La mágica tarde del 16 de julio

Como cada 16 de julio, los ciudadanos de Ceuta se echaron a la calle para acompañar a la imagen de la Virgen del Carmen, patrona del mar, que volvió a dejar estampas para el recuerdo. La Almadraba y el centro disfrutaron de una de las tardes más esperadas del verano caballa, para participar de una tradición que acompaña a los ceutíes desde hace más de 80 años y que, una vez más, dejo constancia de la devoción por la reina de los mares y patrona de los marineros.

Una procesión que solo se puede realizar en las ciudades que esté rodeada del mar, como es el caso de Ceuta y que muchos ciudadanos de otros lugares de España no pueden disfrutar de ella. Por eso, es un regalo que estampas como las de la tarde-noche de ayer se puedan contemplar al calor de los marineros y devotos de la Virgen del Carmen, que en todo momento estuvo respaldada por su pueblo, manteniendo un especial recuerdo a aquellos devotos que fallecieron en el último año como ‘El Chorlito’, Agustín, Pepe Ramos o Juan Rosua, que precisamente fue incinerado horas antes de que la Virgen del Carmen saliera en procesión en el día de ayer.

Es importante que se recalque la defensa de las tradiciones de los pueblos y ciudades de España y que el avance de la sociedad no acabe con procesiones marianas como las de ayer en la que, en el caso de Ceuta, participan incluso hasta personas de otras culturas y religiones, pues son ciudadanos ceutíes que, independientemente de su credo religioso, respaldan y apoyan las culturas y tradiciones de su ciudad natal. Por eso, ver las calles llenas en cada procesión y contemplar la belleza de las imágenes llevadas bajo los hombros de sus hijos, es algo digno de aplaudir en medio de una sociedad en la que ser practicante y participar de los actos religiosos parece, en muchos de los casos, incluso hasta mal visto.

Ceuta vivió otra tarde mágica de verano, como también lo será el próximo 5 de agosto con la procesión de la Patrona de todos los ceutíes, la Virgen de África, que procesionará por las calles de la ciudad ante el amparo de su pueblo.