Los recelos de los empresarios persisten cumplidos 60 días de la apertura de la aduana

“La valoración que hacemos es que resulta a todas luces insuficiente: no se puede calificar como una aduana comercial normalizada al modo de las que puedan existir en cualquier país”, sostiene el secretario general de la Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE), Juan Manuel Parrado.

Hoy hace exactamente dos meses se registraba la primera expedición comercial desde España hacia Marruecos a través de la frontera de El Tarajal. El acontecimiento, largo tiempo esperado, fue calificado entonces por las autoridades de “hito histórico”. Sesenta días después, el empresariado ceutí mantiene la misma escéptica actitud hacia una aduana comercial de cuya eficacia continúa dudando.

La principal objeción que plantea Parrado al funcionamiento actual de la aduana hace referencia a su regulación, que la CECE sigue considerando deficiente. “Es una aduana sin reglas bien definidas, pues ni tan siquiera existe un texto o un documento donde se puedan consultar sus características”, argumenta el representante de la organización empresarial.

Las sucesivas demoras en la apertura de la aduana comercial, continuamente aplazada desde 2022, sembró no pocas dudas sobre la viabilidad de la normalización de las fronteras de las dos ciudades autónomas. Cuando, finalmente, el 11 de febrero pasado un camión con material de automoción cruzaba El Tarajal con destino a Marruecos, las autoridades españolas no ocultaron su satisfacción. Apenas diez días más tarde se cerraba con éxito la primera expedición comercial de pescado a través de la aduana con destino a Ceuta. Y el 26 de marzo pasado, se registraba la entrada en la ciudad del primer cargamento de áridos.

“Los empresarios tienen todos los elementos necesarios para ver si pueden o no hacer expediciones comerciales”, sostenía hace apenas dos semanas la delegada del Gobierno, Cristina Pérez.

La delegada ofrecía a los empresarios todo el apoyo de la administración a cualquier iniciativa que decidieran emprender para sacar partido de la nueva aduana. Aunque advertía de que, una vez activado el mecanismo, la responsabilidad de obtener provecho de las posibilidades que ofrece recaía en los empresarios. “Me gustaría que hubiera expediciones diarias, no está ocurriendo así, pero, si me permiten la expresión, la pelota está en el tejado del empresariado”, aseguró.

La idea de que, en las actuales circunstancias, la reactivación del comercio transfronterizo se convierta en responsabilidad exclusiva de las empresas resulta extraña a la CECE. La organización considera que todavía no existe un suelo sólido para abandonar el peso de las relaciones comerciales a través de la aduana sobre los hombros de los empresarios.

“No hay unas bases amplias, útiles y prácticas que permitan al empresario empezar a trabajar -objeta Parrado- La delegada ha dicho en más de una ocasión que el éxito de la aduana comercial es responsabilidad de los empresarios, pero nosotros creemos que es responsabilidad de los poderes públicos establecer las bases amplias de una aduana comercial para que el empresario pueda trabajar: no se trata de empezar la casa por el tejado”.

El secretario general de CECE reconoce la relevancia que comporta la apertura de una aduana comercial entre España y Marruecos, aunque lamenta las expectativas que se han depositado en ella: “Se le ha dado bastante más bombo desde el ámbito político y mediático que desde el ámbito empresarial. ¿Por qué? Porque desde el ámbito empresarial somos muy conscientes de las limitaciones y trabas y de la poca definición que existen”.

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