El denunciante que perdió un ojo por una puñalada en Los Rosales exculpa ahora al acusado: "No es él"
TRIBUNALES
De la misma manera, un testigo que iba en el coche con la víctima antes del altercado también se ha desdicho de su declaración en Instrucción y con la Policía Nacional, cuerpo al que acusa de hacer que él mintiera en sede judicial
En la última vista de la temporada judicial en la Audiencia Provincial en Ceuta se ha juzgado a un joven que responde a las iniciales Z.M.H. —alias 'Tutu'— como acusado de haber dado una puñalada en el ojo a otro en la barriada de los Rosales en la noche del viernes 22 de septiembre de 2023. Los chavales que lo incriminaron, según la Policía Nacional, eran cercanos por aquel entonces al conocido como 'clan de los piolines', pero en el juicio de este miércoles ambos se han desdicho de sus declaraciones anteriores y han exculpado al investigado. De acuerdo con los mismos agentes, este último habría pertenecido a la 'banda de los tayenas' en el momento de los hechos, grupo tradicionalmente enfrentado al primero. La Fiscalía pide nueve años de cárcel por un delito de lesiones y el procesado se encuentra en prisión provisional desde que fue arrestado por esta causa.
La vista ha comenzado con la renuncia de la letrada que representa los intereses de la víctima y la propia negativa a reclamar una indemnización por las lesiones que sufrió el joven apuñalado, que luego ha sido el primero en testificar. Al igual que el compañero que supuestamente iba con él en el coche el día de autos, el perjudicado también ha sido presionado por parte de la Fiscalía para asegurar si estaba diciendo este miércoles la verdad o la dijo en Instrucción y cuando la Policía le tomó la declaración. En la misma línea, la fiscal ha insistido al primero que se pronunciara si tiene relación con los mencionados clanes y si ha sido coaccionado para testificar este miércoles, con las correspondientes negativas del joven.
Antes de este "giro radical" testifical, ambos chavales habían declarado que iban a bordo del vehículo del segundo testigo y que se habían encontrado a un grupo de jóvenes aquella noche. Entonces, el piloto se habría bajado del vehículo porque el acusado "lo había mirado mal". A partir de ahí habría comenzado una pelea entre estos dos últimos, y la víctima del apuñalamiento se habría interpuesto entre ambos para evitar el enfrentamiento, con el resultado letal de ser golpeado por "una faca" o "un cuchillo blanco" en la cuenca ocular, la espalda y el cuello. Tuvo también lesiones en una oreja, de acuerdo con la Fiscalía.
La víctima también ha declarado que, tras tres operaciones quirúrgicas, ha perdido completamente la vista, así como que "no puede acusar a una persona" a la que le piden prisión. "No es él", ha aclarado, tras haber dicho primero que no sabía quién le había asestado la puñalada. El segundo testigo y piloto del vehículo ha ido más allá y ha acusado a la Policía de coaccionarlo para incriminar al chaval sentado en el banquillo.
Tras estas declaraciones han testificado más de cinco agentes de Policía, entre ellos el instructor de la investigación. Este último ha informado sobre la cercanía en el momento de los hechos de ambos testigos al 'clan de los piolines', así como de la proximidad entonces del acusado a la 'banda de los tayenas'. También ha dicho que la víctima en la actualidad ha estado más alejado del primer grupo y que ahora puede que esté más próximo al segundo. El resto de policías actuantes han negado haber presionado al piloto para que incriminase al acusado, al igual que tampoco a la víctima en su declaración. Otro de los agentes ha recordado el fuerte dispositivo de seguridad desplegado en el Hospital Universitario la noche de autos.
Finalmente, el acusado ha sido interrogado y solo ha respondido una única cuestión del abogado que ejerce su defensa. "¿Usted ha causado alguna lesión al perjudicado?", le ha preguntado, cosechando una escueta respuesta: "No".
"Quiero que me pongan en libertad"
La Fiscalía ha pedido que el tribunal tenga en cuenta las primeras y más espontáneas declaraciones de los dos testigos de referencia, habiendo reconocido incluso en una rueda de identificación ocular el perjudicado a quien entonces creía que fue su atacante. De la misma manera, ha defendido que los agentes de policía han dicho la verdad y ha argumentado que la pena de nueve años es "proporcional" a los antecedentes que le constan al acusado, entre ellos detenciones por homicidios dolosos y condenas por lesiones, quebrantamiento, resistencia a la autoridad o robo con violencia e intimidación. También ha pedido deducir las declaraciones de los testigos por falso testimonio.
Por su parte, el abogado de la defensa no solo ha argumentado la inocencia de su cliente por falta de pruebas, sino que también ha exigido su "inmediata puesta en libertad" tras haber pasado éste dos años en prisión provisional por un delito que asegura no haber cometido. También ha expuesto que los testigos mintieron en sus primeras declaraciones y ha pedido al tribunal "dejar las historias de clanes y bandas para programas como 'Equipo de investigación'".
Por último, en el ejercicio de su derecho a la última palabra, el acusado se ha expresado de esta manera: "Soy inocente, señoría, y llevo dos años en prisión sin haber hecho nada. Quiero que me pongan en libertad", ha concluido.
El juicio ha quedado visto para sentencia este miércoles.
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