Carta al Señor presidente de los Estados Unidos de América Donald Trump

Señor presidente, le recordamos algunas palabras suyas sobre España durante la conferencia de la OTAN celebrada en La Haya de los días 24 y 25 de junio de 2025

España no ha cumplido, pero lo hará. Por cierto, está garantizado que lo hará. Era el único país que, de alguna forma, intentó evitar poner el dinero».

También amenazó a España con «pagar el doble».

«Al final nos lo van a terminar pagando, porque no voy a permitir que eso ocurra». España “siempre” ha gastado “muy poco”.

Ahora probablemente sí. Pero no siempre, señor presidente.

Le escribo esta carta como ESPAÑOL, de a pie y aficionado a la historia, no como POLÍTICO, ya que ESPAÑA está muy por encima de los partidos políticos y de unos ideales “si es que existen” de uno u otro lado. Los políticos cambian, pero los países perduran.

Usted debería conocer, como presidente de los Estados Unidos, los inicios de la independencia de su país. Hagamos un poco de recordatorio.

El 7 de junio de 1776, el abogado de Virginia Richard Henry Lee presentó una moción en la cámara para declarar la independencia. El comité presentó la versión final ante el Congreso el 28 de junio de 1776 y el voto para la independencia se ganó el 2 de julio. Sin embargo, el documento no se imprimió hasta el 4 de julio, de ahí la fecha que se da como la del Día de la Independencia. El 4 DE JULIO DE 1776: Los representantes de las trece colonias firmaron la Declaración de Independencia; en dicho documento se reconocía a los Estados Unidos como una nación independiente.

Los Estados Unidos celebraron el día 17 de mayo del presente año el Día de las Fuerzas Armadas, con desfile de armamento y equipamiento. Dicha fecha fue establecida en 1949 por el presidente Harry Truman.

Durante los albores de la independencia de su país, cuando aún no tenían ni armamento ni equipaciones, nada más que hombres para luchar por su independencia contra los británicos. España acudió en su ayuda, en primer lugar extraoficialmente (1776) y más tarde de forma oficial (1779). También lo hizo Francia, aunque en menor medida.

Fue España la que le suministró gran parte del armamento con el que poder lograr su independencia. Algunos de los suministros que recibieron de España fueron:

216 cañones de bronce, 27 morteros, 238 carros con armas, 12.826 bombas, 51.134 balas de mosquetes, 300.000 libras de pólvora, 30 mosquetes con sus bayonetas y fundas, 4.000 tiendas de campaña y 30.000 uniformes completos. Aparte de cantidades enormes de dinero para el mantenimiento de la guerra y pago de soldadas. Podríamos detallarlo todo, señor presidente, pero nos alargaríamos demasiado en el escrito.

Una de las primeras batallas para la independencia fue la batalla de Saratoga, el 19 de diciembre de 1777; dicha batalla la ganaron los estadounidenses, gracias al gran apoyo logístico y financiero de España.

El 3 de septiembre de 1779, después de recibir noticias de la declaración española de guerra contra Gran Bretaña, el general Washington le escribió a John Sullivan: “Tengo el placer de informarte que España, al fin, ha tomado una parte decisiva… Se espera que esta formidable bifurcación de la Casa de los Borbones no falle en establecer la independencia de Norteamérica en corto tiempo…”

John Sullivan, general, delegado del Congreso Continental y juez federal.

Pasemos al año 1781, en vísperas de la última batalla para la independencia de su país (Batalla de Yorktown 28.09.1781). El general Washington y su ejército estaban en unas condiciones deplorables. Las cajas que financiaban la guerra estaban vacías; los agricultores se negaban a suministrar más comestibles por falta de pago. Por otra parte, los marinos franceses del almirante de Grasse, así como la infantería al mando del mariscal de campo Jean-Baptiste Donatien de Virneur, conde de Rochambeau, tampoco tenían dinero para llevar a cabo la que sería la última batalla de la independencia de los Estados Unidos.

Esta batalla pudo desarrollarse gracias a la ayuda española a través del convenio o acuerdo Saavedra-Grasse. Dicho convenio o acuerdo solo contenía tres puntos, pero de suma importancia.

Francisco Saavedra y Sangroni, Comisionado Real en La Habana.

Almirante François Joseph Paul de Grasse, al mando de la flota francesa.

1º España aportaría fondos para que pudieran continuar las operaciones del ejército franco-estadounidense y poder aislar a las tropas británicas en Virginia.

2º Una flota española partiría para defender los puertos franceses en el Caribe.

3º Potenciar el envío de una importante flota, que iría al mando del almirante francés Grasse, que llevaría los fondos enviados por España.

Al no poderse enviar todo el dinero, ya que gran parte del mismo había embarcado para España. Saavedra partió para La Habana, Cuba.

El 15 de agosto Saavedra llegó a La Habana; ni los generales, ni el intendente, ni el tesorero real pudieron aportar nada. Pregonó un empréstito y escribió a las personas más acomodadas, logrando reunir, con la colaboración de las Damas Habaneras, en seis horas los 500.000 pesos, que hizo llegar a Grasse, fondeado a la altura de Matanzas, Cuba.

Gracias a esto, la flota francesa pudo tener el dinero para pagar a la marinería y a las tropas del general Washington, así como a las del teniente general francés Rochambeau, pudiendo partir para Chesapeake, Virginia. La batalla de Chesapeake, que ocurrió el 5 de septiembre de 1781, sería el preludio para la batalla de Yorktown.

La victoria final en Yorktown, Virginia, el 19 de octubre de 1781, última batalla de la independencia de los Estados Unidos, hubiera sido imposible ganarla sin la aportación española.

Hubo presidentes norteamericanos como George Washington (1789-1797) y Thomas Jefferson (1801-1809) que reconocieron la gran ayuda de España para su independencia, pero otros presidentes de los Estados Unidos la han olvidado.

Dejemos el suministro de armamento y dinero, y pasemos a personajes españoles y tropas que ganaron territorios para la independencia de los Estados Unidos.

Bernardo de Gálvez. Destacamos las siguientes batallas: de Baton Rouge, 20-21 de septiembre de 1779; batalla de la Mobila, 7 de enero de 1781; batalla de Pensacola, marzo-mayo de 1781.

No podemos olvidar la importante batalla capitaneada por Fernando de Leyba del Fuerte San Carlos en San Luis, Misuri, el 26 de mayo de 1780, que vetó el suministro de armamento para los ingleses a través del Misisipi.

Luis de Córdoba. Al mando de una escuadra compuesta por 22 navíos españoles, 9 franceses, 6 fragatas, 1 corbeta y 6 balandras, en la batalla del Cabo de Santa María el 9 de agosto de 1780, capturaron a un convoy inglés de 55 transportes, de ellos 36 fragatas, 10 bergantines y 6 paquebotes, con el apresamiento de 1.350 hombres de las dotaciones y 1.357 oficiales de regimientos británicos que pasaban a ultramar.

Esta captura fue una de las acciones más destacadas de España, que contribuiría de una manera significativa a la victoria final en Yorktown.

Con esta derrota británica, Luis de Córdoba con la escuadra española dio un gran paso para que los Estados Unidos pudieran lograr su independencia.

Señor presidente, perdónenos que volvamos a dar otro salto en el tiempo. Al 22 de febrero de 1819. Fecha en que se firmó el Tratado de Adams-Onís, que sería ratificado en 1821. Por dicho tratado, España cedió Florida a su país a cambio de cinco millones de dólares, que España nunca recibió.

Resumen

España envió más de 3 millones de pesos (actualmente equivalentes a miles de millones de dólares) en armas, suministros y préstamos directos a las colonias americanas, además de miles de soldados y marineros. Este apoyo fue fundamental para financiar la guerra y equipar al ejército de George Washington.

El bloqueo naval francés, financiado por España, impidió la llegada de refuerzos británicos a Yorktown.

El importante aporte financiero y militar sería crucial para la independencia estadounidense, que, como hemos comentado, se conseguiría con la victoria final en la batalla de Yorktown.

Como podrá comprobar, señor presidente, España no “siempre” gastó “muy poco”, sobre todo en la ayuda para que los Estados Unidos lograran su independencia.

Curiosamente, y por lo falsa que es la política, todos los esfuerzos de España fueron para que su país lograra su independencia de los ingleses.

Con el tiempo se tornaron las cosas; los ingleses se convirtieron en su principal aliado hasta el punto de llamarse entre ambos “los primos”. Y se olvidaron de España.

Señor presidente, a mediados del siglo XVIII, la nación española era poderosa y los Estados Unidos de América necesitaron su ayuda. Y ahora usted se pone contra España, olvidando todo lo que hizo por su país.

Lo que es verdaderamente extraño es el trato especial que dan los Estados Unidos a Marruecos, simplemente por ser el primer país que reconoció la independencia norteamericana el 1 de diciembre de 1777 por medio del sultán Mohamed ben Abdullah, Mohamed III (aunque la independencia no se consolidó hasta el Tratado de París del 3 de septiembre de 1783). Tratado firmado conjuntamente por los representantes de Gran Bretaña, Francia y España. Aunque España ya había hecho el reconocimiento el 20 de febrero de 1783 a la llegada a Madrid del Encargado de Negocios interino de los Estados Unidos William Carmichael.

Señor presidente, reconozca que fue España la que gastó no poco, sino mucho, proporcionando a su país el gran apoyo económico, material y humano para poder lograr dicha independencia.

España no olvida y, aunque nunca hizo una reclamación oficial de lo invertido, siempre mantuvo viva en la memoria su gran contribución para la independencia de los Estados Unidos de América. España no olvida, pero usted sí, señor presidente.

Sin otro particular, quedo suyo, affmo.

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