Sebastián Kindelán O’regan Ceuta 1757-1826 La Habana, Cuba
Gobernador de La Florida Oriental(Su relación con la Nación Seminola)

Sebastián Kindelán nace en Ceuta el 29 de diciembre de 1757, siendo bautizado en la Parroquia de Nuestra Señora de los Remedios. Fueron sus padres D. Vicente Kindelán, comandante del segundo batallón del regimiento Irlanda, y Dª María Francisca O´Regan.
Su carrera militar fue muy intensa y con diferentes destinos, como detallamos a continuación.
Capitán General y Gobernador Político de la Isla de Cuba (interino), 2º Cabo de la Capitanía General de la Isla de Cuba y Subinspector General de las Tropas Veteranas de la Isla, Gobernador y Capitán General de la Isla de Santo Domingo, Gobernador de la Florida Oriental, Gobernador de Santiago de Cuba (provincia oriental), Caballero de la Orden de Santiago, Gran Cruz de Isabel la Católica, Gran Cruz de San Fernando de tercera clase, Mariscal de Campo.
En el presente escrito nos referiremos solo a su mandato como gobernador de la Florida Oriental (1812-1815).
En septiembre de 1811, Sebastián Kindelán fue nombrado gobernador de la Florida Oriental; tres meses más tarde fue promovido a brigadier de infantería. Tomando posesión del cargo de gobernador el 11 de junio de 1812 en San Agustín de la Florida.
Años antes de su nombramiento en 1796, el gobernador y capitán general de Cuba, don Luis de las Casas y Arragorri (1790-1796), ya le había encomendado un servicio de investigación en la Florida. En esta fecha, Sebastián Kindelán se encontraba como teniente coronel del Regimiento Fijo de México. El informe dado por Kindelán fue el siguiente.
“Según he averiguado el origen de los disturbios ha sido el retenerse en Florida una porción de negros prófugos de Georgia, pues esto ha sido indispensable a aquel gobernador respecto a que los georgianos no devolvían a ninguno de los nuestros como estaba convenido; me insinué en este asunto con la reserva que V.E. me previno en sus instrucciones, y el gobernador de Georgia que desea contaros todos los motivos de disgustos entre las dos rayas dejó a mi arbitrio los principales puntos, sobre que formar un convenio justo y amigable (cuya copia adjunto) que aceptó con alguna alteración, como V.E, verá en la contestación, que también acompaño, pero no me conformé por no quererse perjudicar a los vasallos del Rey con el valor que da a los negros que no se pueden ser devueltos, considerando se deben integrar a sus dueños el que tiene en la Florida, sucediéndome lo mismo con lo que estipula por gastos de aprensión que en mi entender pueden exceder de diez y ocho pesos fuertes”.
Deseo, Sr. Excmo., que mis procedimientos en la comisión que V.E. puso a mi cargo hayan sido acertados, para lo que me he valido de todos los medios que me han sugerido mis escasos conocimientos y limitado talento. Las faltas que por ignorancia haya cometido, suplico a V.E. las disimule; vea que mi único anhelo ha sido, y será siempre, llenar las ideas de V.E. Dios guarde a V.E. muchos años. La Habana, 25 de febrero de 1796.
Nota. En la fecha indicada en el escrito, el gobernador español de la Florida Oriental era don Juan Nepomuceno de Quesada y Barnuevo (gobernador 1790-1796).
El gobernador estadounidense por Georgia era George Mathews (gobernador 1793-1796).
A su regreso a la isla, Kindelán fue promovido al empleo de coronel.
Como hemos señalado, el 11 de junio de 1812, Sebastián Kindelán tomó posesión como gobernador de la Florida Oriental. Había llegado a Florida con tropas de negros cubanos; una vez en su destino, reclutó a seminolas (los indios seminolas de Alachua se le unieron oficialmente el 26 de julio y resultaron claves en la guerra); también reclutó a esclavos fugitivos para luchar contra los georgianos invasores.
En este mismo año, grupos rebeldes georgianos hambrientos de tierra, llamándose a sí mismos patriotas, intentaron tomar la Florida, queriendo hacerla parte de los Estados Unidos.
Para poder defenderse de los ataques de los georgianos, Kindelán apostó miembros de las milicias negras en las aldeas seminolas. Los jefes de esta etnia, Payne (King Payne, jefe Alachua) y Bowlegs (Holata Micco), enviaron algunos guerreros a luchar al lado de los españoles como gesto de buena voluntad. Kindelán manifestó su complacencia cuando el propio jefe Bowlegs le llevó doscientos hombres para luchar a su lado en el río St. John, pero Kindelán se quejaba de que cada vez que los seminolas capturaban un esclavo, un caballo o cualquier otra cosa de valor, dejaban el campo de batalla buscando asegurar lo capturado en su aldea, por lo que su aprovechamiento era solo momentáneo. Kindelán utilizó traductores negros, como el miliciano libre Benjamín Wiggin o el esclavo Tony Proctor, considerado el mejor traductor de lenguas indias de la provincia.
La alianza entre los seminolas y los españoles se mantuvo a pesar de que Kindelán no pudo entregarles regalos durante cerca de tres años.
Hemos localizado un interesante escrito que trata sobre los rebeldes georgianos, escrito que pasamos traducido del inglés.
Emboscada en el Pantano de Doce Millas (Twelve-Mile)
San Agustín, Florida
11 de septiembre de 1812
El Pantano de Doce Millas, llamado así por su distancia aproximada de San Agustín, Florida, es incluso hoy una zona inhóspita de ciénagas de cipreses y matorrales de palmitos. La tarde del 11 de septiembre de 1812, atravesó esta densa selva una columna de 20 marines y milicianos de Georgia, liderados por el capitán de marina John Williams, un virginiano sensible de 47 años. Su misión era escoltar un par de carros de suministros desde el campamento principal del Ejército Patriota, cerca de San Agustín, hasta el fortín de Davis Creek, a unos 35 kilómetros al noroeste. Williams y su destacamento habían llegado al este de Florida para unirse a una expedición con el objetivo de anexar la provincia española, por temor a que los británicos utilizaran Florida como base de avanzada para una invasión y a que los esclavos fugitivos incitaran a la insurrección en los estados del sur.
Los marines, medio muertos de hambre, con fiebre y sus uniformes de gala hechos jirones tras meses de frustrante servicio en tierra con el Ejército, se sentían bastante inquietos al observar la espesura circundante. Sabían perfectamente que bandas de indios seminolas armados y esclavos fugitivos estaban activos en la zona. Ansiosos por llegar a la seguridad de Davis Creek antes del atardecer, apresuraron los carros azules de suministros militares a través del sombrío pantano al oscurecerse el crepúsculo. De repente, el bosque junto al sendero estalla en una ráfaga de mosquetes cuando una gran banda de indios y negros dispara una descarga a quemarropa contra la columna. Williams, su sargento y la caballería de cabeza son abatidos por los primeros disparos. El capitán herido es rápidamente ayudado a salir del sendero por uno de sus hombres. Su uniforme es el prescrito en el reglamento de 1810: casaca azul marino con ribetes rojos, abotonada y con cordones al frente, con una charretera dorada en el hombro derecho y una contracorrea en el izquierdo; chaleco y pantalones blancos con fajín escarlata; botas negras hasta la rodilla; y, a su costado, una espada y un sombrero de tres picos con escarapela y pluma.
Distinguibles por sus casacas azules, pantalones blancos y sombreros de copa alta, los marines de Williams tomaron posiciones defensivas a lo largo del sendero y respondieron al fuego con sus mosquetes de chispa de avancarga de ánima lisa de 1808, de serie. El capitán Williams, gravemente herido, observó cómo el capitán Tomlinson Fort, su homólogo de la milicia de Milledgeville, Georgia, asumía el mando, exhortando a las tropas a continuar la lucha hasta el último cartucho. Finalmente, él también resultó herido y ordenó la retirada hacia el pantano. Al terminar el combate, la banda enemiga destruyó un carro y expulsó al otro con sus propios heridos dentro.
Durante la noche, parte del destacamento se dirigió al fortín, mientras que Williams, demasiado gravemente herido para ser trasladado, se ocultó entre los matorrales de palmito. A la mañana siguiente, un equipo de rescate encontró al capitán de la Marina: tenía el brazo izquierdo y la pierna derecha rotos, y el brazo derecho, la pierna izquierda y el abdomen perforados por disparos de mosquete. Encontraron a seis heridos más entre la maleza, además del sargento de Williams, desnudo y con la cabellera arrancada.
“Puede esperar”, escribió Williams al teniente coronel comandante Franklin Wharton cuatro días después, “que me encuentro en una situación terrible, aunque aún espero recuperarme en unos meses”. A pesar de ser trasladado a la relativa comodidad de una casa de plantación cercana, Williams falleció el 29 de septiembre. La emboscada en el Pantano de Twelve-Mile y la posterior muerte del capitán de marina John Williams resultaron ser el catalizador que puso fin a un plan estadounidense mal concebido y diplomáticamente embarazoso para anexar por la fuerza la Florida oriental española.
(The Florida Historical Quarterly 56, enero de 1978)
Tras perder los suministros, los desmoralizados llamados patriotas y las fuerzas norteamericanas comenzaron a retroceder. Un mes más tarde, cuando un grupo liderado por el coronel Daniel Newman, voluntario georgiano, fracasó en destruir las aldeas cercanas a Alachua, fueron atacados por los guerreros de Payne; con esta derrota, el intento de invasión fracasó.
En un escrito del 15 de septiembre de 1812, Kindelán comunicaba al gobernador y capitán general de Cuba, Juan Ruiz de Apodaca (1812-1816), que fueron sus hombres, seminolas y negros los que causaron la emboscada.
El 17 de octubre de 1812, Kindelán, como gobernador español de la Florida Oriental, inauguró en San Agustín un obelisco y bautizó una plaza en honor de la primera Constitución española y de las Españas, más conocida como LA PEPA, que aún existe hoy en la Plaza de la Constitución. Dicho obelisco tiene un escrito en su base que dice:
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Entre el 17 y el 18 de octubre se juró en San Agustín de la Florida la Constitución española.
El 1º de diciembre de 1812, Kindelán envió el siguiente escrito a las Cortes Generales españolas.
“ Señor, el Gobernador y Ayuntamiento constitucional de San Agustín de la Florida oriental se atreven á molestar la atención del Congreso, tributando á V.M. por si, y á nombre del pueblo que representan, el más sincero homenaje de su gratitud y reconocimiento por la inmortal obra de la Constitución política de la monarquía, debida al zelo y patrióticas tareas de V.M.; cuya gran carta fue promulgada y jurada en esta ciudad el 17 y 18 de Octubre último con regocijo de este vecindario, y el aplauso, respeto y entusiasmo que distinguen á los buenos españoles.
La prosperidad y gloria nacional están afirmadas en este libro santo, y será en vano que la inquietud ó el egoísmo de algunos pocos descontentos quieren derribarla obra de la sabiduría y el inmutable apoyo de la felicidad y esperanza del pueblo, porque ya por el heroísmo de V.M., hemos roto las opresiones y degradantes cadenas que nos amarraban á la arbitrariedad y capricho de los tiranos de nuestra libertad civil: debido es. Señor, que aspiremos al tranquilo goce de los derechos del hombre libre, baxo la garantía de benéficas leyes que acaba V.M., de sancionar, y que hasta exhalar el último aliento los floridanos defenderán.
Dígnese, pues, S.M., de admitir esta carta demostración de la gratitud de un pueblo, que aunque pobres y abandonados hasta ahora en un desierto, jamás sus moradores se han olvidado de que siendo españoles deben no dar motivos para perder el renombre de leales que han heredado de sus mayores”. Sala Capitular de San Agustín de la Florida á 1º de Diciembre de 1812.- Señor=SEBASTIÁN KINDELÁN= Gerónimo Alvarez.=Francisco Pons.= Fernando de la Maza.=Arredondo el Joven.= Eusebio María Gomez.=Vicente Llerena.= Francisco Rovira.= Bernardo José Segui, Secretario. (Literal)
Los llamados patriotas volverían el 10 de enero de 1814, al mando del general georgiano Buckner (Buckner F. Harris), con un grupo de voluntarios. Estos se reunieron quince días más tarde, donde declararon que el territorio era parte de la República de la Florida Oriental.
Sebastián Kindelán con los seminolas fue contra los rebeldes de Buckner; el 5 de mayo de 1814, emboscaron y derrotaron a los sublevados, matando a Buckner. Esta muerte dejó a los rebeldes sin líder; esto marcaría el fin definitivo de la República del Este de la Florida.
La República de la Florida Oriental había sido declarada el 17 de marzo de 1812 y ratificada en su Constitución el 17 de julio.
Dicha república fue declarada por un grupo de sublevados, descendientes de británicos que habían llegado durante el mandato de ese país; su principal interés era la independencia de España. Estos sublevados contaron con la ayuda de tropas estadounidenses al mando del general George Mathews. Aunque su principal objetivo era que la Florida Oriental pasara a los Estados Unidos.
Como señalamos arriba, George Mathews fue gobernador de Georgia entre 1793 y 1796.
Sebastián Kindelán terminaría su mandato como gobernador de la Florida Oriental en junio de 1815. Sería relevado por Juan José de Estrada (1815-1816).
Por el Tratado de Adams-Onís (22 de febrero de 1819). En 1821, España transfirió a los Estados Unidos la Florida y Oregón por cinco millones de dólares y la delimitación de la frontera entre los dos países, así como la renuncia a reclamaciones sobre Texas por parte de los Estados Unidos. Dólares que España nunca recibió. Sobre la renuncia a reclamaciones sobre Texas tampoco se cumplió, ya que posteriormente los Estados Unidos anexaron Texas en 1845.
El 12 de diciembre de 1819, le fue concedida la Gran Cruz de San Fernando de tercera clase, por méritos en su destino.
Tras su estancia en la Florida, ocuparía el cargo de gobernador de Santo Domingo (1818-1820) y entre (1822 y 1823) gobernador y capitán general provisional de la isla de Cuba; posteriormente, en 1824, obtuvo el ascenso a mariscal de campo. Falleció en Santiago de Cuba el 4 de mayo de 1826.
Estaba casado con Ana Manuela Mozo de la Torre Garvey; de dicho matrimonio nacieron seis hijos. Un descendiente directo suyo fue Alfredo Kindelán Duany (Santiago de Cuba 1879-Madrid 1962), militar y aviador considerado como el fundador del actual Ejército del Aire de España, teniente general, marqués de Kindelán.
Algunos datos sobre la Nación Seminola. De los pantanos de Florida a Hard Rock.
La nación seminola tuvo su inicio a principio del siglo XVIII; la componían indígenas de Georgia, Misisipi y Alabama, en su mayoría pertenecientes a la nación Creek, que tuvieron que escapar de la invasión europea. También había afroamericanos que escapaban de la esclavitud en Carolina del Sur y Georgia. Hablaban en diversos dialectos.
El nombre seminolas viene de la palabra “simano´li”, en el idioma de la nación Creek, que a la vez viene del español “cimarrón”, fugados.
La primera guerra seminola (1817-1818). Esta guerra comenzó cuando las autoridades estadounidenses intentaron recapturar a esclavos negros que se habían fugado y fueron acogidos por la nación seminola. El general Andrew Jackson, el 24 de mayo de 1818, lideró la invasión de La Florida ocupando Pensacola; la primera guerra seminola acabó el 31 de octubre de 1818.
Tras terminar la guerra con la venta de Florida a los norteamericanos por el Tratado de Adams-Onís, el gobierno de los Estados Unidos se comprometió a respetar el derecho de los seminolas.
Un nuevo tratado, el de Tierras Payne, firmado el 9 de mayo de 1832, por lo cual algunos grupos seminolas aceptaron abandonar sus tierras para pasar a otras al oeste del río Misisipi. Este cambio de tierras debería comenzar en 1835, pero un grupo de seminolas no estuvo de acuerdo, estos liderados por Osceola. El 18 de diciembre tuvo lugar la batalla conocida como “Batalla de Punto Negro”, donde los seguidores de Osceola emboscaron a una caravana, donde varios soldados murieron y otros pudieron huir; los seminolas de Osceola tomaron todo lo que llevaba la caravana. Dicha batalla dio lugar a la segunda guerra seminola (1835-1842).
Durante esta guerra ocurrieron varias batallas, como la “Masacre de Dade” el 28 de diciembre de 1835 o la batalla de “Wahoo Swamp” el 21 de diciembre de 1836, ambas con derrota estadounidense.
Osceola fue capturado el 21 de octubre de 1837 en Fort Peyton, Florida; fue durante una conferencia. Osceola fue apresado por el general Thomas Sidny, quien lo citó bajo bandera blanca. Se desconoce cómo murió Osceola; existen varias versiones.
El nombre Osceola tiene dos significados: “Bebida negra” o “Salida del sol”.
Tercera guerra seminola, 1855-1858. En 1855, tropas del ejército estadounidense entraron en el territorio indio donde se encontraba el jefe seminola Billy Bowlegs con su gente. Las tropas destruyeron todas sus plantaciones. Esta acción obligó a Bowlegs a iniciar diversos ataques de guerrilla contra los colonos. El 20 de diciembre de 1855, 40 guerreros seminolas emboscaron a 11 soldados en Big Cypress Swamp, matando a 4 de ellos.
La guerra acabaría el 15 de marzo de 1858, cuando Bowlegs se resignó al traslado de su gente.
Como hemos comentado al principio, a mediados del siglo XIX, indígenas de varias tribus se refugiaron en los Everglades de Florida, un lugar tan inhóspito que los mantuvo relativamente a salvo de las incursiones de los colonos blancos.
Los nativos apoyaron y alojaron a los esclavos africanos que escapaban de las plantaciones de Florida y los estados vecinos. Estos refugiados dieron origen a una descendencia de «negros seminolas» que batallaron ferozmente junto a los indígenas por su libertad.
Desde su trinchera en los Everglades, los seminolas sobrevivieron tres guerras y nunca firmaron un tratado de paz con el gobierno federal de Estados Unidos. Por esto, hoy se identifican como la única tribu (nación) .
Los seminolas en la actualidad
Hoy en día, los seminolas de Florida son líderes mundiales en turismo (poseen la conocida Hard Rock Inc, así como la mayoría de las franquicias de Hard Rock) y en ganadería. Poseen el cuarto rebaño mayor de Florida y el duodécimo del país. Con las ganancias de sus empresas, los seminolas de Florida ofrecen una gama de servicios gubernamentales a sus ciudadanos y residentes. Que incluyen escuelas de vanguardia, atención médica, centro de mayores y de aprendizaje temprano. Se autogobiernan con sus propios departamentos de policía y bomberos, administración de viviendas y sistema judicial. También cuenta con un museo de renombre mundial, el Ah-Tah-Thi-Ki.
La tribu seminola de Florida fue la primera en incursionar en la industria del juego cuando abrió en 1979 un bingo en Hollywood. Luego de una serie de recursos judiciales, los seminolas y otras tribus ganaron en 1988 el derecho de gestionar casinos en Estados Unidos.
Sus finanzas se catapultaron cuando adquirieron Hard Rock International, en diciembre de 2006, propietaria de la famosa cadena de restaurantes Hard Rock Cafe, por casi mil millones de dólares. Ahora tienen decenas de cafés, hoteles y casinos de esta marca en todo el mundo.
«El negocio general de Hard Rock, a nivel mundial, excede los 6.000 millones de dólares en ingresos en 75 países», comunicó a la AFP Jim Allen, presidente de Hard Rock Internacional.
La mayoría de los aproximadamente 4.200 miembros de la tribu viven en diversas reservas repartidas por el sur de Florida.
Todo el que tenga al menos 25% de sangre seminola recibe una parte de las ganancias.
Autoridades y portavoces de la tribu no quisieron informar el monto, pero según una nota de la revista Forbes de 2016, cada miembro obtiene 128.000 dólares anuales desde el momento en que nace. Para cuando cumplen 18, ya son millonarios. «Estamos agradecidos y bendecidos de estar en la posición en la que estamos», dice Osceola a la AFP.
El casino hotel Hard Rock, con forma de guitarra, es propiedad seminola, la multimillonaria tribu «no conquistada» de Estados Unidos; fue inaugurado el 11 de mayo del 2004.
«Los dólares que ganamos aquí y que generan ingresos hacen la vida un poco más fácil para los miembros de nuestra tribu», explica Marcellus Osceola, presidente del consejo tribal de los seminolas de Florida