Extrabajadores del helicóptero del INGESA alzan la voz contra la UTE Eliance-Helity

SANIDAD

Los adjudicatarios del servicio tienen subcontratada a Shim Clinic, comandada por el director de la aerolínea ceutí, Antonio Barranco, la provisión de personal sanitario. Antiguos empleados denuncian “irregularidades”, como un número insuficiente de médicos y enfermeros, turnos “excesivos”, la aplicación de un convenio inadecuado o que fueran forzados a realizar traslados marítimos

El director ejecutivo de Hélity y administrador de la Clínica Tecnoláser, Antonio Barranco. / FOTO ARCHIVO
El director ejecutivo de Hélity y administrador de la Clínica Tecnoláser, Antonio Barranco. / FOTO ARCHIVO

El servicio de transporte sanitario aéreo de Ceuta tiene la función de ejecutar todas las evacuaciones en helicóptero que le sean encomendadas por el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA), pero, en alguna ocasión, sus trabajadores han tenido que cruzar el Estrecho subidos en una ambulancia. El contrato a cargo de la Unión Temporal de Empresas (UTE) Eliance-Hélity Hems no contempla la posibilidad de llevar a cabo traslados vía marítima o terrestre. Aun así, un año atrás, un médico y un enfermero de la plantilla tomaron un barco rumbo Algeciras para acompañar a un bebé en estado grave. Aquel día, las condiciones meteorológicas impedían el vuelo. “Solo hay un equipo de evacuaciones y sois vosotros”, aseguran que manifestó la institución ministerial. “Hay que llevarse a casa el próximo contrato. Vosotros sabréis”, respondieron desde la entidad privada, según continúan fuentes anónimas.

Aquel viaje “de ocho horas” sin “cobertura legal” -puesto que solo están contratados para el transporte aéreo- forma parte de las “dinámicas que se vienen arrastrando desde hace muchos años” en el servicio gestionado por la unión de la empresa de servicios de aviación especializados y la aerolínea ceutí. Tras “mucho tiempo aguantando situaciones poco agradables”, varios extrabajadores -algunos de ellos en mitad de procesos judiciales contra la UTE- han decidido pronunciarse contra las “irregularidades” que, según afirman, vienen atestiguando y nunca antes han querido denunciar públicamente por el mismo motivo que, garantizan, sus compañeros se mantienen en silencio: “el miedo de no volver a ser contratados”.

“Imagínate cómo puede estar un médico o un enfermero después de 36 horas volando y sabiendo que debe seguir de guardia”

Los cinco antiguos empleados del servicio en la ciudad autónoma cuyas experiencias ha podido conocer El Pueblo de Ceuta prefieren mantenerse en el anonimato. En su mayoría, profesionales sanitarios que fueron contratados por la Clínica Tecnoláser Ceuta S.L., a la que la UTE delega la gestión del personal médico y de Enfermería desde 2020, fecha que coincide con la inauguración de Shim Clinic, marca comercial bajo la que opera el centro sanitario de estética. Los socios adjudicatarios subcontrataron a la referida empresa un año después de hacerse con el primer contrato de transporte aéreo y tras probar primero con una entidad malagueña con la que “salió mal”.

Así lo expresa el administrador de la clínica y director ejecutivo de Hélity Copter Airlines, Antonio Barranco, que accedió a responder a las preguntas de este diario. Se defendió, primero, de la acusación de incumplimiento de una de las especificaciones del pliego de prescripciones técnicas elaborado por el INGESA. Fuentes cercanas al servicio y sindicales garantizan que el transporte aéreo está cubierto por dos médicos y dos enfermeros, pese a que el texto de la administración indica que “el número mínimo de personal adscrito a esta contratación será de cuatro médicos y cuatro enfermeros”.

Los turnos de los sanitarios se configuran en guardias localizadas -sin la obligación de estar físicamente en el lugar de trabajo- de 24 horas durante 15 días seguidos, de forma que siempre hay un médico y un enfermero en cada quincena. “Ha habido personas que han solicitado días de asuntos propios por emergencia familiar y se los han denegado, porque si falta el único enfermero o médico que hay, el servicio se queda solo”, expresó uno de los extrabajadores entrevistados, que considera “excesivos” los turnos y se queja de que no tienen vacaciones, ya que están incluidas en los descansos de 15 días, como confirmó a este diario la Asesoría Symbol, a cargo del asesoramiento legal de Tecnoláser.

El antiguo empleado recordó un día en que volaron “unas 36 horas seguidas”, con escasas “dos horas de pausa”. “Imagínate cómo puede acabar el personal médico y de Enfermería. Te puede pillar una quincena buena, que vuelas pocas veces, pero también una quincena mala, de estar 24 horas volando y que sea imposible decir en el hospital: ‘Estamos cansados, acabamos de volar’. Porque te dicen: ‘Me importa una mierda, tenéis que volar”, comentó. Sostiene que ha llegado a dormir “cuatro u ocho horas en una semana”, y “teniendo que volar de día, de tarde y de noche”.

El director ejecutivo de Hélity y administrador de la Clínica Tecnoláser, Antonio Barranco. / FOTO ARCHIVO
El director ejecutivo de Hélity y administrador de la Clínica Tecnoláser, Antonio Barranco. / FOTO ARCHIVO

Antonio Barranco lo desmintió todo. En primer lugar, comunicó que tienen “dados de alta” a ocho profesionales -cuatro médicos, cuatro enfermeros, el mínimo requerido por el INGESA-. Según el empresario, Tecnoláser -cuya única función en el convenio es surtir el servicio de personal sanitario- tiene contratados solo a cuatro de ellos, y la UTE a otros cuatro “de reserva, adscritos al servicio por si hay que cubrir una baja”. Además, con relación a los turnos, asegura que fueron estipulados por los propios trabajadores, quienes, según dice, están “contentos”. “Ya me gustaría a mí un trabajo donde tenga 15 días de vacaciones todos los meses. Y los otros 15 estoy en mi casa por si pasa algo. En mi casa o en la playa, o en el supermercado. Donde me dé la gana”, declaró.

Según Barranco, el seguimiento que la empresa hace del volumen de trabajo del servicio indica que “la media” de traslados es de uno o dos “cada tres días”, añadiendo que se demoran por “tres horas”. El empresario defiende que, tras “más de mil traslados” realizados, en los que “nunca” han fallado ni recibido “ni una sola queja del cliente” -INGESA-, gestiona un “servicio que funciona bien”. Barranco garantizó que, en la actualidad, no tienen “ningún conflicto con el personal” y advierte de que las críticas pueden proceder de trabajadores que salieran “rebotados” del trabajo en el helicóptero.

“Tuvimos que hacer traslados de pacientes inestables. No podíamos negarnos, o nos echaban”

Recordó que su cliente, INGESA, está a cargo de fiscalizar el cumplimiento del contrato y que, de estar incurriendo en alguna irregularidad, la institución habría actuado. El organismo liderado por Jesús Lopera ha recordado a este diario que carecen de relación contractual con el personal sanitario, al estar cubierto por medio de la UTE. Mencionan, eso sí, que su responsabilidad es la de garantizar que se cumple con los pliegos. Para ello, según consta en las prescripciones técnicas de la licitación, tanto la Gerencia de Atención Sanitaria como la Inspección médica deben revisar e inspeccionar el helicóptero, el equipamiento, el material y el personal que preste el servicio y sus actuaciones en la ejecución del contrato, para asegurar el cumplimiento de los requisitos exigidos. Tales inspecciones pueden dar lugar a la aplicación de medidas correctoras, o de sanciones a la empresa adjudicataria.

El helicóptero y Shim Clinic

El CEO de Hélity y administrador de Tecnoláser, Antonio Barranco, reconoció algunas de las situaciones desglosadas por las fuentes anónimas consultadas. Confirmó que el personal sanitario ha realizado evacuaciones por vía terrestre-marítima. “Cuando, por ejemplo, el helicóptero no puede salir por mala meteorología, se les pide. Oye, ¿os importa llevarlos por carretera? (…) Pero eso no es ni un 1%, puede ser una vez al año. No es habitual, pero si es necesario, sí”, justificó.

Admitió otra de las quejas manifestadas por los exempleados consultados por este periódico. Según informaron los anónimos, parte del personal sanitario -en especial, el médico- ha trabajado en Shim Clinic durante los 15 días que debía estar de guardia localizada para el servicio de transporte aéreo. Relataron que un doctor estuvo tres años compaginando el trabajo en el helicóptero con la clínica estética durante su quincena de guardia. Acabó rechazando el segundo empleo, por lo que, acorde a lo que ha podido saber este diario, le recortaron “mil euros al mes” de su sueldo.

Antonio Barranco reconoció que la mencionada coyuntura se ha dado “anteriormente, pero desde hace años ya no”. “No, no. Solamente helicóptero”, respondió inicialmente a la pregunta de si los trabajadores del helicóptero prestaban servicio también en la clínica. “Siempre así”, continuó tras ser preguntado sobre si tal circunstancia se ha dado a lo largo de estos años atrás, desde que son concesionarios del servicio. Más tarde, explicó que algunos de los profesionales sí pasaban consulta durante sus quincenas de guardia localizada para las evacuaciones aéreas del INGESA, aunque priorizando esto último.

“Si los sanitarios estuviéramos adscritos con un estatus de tripulación aérea, tendríamos un tope de horas”

“Eso fue al principio, porque iban por la clínica dos días a la semana, pero con prioridad a los vuelos. Si sale el vuelo, tiene que irse al vuelo”, afirmó. “Además, los que han trabajado ya ni están”, añadió. Sin embargo, una de las personas contactadas relató cómo una de las profesionales de Medicina que actualmente y desde hace años trabaja en el helicóptero ha ejercido también en Shim Clinic hasta la firma del contrato vigente, en octubre de 2024. La médica está incluida como parte del equipo de la entidad privada en el apartado dedicado a presentar la plantilla en su la página web.

Otro extrabajador sanitario sostuvo que, en alguna ocasión, pese a no estar “obligado” y a que sus labores se restringían a las evacuaciones aéreas, acudió a prestar ayuda en Shim Clinic “algunos días”. Según relató, el primer contrato que firmó con Tecnoláser y que tilda de “ilegal” establecía que debía trabajar “40 horas de lunes a viernes en la clínica”, pese a que se dedicaba al transporte sanitario. Así estuvo “un año”, agregó.

Sobre la viabilidad jurídica de esta compatibilidad, desde la Asesoría Symbol garantizan que “es perfectamente legal”, o, al menos, no les consta “que haya ningún impedimento”. Aclaran que es posible “siempre y cuando el trabajador no desatienda el llamamiento”, en cuyo caso “sería motivo de un expediente disciplinario fulminante que acabaría con su trabajo”. Aseguran que, en estos casos, “hay una prioridad”, que es el servicio para el cual el empleado está de guardia. “El llamamiento para el servicio sanitario es absolutamente prioritario sobre todas las cosas”.

Es la misma argumentación en la que se apoya el director ejecutivo de Hélity y responsable de Shim Clinic, quien insiste en que los vuelos siempre eran la “prioridad”. Según Barranco, tan solo es incompatible para la plantilla del helicóptero trabajar también para el INGESA. “No pueden trabajar en el INGESA, y nadie lo ha hecho”, subrayó. Añade que también han llegado a contratar médicos que formaban parte del personal de clínica Septem. “Tú puedes coger para el servicio a cualquier médico o enfermero que cumpla con los requisitos. Lo presentas al INGESA, y te da el ok”.

El servicio

En el pliego de prescripciones técnicas del servicio de transporte aéreo, el INGESA expone la obligatoriedad de que el personal médico y de Enfermería cuente con “experiencia laboral en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), urgencias hospitalarias o transporte sanitario asistido de al menos 3 meses en los últimos seis años, y con formación en UCI, urgencias o emergencias”. Los antiguos empleados del servicio con los que habló este diario han expresado sus dudas sobre el cumplimiento de estos términos. Además de relatar que, en alguna ocasión, se ha contratado a enfermeras “recién salidas de la carrera”, aseguran que uno de los médicos con los que contó el servicio mostraba escasos conocimientos.

Barranco: “Los contratos públicos no están para tirar cohetes. Más vale que lo que funciona no se toque mucho, porque la alternativa es mala”

“El equipo dudaba de si era médico realmente”, afirmó otra fuente anónima que perteneció a la plantilla, aunque no la sanitaria. Al personal médico y de Enfermería se suma la tripulación -piloto y copiloto-, que es suministrada por Eliance, contra la cual varios gobiernos locales han impuesto sanciones en los últimos meses por distintos motivos. Han tenido problemas en Galicia, Madrid, Baleares, Canarias o Cataluña. La Generalitat decidió en marzo volver a licitar dos de sus cuatro helicópteros medicalizados tras constatar que la empresa madrileña no sustituía los aparatos para garantizar su mantenimiento.

Uno de los profesionales de la salud con los que habló El Pueblo de Ceuta señaló que, en varias ocasiones, tuvieron que encargarse ellos de estabilizar en UCI a algunos pacientes que debían subir al helicóptero, para lo cual es requisito indispensable su estabilización, “es una norma básica del transporte aéreo sanitario”. “Solo se debe transportar al paciente si está ‘fit-to-fly’, si está viable para volar. Tuvimos que hacer traslados de pacientes inestables. No podíamos negarnos. O rechazaba el traslado y me echaban o rechazaba el traslado y el paciente se moría”, narró.

Explicó que, en caso de trauma grave, que llevarán al herido al quirófano, antes de acceder a la aeronave “es fundamental estabilizar al paciente con medidas de ‘life saving’ y ‘damage control’ antes del traslado, minimizando el riesgo de complicaciones y asegurando un viaje seguro dentro de lo posible”. Entre otras técnicas, implica “controlar el sangrado, asegurar una vía aérea permeable o mantener la estabilidad hemodinámica”. Aprovechó el relato para insistir en la importancia de que el enfermero de vuelo tenga acreditados “conocimientos altamente especializados”.

Rememoró una evacuación que realizaron de una madre y un hijo que habían sido tiroteados en Casas Nuevas. Caso que se mediatizó a nivel local y nacional. Ella tenía un disparo en el tórax, el menor, de 14 años, en la cabeza. “Los tuvimos que estabilizar nosotros. Tuvimos que llevárnoslos a Cádiz con sangre puesta. No hay protocolo en Ceuta para llevar pacientes con sangre en el helicóptero”, contó. Aquel día, el helicóptero quedó inoperativo por un fallo mecánico al aterrizar en el aeropuerto de Jerez tras el primer traslado, el de la madre. El hijo tuvo que ser evacuado gracias al apoyo de Salvamento Marítimo.

“En España solo hay dos empresas -Eliance y Avincis- que lo puedan hacer -el servicio-. Una no se ha presentado y del extranjero no ha venido nadie”

La aeronave de la UTE permaneció fuera de servicio, según la referida fuente, “durante al menos tres días”. “Por suerte, no hubo ningún aviso en esos tres días”, comentó. “Por suerte” también para los sanitarios, que, tras volar durante toda la noche y madrugada, debido a la avería de su helicóptero y a que no pudieron volver con Salvamento Marítimo, tuvieron que regresar a Ceuta vía terrestre y marítima. “Llegamos a Ceuta a las tres de la tarde. Y seguíamos de guardia. Si llega a haber otro aviso no sé cómo lo habríamos hecho. Por suerte, no hubo ninguno”.

Otra de las fuentes consultadas menciona también que la aeronave careció de incubadora -pese a aparecer como requisito en la licitación- “hasta el año pasado”, cuando se firmó el nuevo contrato. Como alternativa, estuvieron años usando “una bala de transporte -Baby Pod-, que no es lo mismo, evidentemente”. “Si las cápsulas -o balas- fueran útiles todo el mundo las utilizaría. Pero no”, afirmaron fuentes sindicales, que, aseguran, esta falta se puso en conocimiento de la Dirección Territorial del INGESA. Según informaron a este diario fuentes cercanas al servicio, la incubadora adquirida recientemente "no es compatible con el helicóptero", donde "no cabe físicamente", por lo cual "sigue inutilizada".

Un antiguo tripulante del helicóptero criticó que “uno de los principales problemas” en el servicio es “la falta de formación” aeronáutica en el personal sanitario. Alude a un curso llamado Helicopter Underwater Escape Training (HUET) que “en teoría, todo el mundo que vuele en helicóptero en operaciones por encima del mar debe tener. Ellos no lo tienen”. A él se refieren también las demás fuentes consultadas, quienes recriminan a la empresa que no les ofreciera gratuitamente la formación. Se trata de una capacitación especial para la supervivencia marítima, que enseña técnicas para escapar del helicóptero en caso de aterrizaje de emergencia en el agua y hundimiento.

El administrador de Tecnoláser aseguró que su cliente, INGESA, no les obliga a ofrecer cursos complementarios a la plantilla. Por el contrario, aclara que los profesionales deben acreditar los cursos y la formación previa recibida para que la institución los admita o no. Sin embargo, afirmó que “a unos” sí se les ha ofrecido cursos estos años “y a otros no”. Uno de los extrabajadores ha relatado que la empresa “se negaba” a pagarles los cursos cuando ellos lo proponían. “La respuesta era: ‘No vamos a gastarnos ni un duro más para este servicio, y menos para vosotros -los sanitarios-, que solo sois fuente de gastos y problemas”, cuentan.

Desde la organización sindical contactada por este medio advirtieron del “peligro” de que el personal carezca de estos conocimientos, aunque reconocen que la empresa “no está en la obligación” de ofrecerlo, ya que el personal sanitario no está incluido en la tripulación. “Es aconsejable, pero no están obligados, porque son pasajeros médicos, no tripulantes”. Lo que sí defienden desde el sindicato es que los sanitarios del servicio de transporte aéreo reciban la consideración de tripulantes. Con el fin de poder beneficiarse no solo de la formación en la materia, sino de las mejoras en las condiciones laborales de las que gozan los pilotos y copilotos.

La ley regula los descansos que los tripulantes deben disfrutar para estar activos en sus jornadas de trabajo. Por ejemplo, un piloto no puede hacer un turno de 24 horas. “Si los médicos y enfermeros estuviéramos adscritos con un estatus de tripulación aérea, también tendríamos un tope”, añora una de las fuentes consultadas.

Las demandas

Uno de los sanitarios que prestó servicios para esta concesionaria presentó una demanda contra la UTE y contra la clínica privada donde prestaba servicios, Tecnoláser Ceuta. El Juzgado de lo Social de Ceuta estimó parcialmente su reclamación, al reconocerle una diferencia salarial de 2.814 euros por la incorrecta aplicación del convenio -que ha sido recurrido por la empresa-. Según declaró el afectado, su salario neto era de 1.700 euros al mes, lo que, teniendo en cuenta las jornadas de guardias localizadas de 24 horas durante 15 días consecutivos, equivalía a una retribución inferior a cinco euros por hora.

La sentencia, a la que ha tenido acceso este medio, concluye que debe aplicarse el Convenio Colectivo de Transporte de Enfermos y Accidentados en Ambulancias, publicado en el BOCCE el 9 de mayo de 2023, y no el III Convenio Colectivo para el sector del transporte y trabajos aéreos con helicópteros, como defendía -y defiende- la empresa. En el fallo se argumenta que el convenio de ambulancias, a pesar de su título, recoge expresamente el transporte sanitario aéreo y contempla específicamente a los profesionales sanitarios, a diferencia del convenio aeronáutico, donde no se menciona a médicos ni enfermeros entre sus categorías profesionales.

La jueza estableció que el trabajador debía haber percibido varios complementos salariales que no le fueron abonados, como el plus de ambulanciero, el plus de residencia, el plus de penosidad y cuatro pagas extraordinarias calculadas conforme al salario base y los complementos. La sentencia descarta, no obstante, el reconocimiento del plus de emergencia, reservado para personal del servicio 061, que no era el caso del demandante.

Desde el equipo jurídico de la empresa, el abogado laboralista de la asesoría Symbol defendió la postura de la empresa, que ha recurrido al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. En sus palabras, “de ninguna forma puede aplicarse un convenio de ambulancias terrestres a una actividad aérea” y considera que la inclusión del transporte aéreo en dicho convenio constituye “una ilegalidad” si no ha sido negociado con las empresas del sector. En su opinión, el convenio de helicópteros —de ámbito estatal— recoge adecuadamente las condiciones para el personal sanitario que trabaja en estas aeronaves.

Por su parte, el director ejecutivo de Tecnoláser Ceuta destacó que el despido del trabajador en cuestión fue declarado procedente por el mismo juzgado, atribuyéndolo a supuestos conflictos con otros profesionales sanitarios: un médico de la UCI y otro del servicio de transporte. La jueza consideró procedente el despido al haber dado por acreditado que las “conductas” argüidas por la empresa al justificar el cese eran “muy graves” y “merecedoras de sanción más grave”. Sin embargo, el trabajador advierte de que el juicio estuvo plagado de “irregularidades”, como el hecho de que le fuera “rechazada” la intervención de varios de sus testigos, compañeros del servicio, que pretendían declarar vía videollamada.

Además, puso de manifiesto el hecho de que su despido estuviera antecedido por una solicitud del permiso de paternidad. El exempleado aportó como pruebas en el juicio mensajes de texto mantenidos con la directora de Tecnoláser en los que la avisaba de que sería padre. Su hija nació a finales de enero, su despido le fue comunicado durante la última guardia de noviembre del año anterior.

También se refirió al despido de dos enfermeras que, según su relato, fueron apartadas del servicio tras comunicar su embarazo. Debido a los riesgos que implica la exposición a vuelos para las gestantes a partir del tercer mes, ambas profesionales se dieron de baja médica. Las afectadas, aseguró, han firmado acuerdos de confidencialidad con la clínica, lo que impide conocer su versión de los hechos.

“Si nos tocan mucho la moral, y a mí esto que no me deja mucho, la siguiente vez no nos presentamos y se acabó el helicóptero"

El conflicto por el convenio colectivo tiene ahora su próxima parada en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que deberá resolver si procede aplicar de manera definitiva el convenio de ambulancias en lugar del convenio aeronáutico. Según fuentes jurídicas de los trabajadores, aplicar el convenio defendido por la empresa supondría un ahorro considerable en costes salariales, al excluir varios complementos y reducir la base de cálculo de las pagas extraordinarias.

Uno de los exempleados del servicio contactados aseguró que en su contrato no aparece especificado el convenio al que la empresa dice acogerse: el del sector del transporte. Este diario ha accedido al documento, donde se establece que el trabajador está amparado por el Convenio Colectivo de Centros de Asistencia Sanitaria. "Es un convenio que no existe, en nuestro contrato no se habla del convenio colectivo de trabajos aéreos", apuntó.

Durante la conversación mantenida con El Pueblo de Ceuta, Antonio Barranco, que se confesó sorprendido ante una “polémica” que cree inexistente, llegó a afirmar que podría plantearse no presentarse a la próxima licitación. “Si nos tocan mucho la moral, y a mí esto que no me deja mucho, la siguiente vez no nos presentamos y se acabó el helicóptero. Los contratos públicos no están para tirar cohetes. Más vale que lo que funciona no se toque mucho, porque la alternativa es bastante mala”, dijo. Según éste, Ceuta cuenta con helicóptero actualmente gracias a que decidieron presentarse al último concurso, los únicos. “En España solo hay dos empresas que lo puedan hacer -Eliance y Avincis-. Una no se ha presentado y del extranjero no ha venido nadie”.

El contrato concedido a la UTE Eliance-Hélity Hems tiene un importe de 5.988.912 euros. El pliego de cláusulas administrativas establece que el margen de beneficio de las empresas es del 6% -un total de 359.334 euros-. Los costes directos son del 70% -4.192.238 euros-, los indirectos, del 19% -1.137.893 euros-, y los generales de estructura, del 5% -299.445 euros-. En cuanto a la distribución de los recursos en la UTE, Eliance suministra el helicóptero y la tripulación de vuelo, mientras Hélity se encarga del hangar -donde se guarda la aeronave- y el combustible. El personal sanitario está subcontratado a la Clínica Tecnoláser.

Fuentes sindicales sugirieron que la ratio de beneficios del contrato disuade a las empresas de presentarse al concurso. Esta idea es apoyada por otro de los extrabajadores consultados por este diario, que apunta a que le parece sospechoso lo conveniente de las condiciones para los adjudicatarios. “Los requisitos de la licitación parecen cosidos como un guante. En la última -convocatoria- se atribuían puntos a quienes tuvieran la posibilidad de abastecimiento de combustible, de un hangar, de suministro de personal médico y medicamentos propios. Mira qué casualidad que todo lo tiene Hélity. Y como no podían contratar personal médico, abrieron una clínica estética para tener médicos y personal de Enfermería”, planteó.

El Transporte Sanitario Aéreo para el Área de Salud de Ceuta fue adjudicado por primera vez a la UTE Eliance-Hélity Hems en junio de 2019, el contrato fue formalizado en octubre. El personal sanitario fue suministrado por una clínica malagueña durante un año, hasta que prescindieron de sus servicios para subcontratar a Clínica Tecnoláser, que abrió sus puertas bajo el nombre comercial de Shim Clinic el mismo año que se unió al convenio con el INGESA. Su administrador solidario, Antonio Barranco, es, a la vez, el director ejecutivo de Hélity Copter Airlines.

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