EDITORIAL
Día histórico en Ceuta
Ceuta vuelve a encontrarse con una piedra que ya conoce bien: la falta de medios en su administración de Justicia. Que la Sección VI de la Audiencia Provincial haya tenido que suspender todos los juicios desde mediados de julio por no contar con magistrados suficientes no es solo una mala noticia; es la confirmación de un problema estructural que nadie parece querer resolver. Las vacaciones judiciales son legítimas, claro, pero lo que no es de recibo es que una ciudad como Ceuta, con más de 900 asuntos pendientes según la última memoria del TSJA, se quede prácticamente sin actividad judicial durante semanas.
Lo que ocurre en la Audiencia no es un fallo puntual, sino el síntoma de una distribución ineficaz de recursos humanos que ni el Consejo General del Poder Judicial ni el Ministerio de Justicia han querido afrontar con seriedad. Que un juzgado penal tenga que compartir jueza con la Audiencia por falta de efectivos es una chapuza impropia de un Estado de derecho que se precie. Y todo esto ocurre mientras se acercan sentencias tan relevantes como la del asesinato de Mari Ángeles o la de las devoluciones de menores en 2021.
Fernando Tesón ya lo advirtió antes de dejar su cargo: no es que falten jueces en el sistema, es que están mal distribuidos. Pidió algo tan sencillo como sensato: un cuarto magistrado que garantizara las sustituciones y evitara este colapso previsible. Nadie le escuchó. Ahora su sucesora, Rosa de Castro, se ve obligada a remar con un tribunal a medio gas y con juicios atrasados, como si la Audiencia fuese un taller con personal de vacaciones y no el pilar de la justicia en Ceuta.
El problema es que cuando la Justicia se para, no se detiene el sufrimiento de las víctimas ni la necesidad de respuestas. Se aplaza la verdad, se congela la reparación y se erosiona la confianza de la ciudadanía. En un contexto donde los delitos graves no escasean, este parón es un lujo que Ceuta no se puede permitir.
La próxima temporada judicial arrancará con sesiones a las 9:30 en vez de a las 10:30. Buena intención, pero insuficiente. Hace falta voluntad política real, refuerzos permanentes y un rediseño del mapa judicial que atienda la singularidad de territorios como Ceuta. Porque no se trata solo de números, sino de derechos. Y los derechos no entienden de calendarios ni de excusas administrativas.
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