PASO DEL ESTRECHO
Ceuta cierra con números rojos la Operación Paso del Estrecho
MIGRACIONES
La niebla ha propiciado esta madrugada un incremento de los intentos de entradas irregulares a Ceuta, que ha concluido con el acceso de dos menores migrantes solos. Los niños son atendidos por la Ciudad Autónoma, cuyos recursos de acogida continúan saturados. Pese a tener solo 132 plazas, el área de Menores asume el cuidado de unos 480. En la jornada de ayer, alrededor 15 personas se presentaron en la Jefatura Superior de Policía para notificar su llegada y ser fichados. No se ha determinado aún si son adultos, para lo cual han sido sometidos a las pruebas pertinentes.
“La entrada es permanente. Casi todos los días. Están entrando muchos”, resumen fuentes policiales a El Pueblo de Ceuta tras una nueva madrugada de presión migratoria alta después de varias noches de “tranquilidad”. Numerosas personas han aprovechado las condiciones climáticas adversas para lanzarse al mar tratando de nadar a Ceuta sin ser vistos. Las autoridades españolas no contabilizan los intentos, aunque apuntan a que puedan ser centenares. Muchos de ellos nunca alcanzaron el perímetro español gracias al control de Marruecos.
Los accesos irregulares se producen “a diario” tanto por el mar como a través de la valla. Las fuentes consultadas indican que, desde hace semanas, el volumen de trabajo de los compañeros de asilo es elevado. Aseguran que cada jornada deben atender a más de una decena de ellos. El protocolo establece que, en primer lugar, el migrante debe personarse en la Jefatura, donde los agentes les informan de sus derechos y ellos, además de pedir asilo, ofrecen sus datos para ser reseñados y poder acogerse a uno de los dos sistemas de protección: los adultos van al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) -dependiente del Gobierno de España- y los menores a los centros de acogida de la Ciudad Autónoma.
Una vez piden asilo pueden pasar semanas hasta que se someten a la larga entrevista -que puede durar hasta 3 horas y donde están presentes abogados, traductores, agentes o personal de administración- que determina su concesión. Mientras tanto, permanecen en los centros de acogida. La administración local reconoce que sus instalaciones están sobreocupadas, pero la Delegación del Gobierno en Ceuta niega que el CETI se encuentre en la misma situación. Mantienen que la ocupación es de unos 600 residentes, mientras fuentes internas del centro hablan de más de 800, lo cual garantizan las fuentes policiales consultadas.
Para descongestionar las instalaciones, la Delegación organiza traslados de residentes del CETI a la península casi semanalmente. El último, de 48 personas procedentes en su mayoría de Argelia, Sudán y Guinea Conakry, se produjo el pasado jueves. Traslados a otras regiones de España necesitan también en el área de Menores, donde esperan como agua de mayo la llegada del 28 de agosto, cuando arrancarán las conversaciones entre autonomías para iniciar la reubicación de 3.000 niños procedentes de Canarias, Ceuta y Melilla. Unos 15 días atrás tuvo lugar la partida de un grupo de 27 menores marroquíes, que marcharon hasta la península el 28 de julio en el marco de un acuerdo de cooperación con la Junta de Andalucía, que prevé traslados puntuales para aliviar la presión sobre Ceuta.
Control en la frontera
Pese a la intensidad vivida esta última madrugada, desde la Guardia Civil trasladaron a este diario que las noches anteriores fueron de presión media. En gran parte, por la permanente y “efectiva colaboración” de Marruecos. Las fuerzas marroquíes, en especial la Marina Real, con sus embarcaciones, despliegan sus recursos cada noche para frenar el avance de los jóvenes que se zambullen en el mar para nadar hasta Ceuta.
Esto permite que la labor de control de la Guardia Civil en la parte española sea más asumible, ya que son pocos los que logran acceder a su territorio. La Benemérita activa a diario al Servicio Marítimo, a la patrulla de costas, al Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) y al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS). Estos últimos estuvieron a cargo de actuar durante la tarde del jueves ante un nuevo episodio del drama que suponen las migraciones irregulares: los que no viven para contarlo.
En el mediodía del jueves, la Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta ordenó a los GEAS el traslado hasta la zona costera de Fuente Caballo para proceder a la recuperación de un cadáver que había sido visto flotando en el agua. Como de costumbre, se trataba del cuerpo sin vida de un joven, cuya edad sigue sin conocerse a la espera de la autopsia del forense, aunque se cree que debe oscilar entre los 16 y los 20 años. De aspecto magrebí, no portaba traje de neopreno ni aletas, sino ropa de baño. No llevaba documentación encima, según el instituto armado.
Es el decimonoveno cadáver hallado en el agua en lo que va de 2025. Todos ellos pertenecían a varones jóvenes que perdieron la vida tratando de cruzar a Ceuta nadando desde Marruecos.
Sigue el canal de El Pueblo de Ceuta en WhatsApp. Pincha aquí, dale a SEGUIR y encontrarás toda la actualidad informativa de la jornada ceutí
También te puede interesar
PASO DEL ESTRECHO
Ceuta cierra con números rojos la Operación Paso del Estrecho
Nuevo parque de bomberos
El PSOE exige la modernización urgente del servicio de Bomberos de Ceuta
Promover hábitos saludables en el alumnado
El Colegio Rey Juan Carlos I junto con el AMPA lanza la iniciativa 'Martes locos por la fruta'
Lo último