EDITORIAL
Día histórico en Ceuta
Las obras de rehabilitación de la barriada de Hadú se están intensificando con el paso de los días y los primeros problemas no han tardado en llegar ante la compleja maniobra de pasar el suministro de agua de las tuberías antiguas a las provisionales instaladas, pues ello provoco como consecuencia de la debilitación y mal estado de las tuberías, estas de deshacieran prácticamente rozándolas con las manos, lo que provocó cortes en el suministro del agua durante las jornadas del lunes y martes en barriadas como Hadú, Zurrón, polígono Virgen de África, Manzanera o Morro, generando una lluvia de críticas a través de las redes sociales de unos vecinos “desesperados” por no poder hacer uso de un servicio básico y esencial.
Ante una situación con repercusión tan importante es bueno hacer un análisis profundo y que todo el mundo ponga de su parte. En primer lugar, hay que reconocer que la mayor equivocación de la empresa Acemsa fue el de no dar aviso previo a unos cortes que estaban programados, ni tampoco explicaciones cuando la avería se fue complicando hasta verse obligado a cortar el suministro hasta altas horas de la madrugada de este miércoles. El error, mayúsculo.
Pero por otra parte, los ciudadanos tienen que entender que estamos ante unas obras de un calado enorme y que las actuales tuberías presentan una situación de debilidad tremenda hasta el punto de deshacerse con un simple movimiento. Ante esta situación, no quedaba otra que cortar el suministro y ponerse manos a la obra. Y en este sentido, hay que quitarse el sombrero con los operarios y profesionales de Acemsa, que estuvieron hasta las dos de la madrugada trabajando sin cesar hasta conseguir corregir la incidencia.
Evidentemente, no disponer de agua genera unas molestias considerables, mucho más en estos tiempos en los que las altas temperaturas hacen de las suyas, pero lo que no podemos poner en tela de juicio es el trabajo realizado por unos profesionales que, mientras la población descansaba, ‘sudaban a chorro’ para restablecer el servicio de agua.
Hay que meterse en la cabeza que las incidencias se van a producir. Estamos ante una de las obras más importantes que se recuerdan en los últimos años con el añadido de que las tuberías suministran agua a una parte importante de la ciudad y están para “mírame, pero no me toques”. Todos tenemos que poner de nuestra parte, tener paciencia y pensar que cuando acaben las obras, la barriada de Hadú será una de las barriadas mejores equipadas de toda Ceuta, recuperando esa esencia que siempre le caracterizó y que ha ido desapareciendo en las dos últimas décadas.
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