Condenado un residente del CETI por un delito leve de maltrato

Un joven residente del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta fue condenado este domingo a nueve meses de prisión por un delito de coacción y un delito leve de maltrato de obra y lesiones. El sujeto fue detenido en la noche del sábado como presunto autor de una agresión sexual a una enfermera que se encontraba trabajando en el centro.

Tras pasar a disposición judicial, el varón de 20 años procedente de Guinea Conakry aceptó una conformidad y reconoció los hechos. Se le condenó a nueve meses de prisión y 3 meses de alejamiento por el delito de coacciones.

También fue condenado a pagar una cuota diaria de 5 euros durante 45 días por el delito leve de maltrato de obra y lesiones, según han confirmado a este diario fuentes judiciales.

Los hechos ocurrieron alrededor de la medianoche, cuando la sanitaria se encontraba desarrollando su labor habitual. Según ha podido saber este diario, la profesional se disponía a administrar una inyección al residente cuando, tras pedirle que se colocara de espaldas, el joven se dio la vuelta repentinamente y se bajó los pantalones, dejando ver sus partes íntimas y quedando ella expuesta a una situación de vulnerabilidad e intimidación.

De acuerdo con el relato de la víctima, que han trasladado fuentes policiales a este medio, el individuo también la sujetó del brazo con fuerza, lo que motivó a la enfermera a pedir ayuda. La intervención de otros trabajadores del centro y el aviso inmediato a la Policía Nacional activaron una rápida respuesta de las autoridades.

Hasta el CETI se desplazaron varias patrullas, incluida una dotación de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), con el objetivo de garantizar la seguridad en el entorno y proceder a la detención del presunto agresor. El joven fue trasladado a dependencias policiales, donde permanece a la espera de pasar a disposición judicial.

La víctima, por su parte, acudió a la Jefatura Superior de Policía para interponer la correspondiente denuncia. En el parte médico que se presentó como prueba figura la existencia de un hematoma en el brazo, presuntamente causado durante el forcejeo.

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