Una situación inédita en la Asamblea de Ceuta

El Partido Socialista de Ceuta está viviendo una legislatura convulsa como consecuencia de unos enfrentamientos internos que terminaron con Juan Gutiérrez abandonando el barco, lo que dio paso a una Junta Gestora que contó con muchos momentos de tensión de puertas para adentro en un principio, que más tarde se han hecho visible evidenciando una crisis que se ha ido agudizando con el paso de los meses.

Si hace un año los diputados Navil Rahal y Fidda Mustafa se saltaban la disciplina de voto y eran expulsados del partido para pasar al grupo de los diputados no adscritos, ahora ha sido Hikma Mohamed la que se ha unido a los que fueran sus compañeros de partido, pasando el PSOE de contar con seis diputados en la Asamblea a solo tres. Una situación complicada y que ha cogido por “sorpresa” a los líderes de la formación socialista, que precisamente hace dos meses celebraba su Congreso Regional, eligiendo por unanimidad a Miguel Ángel Pérez Triano, como nuevo secretario general.

Evidentemente, Pérez Triano nada tiene que ver con esta situación socialista en la que trabaja con sus hombres de confianza para poder resolver cuanto antes. No cabe duda que los conflictos internos continúan salpicando al PSOE y que en ese aspecto el nuevo secretario general tiene mucho trabajo por delante para elaborar un proyecto de plena confianza que fortalezca al partido en esta segunda parte de la legislatura. Y es que a Ceuta le conviene, le interesa y le beneficia tener a un PSOE fuerte y fiable, al igual que ocurre con el Partido Popular, pues al final son los dos partidos que lideran el Estado.

De ahí a que sea fundamental que la familia socialista cierre filas en torno a Pérez Triano y que de una vez por todas se acaben estos enfrentamientos que dañan al partido y también a la imagen de una Asamblea de Ceuta que cuenta ya en esta legislatura con cuatro diputados nos adscritos: Navil Rahal, Fidda Mustafa, Teresa López y ahora Hikma Mohamed, al que más pronto que tarde también se podría unir Carlos Verdejo.

Esta situación deja una fotografía jamás vista en la Asamblea de Ceuta, pues sería el ‘grupo’ de los no adscritos la segunda ‘fuerza’ de la sede parlamentaria, pues el PP quedaría con 9 diputados, Vox 4 (con Verdejo pendiendo de un hilo), PSOE 3, MDyC 3 (aunque con Duas en prisión), Ceuta Ya! 2 y los 4 no adscritos.

Algo totalmente inédito y que deja muy claro que en política local, queda mucho por mejorar pues, si los partidos se pelean y mantienen enfrentamientos internos que acaban con la división de los mismos, ¿qué confianza puede tener la ciudadanía en ellos? Sería conveniente hacer una importante reflexión, pues este panorama únicamente deja inseguridad y desconfianza.

Si hace un año los diputados Navil Rahal y Fidda Mustafa se saltaban la disciplina de voto y eran expulsados del partido para pasar al grupo de los diputados no adscritos, ahora ha sido Hikma Mohamed la que se ha unido a los que fueran sus compañeros de partido, pasando el PSOE de contar con seis diputados en la Asamblea a solo tres. Una situación complicada y que ha cogido por “sorpresa” a los líderes de la formación socialista, que precisamente hace dos meses celebraba su Congreso Regional, eligiendo por unanimidad a Miguel Ángel Pérez Triano, como nuevo secretario general.

Evidentemente, Pérez Triano nada tiene que ver con esta situación socialista en la que trabaja con sus hombres de confianza para poder resolver cuanto antes. No cabe duda que los conflictos internos continúan salpicando al PSOE y que en ese aspecto el nuevo secretario general tiene mucho trabajo por delante para elaborar un proyecto de plena confianza que fortalezca al partido en esta segunda parte de la legislatura. Y es que a Ceuta le conviene, le interesa y le beneficia tener a un PSOE fuerte y fiable, al igual que ocurre con el Partido Popular, pues al final son los partidos que lideran el Estado, de ahí a que sea fundamental que la familia socialista cierre filas en torno a Pérez Triano y que de una vez por todas se acaben estos enfrentamientos que dañan al partido y también a la imagen de una Asamblea de Ceuta que cuenta ya en esta legislatura con un grupo de cuatro diputados nos adscritos: Navil Rahal, Fidda Mustafa, Teresa López y ahora Hikma Mohamed, mientras que más pronto que tarde también se podría unir Carlos Verdejo.

Esta situación deja una fotografía jamás vista en la Asamblea de Ceuta, pues sería el grupo de los no adscritos la segunda “fuerza” de la sede parlamentaria, pues el PP quedaría con 9 diputados, el PSOE 3, Vox 3, MDyC 2, Ceuta Ya! 1 y los no adscritos 5. Algo totalmente inédito y que deja muy claro que en política local, queda mucho por mejorar pues, si los partidos se pelean y mantienen enfrentamientos internos que acaban con la división de los mismos, ¿qué confianza puede tener la ciudadanía en ellos? Sería conveniente hacer una importante reflexión, pues este panorama únicamente deja inseguridad y desconfianza.