EDITORIAL
Día histórico en Ceuta
En Ceuta hay recursos que, por más valiosos que sean, pasan demasiado desapercibidos. Es el caso del COE, el Centro Público de Orientación, Emprendimiento, Acompañamiento e Innovación para el Empleo, que, a pesar de estar bien equipado y contar con un equipo profesional entregado, permanece casi invisible para la mayoría. Escondido tras una fachada discreta en la avenida Otero, este centro acumula ya más de dos años de trabajo serio en un ámbito tan necesario como es la orientación laboral en una ciudad donde el paro juvenil y la falta de cualificación son males crónicos.
Lo que sucede dentro del COE no es menor: 1.700 itinerarios personalizados de inserción laboral solo el año pasado y 700 en lo que va de este. Una labor intensa, humana y adaptada a las necesidades reales de quienes más lo necesitan. No hablamos solo de asesoramiento general, sino de un esfuerzo por comprender a la persona desempleada, por construir con ella un camino posible hacia el empleo. Eso requiere tiempo, empatía, especialización… y muchas veces, remar contra la corriente del desánimo social y la dependencia de los planes de empleo.
El COE, además, no se conforma con lo básico. Apuesta por la innovación, por ejemplo con proyectos piloto que incorporan inteligencia artificial y realidad virtual para preparar a las personas para entrevistas laborales reales. Estas iniciativas, si se consolidan, podrían colocar a Ceuta a la vanguardia de la orientación laboral a nivel nacional. Pero para eso hace falta algo más que buenas intenciones: se necesita apoyo institucional, visibilidad y estabilidad en el personal.
Resulta llamativo que un recurso tan bien planteado y con tanto potencial aún esté infrautilizado y relativamente desconocido. Parte del problema puede estar en su ubicación o en la falta de campañas informativas potentes. Pero también hay que decir que los ciudadanos necesitamos aprender a mirar más allá de lo habitual, a buscar esos servicios que sí están trabajando por cambiar las cosas de verdad.
El COE no es una varita mágica, pero sí es una herramienta potente que merece ser fortalecida y reconocida. No es justo ni inteligente que un centro que puede marcar la diferencia en la lucha contra el paro en Ceuta siga siendo casi un secreto a voces. Si hay algo que deberíamos cuidar como ciudad, es todo lo que contribuya a devolver la esperanza a quien más lo necesita.
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