Trabajadores del centro penitenciario de Ceuta denuncian riesgo eléctrico en la zona de cocinas

CENTRO PENITENCIARIO

Los empleados recalcan que el trabajo en la cocina de un centro penitenciario ya implica de por sí un entorno de calor, humedad y actividad constante, condiciones que pueden incrementar la peligrosidad si se combina con instalaciones eléctricas sin protección adecuada

FOTO CEDIDA
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Varios trabajadores del Centro Penitenciario de Fuerte Mendizábal, en Ceuta, han denunciado públicamente la existencia de una situación que consideran de “grave peligrosidad” en la zona de cocinas de la prisión, debido a la presencia de cables eléctricos de alta tensión junto a conducciones de agua.

Según han explicado a El Pueblo de Ceuta, detrás de los electrodomésticos industriales se encuentran tendidos varios cables eléctricos que, según sus estimaciones, transportan más de 340 voltios. Estos cables discurren junto a tubos y gomas por los que circula agua, lo que, a juicio de los empleados, constituye un riesgo potencial para la seguridad de quienes desarrollan su labor en esa área.

Las imágenes facilitadas por los propios trabajadores muestran cómo los cables se extienden por el suelo, en paralelo y en contacto visual con conducciones hidráulicas, sin contar con una protección o recubrimiento especial que minimice el riesgo. “En caso de que uno de esos cables sufriera daños y el agua entrara en contacto con él, podría provocar lesiones graves e incluso un accidente fatal”, han alertado.

Esta circunstancia, aseguran, se ha puesto en conocimiento tanto de la dirección del centro penitenciario como de los representantes sindicales con el objetivo de que se adopten medidas urgentes que eliminen el riesgo. “No se trata de una cuestión menor; aquí se está jugando con la integridad física de los trabajadores”, han insistido mientras señalan a la dirección para indicar que “una vez más demuestran su incapacidad e incompetencia para gestionar el Centro Penitenciario”.

Los empleados recalcan que el trabajo en la cocina de un centro penitenciario ya implica de por sí un entorno de calor, humedad y actividad constante, condiciones que pueden incrementar la peligrosidad si se combina con instalaciones eléctricas sin protección adecuada.

Fuentes consultadas subrayan que el problema no es reciente, pero que se ha hecho más evidente en las últimas semanas debido a la acumulación de humedad y al uso continuado de los equipos. Los trabajadores temen que, de no actuar de inmediato, pueda producirse un accidente con consecuencias graves.

Los denunciantes reclaman que se proceda al aislamiento de los cables, se reubiquen las conducciones o se adopten las medidas técnicas necesarias para evitar que la electricidad y el agua compartan el mismo espacio de trabajo sin las debidas garantías.

Hasta el momento, no ha trascendido la respuesta oficial de la dirección del centro sobre esta reclamación, aunque los empleados insisten en que seguirán trasladando su preocupación a los cauces pertinentes para evitar que la situación derive en un incidente.

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