'Píolín' se conforma con dos años y medio de prisión por la ‘Operación Etxea’, pero no hay acuerdo
TRIBUNALES - NARCOTRÁFICO
La negociación por una posible conformidad entre las defensas de 10 acusados y la Fiscalía marcó el comienzo del 'juicio de los narcodrones', pero finalmente uno de los procesados se negó a reconocer los hechos y hubo de celebrarse la vista

Uno de los presuntos cabecillas de lo que la Guardia Civil llamó la ’Operación Etxea’ que responde a las iniciales I.M.A. y es apodado ‘Piolín’ se ha conformado con la oferta de dos años y medio de prisión que le ha ofrecido la Fiscalía a primera hora de la tarde del martes a cambio de reconocer los hechos, según informó su letrada. No obstante, no ha habido acuerdo en los mismos términos para los otro nueve acusados por los supuestos delitos contra la salud pública e integración de grupo criminal en el denominado ‘juicio de los narcodrones’: solo uno de los 10 llegó a negarse a aceptar el trato, forzando el comienzo de la vista por poco. Las negociaciones entre el Ministerio Público y las defensas de cara a evitar la calebración de la causa por medio de la figura jurídica de la conformidad han sido arduas desde el comienzo y casi llegan a buen puerto en su totalidad. El escrito de acusación inicial solicitaba para la mayoría de los varones ocho años de cárcel, por lo que la propuesta vespertina del fiscal en torno a los dos o tres años era suculenta.
El ‘juicio de los narcodrones’ se volvió a reanudar a las 17:00 de la tarde con todas las partes en liza dentro de la sala y los 10 acusados aún fuera. A las 17:20, tras no haber arrancado con el procedimiento oral pero sí con las negociaciones bastante avanzadas entre las defensas y la Fiscalía, el tribunal pedía a la prensa que saliera de la sala un minuto antes de que se conociese el titular: “Piolín se conforma”.
A partir de ese momento, el resto de abogados, seis para los otros nueve acusados, parecía que ganaban enteros para renegociar: “dos años para el mío”, “el mío supuestamente solo hacía labores de vigilancia” o “me gustaría que lo habláramos caso por caso” eran algunas de las frases que se escuchaban desde la puerta de la sala de vistas.
La conformidad ahorraba mucho. Estaba planteado el procedimiento para celebrarse en tres días —el 8, el 9 y el 10 de julio, hasta este jueves—, y tras la sesión matutina había muchos visos para creer que el viernes continuaría.
Citados como testigos hay al menos una decena de agentes de la Guardia Civil que participaron en la investigación, además del perito que elaboró los informes sobre el análisis de las drogas intervenidas. A esto hay que sumar el testimonio de una decena de acusados, seis abogados y el tiempo de intervención de la Fiscalía o del tribunal, además del derecho a la última palabra de los 10 procesados.
La figura jurídica de la conformidad permite no celebrar la vista a cambio de que los acusados se limiten a reconocer los hechos y suele llevar aparejada una rebaja de las penas por las atenuantes de confesión y colaboración. Es un acuerdo entre la Fiscalía y los defendidos.
"No hay acuerdo"
A las 17:35 se despejaban las dudas: "No hay acuerdo", repetían varias voces. De nuevo entraban prensa, acusados y policías escoltando a los procesados que se encuentran en prisión, y los cinco agentes se repartían por la sala.
En la reanudación la presidenta de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz con sede en Ceuta, Rosa de Castro, iniciaba la vista dirigiéndose directamente a los abogados, informando que solo había un acusado —I.M.A.— que se conformaba con dos años y medio. Algunos letrados explicaban a los presentes lo que pasaba: había procesados que no aceptaban los tres años y un día, ya que implicaría que muchos fueran a prisión de nuevo por esta causa. A las 17:43 De Castro hacía salir a dos representantes legales y a cuatro acusados. Ahora lo que se escuchaban eran las 'negociaciones' a gritos entre profesionales y clientes.
"No me voy a conformar, señoría", decía uno de los defendidos mientras entraba. A las 17:51 comenzaba 'de nuevo' el juicio con las cuestiones previas, y en la primera modificación del escrito de la acusación por parte del fiscal pedía el letrado Jorge Gil Pacheco la suspensión del procedimiento por incluir en un relato de hechos a uno de sus clientes, que antes no estaba. Mientras, se dirigían varios de los acusados hacia el que no se quiere conformar, tanto con la mirada como verbalmente. "Les recuerdo que no pueden hablar entre ustedes", mandaba a callar la jueza.

Gil Pacheco, que defiende a tres acusados, continuaba las cuestiones previas pidiendo impugnar los informes de las sustancias intervenidas y de los drones implicados por problemas en la cadena de custodia. Todos los abogados defensores se adherían, y alguno añadía algo más también sobre la implicación de su cliente en el relato de hechos del escrito de acusación.
Distintos motivos de nulidad como tecnicismos del auto del procedimiento abreviado fueron los puntos a tratar durante unas cuestiones previas que se alargaron hasta más de las 19:00 de la tarde. Finalmente, la juez De Castro no admitía ninguna de las solicitudes de las defensas, aunque el tribunal deliberará sobre algunas antes de que se retome el juicio este miércoles por la mañana.