Susana Burgos: “Ceuta tiene demasiadas fortalezas como para fijarse en sus debilidades”

POLÍTICA / ECONOMÍA

La periodista caballa y colaboradora habitual de medios de comunicación a nivel nacional apuesta por reforzar la autoestima de los residentes en las ciudades autónomas para impulsar la economía local

Para la periodista caballa Susana Burgos (54 años) Ceuta y Melilla son dos ciudades ejemplos y “modelos de convivencia” en las que debería fijarse tanto España como la Unión Europea en ese “reto colosal” que es el asunto migratorio en la Frontera Sur del continente; un tema al que, en su opinión, los grandes partidos políticos “han dado la espalda”, a diferencia que las formaciones de ultraderecha a nivel mundial, que lo han “abrazado” o “abanderado”. “A mí me parece que es un problema que crezca la ultraderecha en toda Europa”, se moja, como de costumbre, esta analista económica y política en diversos medios de comunición a nivel nacional como El Debate, esRadio, Telecinco o La Sexta.

Burgos nació en Ceuta y creció en la céntrica calle Espino de la ciudad autónoma hasta su marcha a Madrid con 18 años, donde más tarde estudió carrera y máster, se casó y tuvo descendencia. De niña, mientras sus amigas oían música en los 40 Principales, ella ya escuchaba los informativos en la radio, un medio que “siempre le gustó” por delante de los otros y en el que ha volcado gran parte de su extensa carrera: prácticas en COPE y en Onda Cero Ceuta —además de en El Faro—, y luego en Madrid pasó por Radio Nacional de España, luego estuvo 19 años en Intereconomía y, por último, en Televisión Española, donde trabajó hasta hace poco más de un lustro. “No recuerdo en qué momento empecé a visualizarme con un micrófono delante”, confiesa, pero sí que sabe que esto pasó cuando era “muy pequeña”, por lo que su amor por el periodismo siempre fue “muy vocacional“.

En 2013 fundó la agencia Portavoces —especializada en la formación de directivos y consultora de multinacionales como Weber Shandwick— y desde hace cinco años se encarga de hacer la newsletter ‘Ceuta en la prensa’ para la Fundación Interservicios, con la que cuenta a ceutíes que residen dentro y fuera de la ciudad, además de a habitantes de la Península, lo que acontece desde el punto de vista geoestratégico o geopolítico en la prensa local, nacional e internacional. “Fundamentalmente, en la prensa marroquí”, aclara sobre el último extremo, un tipo de informaciones que lleva “toda la vida” leyendo pero que ahora observa con un tono especialmente “oficialista“, “muy inamistoso y agresivo” o “muy beligerante”. “Hay mucha información que habla de que hay que devolver Ceuta y Melilla a Marruecos en un tono especialmente grave. Eso siempre ha estado ahí, pero ahora el tono es especialmente inadmisible”, considera.

A pesar de la distancia y los años fuera, Burgos continúa “muy vinculada” a la Perla del Mediterráneo no solo por la newsletter, sino también por la familia que le queda en Ceuta y por los grupos de amistades de los colegios donde estudió, La Inmaculada y el San Agustín. Con los compañeros de este último comparte un grupo de WhatsApp con el que asegura que se entera a diario “si sopla el levante o el poniente”.

Aunque visite la ciudad autónoma “menos de lo que le gustaría”, la última cita la tuvo como presentadora del 40 aniversario de la Confederación de Empresarios de Ceuta el pasado septiembre en el Centro del Mayor, pero más recientemente, a finales de junio, presentó —telemáticamente y como coautora— el informe ‘Identidad, economía y estrategia: un nuevo relato para Ceuta y Melilla’ del Observatorio de Ceuta y Melilla en colaboración con la UNED. Para su alegría, este documento que escribió con la economista ceutí Sony Vashdev y con la empresaria melillense Najat Mohamed Maanan “está teniendo mucha repercusión en Madrid”, lo que le ha ha podido comentarlo de manera extendida en “programas largos” de medios como Onda Madrid, Intereconomía o Capital Radio.

La hora de la autoestima

Burgos tituló el primer capítulo del citado informe ‘La hora de la autoestima’, y con él pretende revindicar “la suerte de ser de Ceuta y de Melilla” contrarrestando los estereotipos negativos con una visión positiva o particular de las ciudades españolas en el norte de África.

Para esta periodista especializada en economía “lo primordial es hacer más pedagogía de todo lo que tiene que ofrecer Ceuta, y particularmente de las ventajas fiscales” porque “lo que no se conoce, no se ama, no se defiende y no se aprovecha”, enumera, distinguiendo los apartados de su parte del informe.

Según Burgos, es clave que Ceuta no solo aproveche los beneficios fiscales que puede ofrecer a las empresas del juego online —que ya genera el 10% del empleo en la ciudad autónoma—, sino también a otros sectores estratégicos para “acompañar ese latido de la economía digital”.

Su modelo de referencia a nivel ciudad es Málaga, una capital que también está explotando sectores importantes como el de los “grandes gigantes tecnológicos” o recibiendo “inversiones inmobiliarias importantísimas”.

“Tenemos un Gobierno que en lugar de pararle los pies a Marruecos no para de decir que las relaciones son excelentes”

“Tenemos un Gobierno que en lugar de pararle los pies a Marruecos no para de decir que las relaciones son excelentes, mejores que nunca”, reflexiona Burgos en la materia de política internacional, añadiendo que “cuesta trabajo creer eso” sobre todo porque el Ejecutivo dice esto “continuamente y solo cada vez que pasa algo relacionado con Ceuta y Melilla”.

Para esta periodista, las aduanas comerciales establecidas recientemente entre el vecino país y las ciudades autónomas —y cerradas temporalmente este mes de julio— “no funcionaban como tal”, por lo que “lo único” que ve “positivo” de su suspensión es que con ella “no se está perjudicando a los empresarios y a la economía local”. No obstante, “nadie se cree” que “con la excusa” de la Operación Paso del Estrecho haya que cerrar las aduanas, que “además abrieron infinitamente más tarde de lo anunciado y pactado con Rabat”.

“El Gobierno está empleando o practicando una política de sumisión a Marruecos desde mi punto de vista bastante absurda, porque toda esa política siempre se vuelve en contra”, continúa Burgos, esta vez argumentándolo con el giro diplomático que supuso en marzo de 2022 aprobar la propuesta marroquí de la autonomía del Sáhara Occidental “olvidando la responsabilidad histórica” que tiene España con las personas saharauis y “sin consultarlo con nadie”: ni con la oposición ni con los partidos de la colación; entonces Podemos y ahora Sumar.

“El PSOE se puso en contra de los partidos a su izquierda para adoptar una posición que ni siquiera ha sido capaz de explicar todavía a los españoles y que no consensuó ni en el seno del Gobierno”, recuerda la periodista, añadiendo que “las consecuencias económicas también fueron terribles” con respecto a las relaciones con Argelia, un país que tradicionalmente ha apoyado los intereses de la población saharaui. Otra consecuencia que apunta: la “avalancha” migratoria de mayo de 2021, que vio como “un tanteo” de Marruecos en su política “que mantiene siempre" de “tener asustados” a los españoles.

Finalmente, esta “sumisión” a los intereses del vecino país se manifiesta en la falta de representación de la Casa Real española en las ciudades autónomas. Los monarcas, entonces, Juan Carlos y Sofía, visitaron Ceuta y Melilla en 2007, una recepción que “fue una locura” y “maravillosa” por parte de la población residente pero que Marruecos interpretó entonces como “un gesto inamistoso”.

“Los reyes estuvieron después de la pandemia, don Felipe y doña Leticia, en todas las comunidades autónomas menos en Ceuta y Melilla”, recuerda Burgos, añadiendo que “eso es un problema que se tiene que corregir”. "Ya está tardando el Gobierno en autorizar ese viaje, que nos consta que tienen muchas ganas de hacer los reyes”, afirma, apoyándose en lo “receptivo” que se ha mostrado el actual monarca español en cuanto a conocer “las inquietudes, los problemas, los retos y los desafíos” del modelo socioeconómico de Ceuta en otros encuentros celebrados en Madrid con las autoridades de la ciudad autónoma.

“Lo tengo muy claro: la política de sumisión del Gobierno de Pedro Sánchez hacia Marruecos es la que está impidiendo que los reyes vayan a Ceuta y Melilla, cuando es un viaje inexplicablemente aplazado desde la pandemia, desde hace cinco años”, concluye su crítica.

“Quizás no tenemos conciencia de lo que implica que cuatro culturas convivan”

“Y lo que no se cambia, no se mejora”, continúa en el aspecto más constructivo Burgos, siguiendo su planteamiento del informe. “Necesitamos dosis de autoestima que nos hagan ver Ceuta como una ciudad de futuro y no sólo de presente”, considera la periodista, en su reflexión de que gran parte de los residentes en la ciudad autónoma “son conscientes de que en Ceuta se vive maravillosamente bien” pero, sin embargo, “pocos tienen la confianza o la intención de que sus hijos se queden cuando acaben de estudiar” o de hacerlo ellos mismos a la hora de jubilarse en la Perla del Mediterráneo.

Para Burgos esto no solo perjudica la economía o las inversiones, sino también las “conjeturas” o “especulaciones” que surgen en la prensa cuando hay un cambio geoestratégico importante, como la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca, el reciente acuerdo con Gibraltar o la reactivación del “silente” Comité de Coordinación para la Liberación de Ceuta y Melilla.

Por contra, y para que la autoestima de las ciudades autónomas prevalezca sobre los estereotipos negativos, Burgos propone varios puntos clave. El primero, “mirar menos al vecino del sur y mirar más hacia Andalucía, España y Europa” ya que Marruecos “no ha demostrado ser un socio confiable” y la economía existente en el siglo XX en torno a la frontera “ya no está”.

El segundo punto de fomento de ese “orgullo de pertenencia” es que los medios de comunicación locales “pongan el foco más en lo positivo que en lo negativo”, pero siempre “sin dejar de ser profesionales”. “Que se haga un mayor esfuerzo por contar todo lo bueno para neutralizar todo lo negativo que se dice desde fuera”, desea.

En relación a este último punto, Burgos plantea que los actores clave —no solo mediáticos, sino también empresariales o políticos—, se fijen más en las “fortalezas” o “particularidades” de Ceuta y de Melilla y no siempre en la visión negativa que se tiene de un fenómeno como la migración, cerrando el círculo de la entrevista. “El debate de la inmigración no está resuelto, pero tarde o temprano, aunque sea por por interés propio y aunque sea para parar los pies a la ultraderecha, este asunto se tiene que tomar en serio en Europa. Y tienen ahí, en la Frontera Sur, dos ciudades que son ejemplo de convivencia de musulmanes, hindúes, judíos y cristianos. Quizás no tenemos conciencia de la riqueza cultural que implica que cuatro culturas convivan”, insiste la periodista, subrayando la particularidad también geográfica y política de las ciudades autónomas.

Para finalizar, Burgos pone un ejemplo evidente de cómo convertir una debilidad en fortaleza solamente cambiando el punto de vista. Para ella el paradigma está en la falta de aeropuerto, pero en la existencia del helipuerto. “Puedes plantear que Ceuta no tiene aeropuerto y que eso es un hándicap”, comienza. “No, no tenemos aeropuerto, pero el ir en helicóptero a Ceuta y el que los visitantes y los residentes puedan coger el helicóptero es una experiencia de turismo maravillosa, porque la mayoría de la gente no se ha montado en uno nunca, y es un viaje precioso y muy agradable”, ejemplifica.

“A las peculiaridades que normalmente hemos entendido en clave de debilidad hay que darles la vuelta y convertirlas en fortalezas. Es necesario que nosotros nos lo creamos para que se lo puedan creer fuera de España y, por supuesto, en la Península. Ceuta tiene demasiadas fortalezas como para fijarse en sus debilidades”, remata su entrevista Burgos.

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