Vuelven a robar en el Canalla Burger y su dueño exige más seguridad en la zona

Es la segunda vez en mes y medio que el personal de la hamburguesería Canalla Burger se topa con un ventanal roto al llegar al local ubicado en la calle Alférez Provisional, tras el IES Siete Colinas. El daño material ocasionado en el hurto sucedido este sábado ha sido menor, ya que sus responsables aprendieron la lección el pasado 17 de abril -cuando se llevaron 1.300 euros-, pero la “tristeza” y el hartazgo de quienes componen el negocio crece. Al margen de la investigación policial para localizar a los autores del atraco, los gerentes del establecimiento se reunirán con la asociación de hosteleros de Ceuta para hacer llegar a la administración el malestar ante la “falta de seguridad” de una zona que considera “descuidada”.

El modus operandi es idéntico. Dos encapuchados de complexión delgada y apariencia de juventud llegan al local con vistas al mar. Rompen la ventana que comunica con la cocina para que uno de ellos acceda. Lo hace saltando con agilidad mientras el otro permanece al otro lado. El encargado de adentrarse en la propiedad privada se acerca a la caja registradora y extrae dinero en efectivo. Del primer hurto, ejecutado el 17 de abril a las 2:47 horas de la madrugada y captado por las cámaras de seguridad, lograron llevarse 500 euros de la caja y otros 800 del bote acumulado durante dos meses por los trabajadores.

En esta ocasión, el robo se produjo este mismo sábado a las 6:52 horas. Tan solo han podido extraer escasos 30 euros de la caja. Los responsables de la hamburguesería decidieron, tras el primer ataque, no dejar dinero ni objetos de valor en el interior del local, de donde también tomaron el teléfono de empresa. Los responsables del negocio jurarían" que son las mismas personas”, según han expresado a El Pueblo de Ceuta, aunque está por determinarse. Tras poner en conocimiento de las autoridades lo sucedido, la Policía científica se desplazó al lugar para tomar huellas, como hicieron tras el hurto sucedido en el mes de abril, del que se desconoce aún la identidad de sus autores.

Tras lo sucedido, los responsables de Canalla Burger han decidido “actuar con normalidad” y abrir como si nada hubiera ocurrido desde este mismo sábado. En adelante, esperan que las fuerzas y cuerpos de seguridad den con los culpables y que “la gente de Ceuta sea más respetuosa con las cosas de los demás”. El dueño del negocio se pondrá manos a la obra para conseguir que doten la zona no solo de mayor presencia policial y, por ende, más seguridad, sino también de mayor limpieza y cuidado. “Esta zona nunca la limpian, los niños se nos ponen detrás de la hamburguesería a fumar. Lo hemos denunciado varias veces, pero nadie hace nada”, lamentan sus dueños, quienes reconoce estar “cansado” de tener que asumir la responsabilidad de proteger el sitio mientras, repite, “nadie hace nada”.

Insisten en que el mantenimiento del lugar es “nulo”. “Estamos cansados, muy tristes. No nos quitan las ganas, pero sí nos molesta”, comenta el dueño, quien asegura que, más allá de lo robado, el hurto les desgasta y les quita tiempo. “Es tener que llamar un sábado a una persona para arreglar un cristal, que no hay. A un cerrajero, que no hay. Esto es como cuando pierdes la cartera, que sabes que has perdido el DNI, la tarjeta de crédito… Y tienes que renovarlo todo. Afecta a mi tiempo y al de mis trabajadores”, resume.

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