pero, más allá de la economía, la reforma reactiva una vieja reivindicación que tiene divididos a los profesionales del sector: la prescripción de medicamentos por parte de los enfermeros y fisioterapeutas.

La posibilidad de que estos profesionales extiendan recetas ha sido una demanda constante, especialmente del sindicato Satse, que aún no se ha pronunciado de manera oficial sobre el anteproyecto. Su secretaria general en Ceuta, Elisabeth Muñoz, advierte que cualquier avance en este terreno debe ser cuidadosamente estudiado, aunque desde hace años vienen luchando por una mayor autonomía en la prescripción. Sin embargo, el debate no es sencillo y enfrenta a enfermeros y médicos en una controversia que ya dura bastante tiempo. Los médicos, representados por el Colegio Oficial de Médicos de Ceuta (COMCE), siguen defendiendo que la prescripción debe quedarse en manos de los facultativos, quienes, aseguran, son los únicos capacitados para diagnosticar y recetar adecuadamente.

Los médicos justifican su postura argumentando que la prescripción es el último paso de un proceso que comienza con un diagnóstico basado en una exploración clínica. Enrique Roviralta, presidente del COMCE, es tajante en su rechazo a que profesionales sin formación médica puedan asumir esta responsabilidad. Pero los enfermeros insisten en que su formación es suficiente para poder gestionar ciertos medicamentos, y apuntan a la escasa evolución de la normativa que ya se modificó el año pasado. En Ceuta, las enfermeras siguen sin poder prescribir, porque los protocolos necesarios para su implementación no se han desarrollado, lo que limita mucho el impacto de la reforma.

Es cierto que la nueva ley, que todavía está en fase de tramitación, promete colocar al personal de enfermería “al mismo nivel” que el resto de profesionales sanitarios, como ha señalado el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla. Esto podría dar un impulso a la reivindicación de los enfermeros y fisioterapeutas, pero también deja abierta la cuestión de si este nivel de equiparación es suficiente para asegurar la seguridad y eficacia del proceso de prescripción. Al final, la clave estará en cómo se desarrollen los protocolos y en cómo se gestionen los riesgos derivados de una responsabilidad compartida entre distintos perfiles profesionales.

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