Carta dirigida a la Sra. Cristina Rivero, veterinaria de la Consejería de Sanidad en Ceuta
Raquel Carmona*
Me dirijo a usted para recordarle que no debería permitir lo que está ocurriendo en nuestra ciudad. Su obligación ética y profesional recogida en el juramento veterinario, es velar por el bienestar animal en todas las etapas de su vida, incluida la muerte. Sin embargo, la realidad a la que nos enfrentamos es indigna y dolorosa: “Animales fallecidos amontonados junto a restos en descomposición permanecen durante semanas en un contenedor frigorífico a la espera de ser trasladados a la península para una incineración colectiva junto con restos de ganado, vísceras y otros desechos de animales destinados al consumo humano”. Echo que usted permite y aprueba.
El trato que reciben nuestras mascotas en estas circunstancias es más propio de una película de terror que de una ciudad que dice preocuparse por el bienestar animal. Mentiras, mentiras y más mentiras.
Para quienes consideramos a nuestras mascotas miembros de la familia, este trato indigno debe acabar lo antes posible, y desde el cargo que usted ocupa al frente de la Consejería de Sanidad Animal, impulse las medidas necesarias para poner fin a esta práctica y garantizar que nuestras mascotas reciban, incluso después de su muerte, el respeto y la dignidad que merecen.
Espero que usted duerma tranquila, porque hay otras personas que no pueden hacerlo.
* Movimiento Ciudadano para la Dignidad Animal