Empieza la aventura para medio centenar de jóvenes en el 'Miguel De Luque'

Es un momento temido y, ¿por qué no?, deseado: el instante de la separación entre padres e hijos, que en la mayoría de los casos por primera vez van a pasar unos días alejados. Es lo que tiene el Campamento Juvenil organizado por la Ciudad Autónoma: medio centenar de jóvenes con edades comprendidas entre los 8 y los 13 años que van a disfrutar de unos días en el Complejo Rural ‘Miguel De Luque’.

Algunas madres no ocultaban la dicotomía de sensación: algo de pena porque el retoño parece que ya vuela solo, y la infancia empieza, poco a poco, a dejar de serlo y una cierta alegría por tener unos días para los niños. “¿Pena?. Ahora empiezan las vacaciones”, sentencia una sin complejos.

El caso es que van en buena compañía: la de la Casa de la Juventud y los cinco monitores -alguno más se sumará, eventualmente- de la empresa Educador. El objetivo para la Casa, dice Eva Rodríguez, es que los pequeños “tengan autonomía, sociabilicen con otros chicos, estén en el entorno de la naturaleza y realicen actividades y talleres que sean de coeducación, de sociabilidad... En definitiva, un poquito de todo y que se lo pasen muy bien, eso sí es fundamental”.

De ello se encargará, entre otros, José Ángel Rivas, de Educador. Resume muy bien la filosofía de este campamento con esta frase: “a mí que aprendan a hacer un llavero, si soy sincero, bueno, pues eso que se llevan, si lo hacen, pero si ayuda al compañero que no sabe, es lo que me interesa más. Esa persona que sabe, no te preocupes que yo te lo gozo, o yo te ayudo, o yo te digo como se hace”.

Todo ello, y, por supuesto, diversión. Paint-ball, rutas senderistas, manualidades, talleres de circo o talleres de baile, entre otras cosas. También enseñanzas que son importantes: “siempre viene bien que los niños sepan cómo actuar en cada momento, no que sean héroes, pero si es cierto que te han que llamar al 112 y cosas muy básicas que también vemos como algo importante. Por ejemplo, a piscina: nosotros tenemos piscina, pero no nos enfocamos como “vamos a bañarnos”, sino también a enseñarles un poco a nadar, como hay algunos chiquillos que pueden ser que no sepan nadar, o incluso a divertirse, que al final de cuentas es lo verdaderamente fundamental”, explica Rivas. Es el segundo campamento organizado por la Casa de la Juventud, tras el que tuvo lugar hace algunos días en Fuente Naguelles (Málaga), y días antes de otro dedicado específicamente a corresponsales juveniles. Eva Rodríguez desliza que probablemente haya “algo en Navidad”. No es seguro. Lo que si es cierto es que los pequeños de cincuenta hogares vuelan solos e ilusionados por primera vez, y sus padres quedan envueltos entre la ilusión y la nostalgia.

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