Ceuta y el incivismo: un problema crónico

Desde hace un par de años, la Ciudad de Ceuta tiene una empresa, llamada Servilimpce, a través de la cual se ha municipalizado el servicio de limpieza. Una sociedad municipal que pagamos todos con nuestros impuestos y a la que cabe exigirle, evidentemente, que cumpla con su cometido y tengamos unas calles si no resplandescientes, al menos si presentables.

Partiendo de esa base, que es cierta, tal vez los operarios de Servilimpce tendrían menos trabajo si todos contribuyeramos a hacer bueno aquello de que es más limpio quien menos ensucia. Porque resulta que de un tiempo a esta parte, los contenedores urbanos se están convirtiendo en una suerte de pequeños vertederos.

Las imágenes que acompañan esta información se han tomado en la segunda fase del Polígono Vírgen de África, pero bien podrían corresponder a otros puntos de la ciudad. En las últimas fechas, proliferan los televisores en los contenedores: nos alegramos de que alguien pueda mejorar su aparato de televisión, pero creemos que no cuesta tanto meterlo dentro del contenedor. Al menos, en el caso del Polígono alguien ha tenido un mínimo de decencia y lo ha dejado al lado: en otros lados, como los Grupos San Daniel, hay gente que directamente los ha dejado en un pequeño parterre a la entrada de la barriada. Y quien dice televisores, dice sofás, ventiladores, lavadoras, etc, en distintos puntos de la ciudad.

Ocurre lo mismo con el monte: como les hemos venido contando en los últimos días, estamos en alerta roja. Y como les hemos venido contando también, el animal que más contamina en nuestro ecosistema sigue siendo el ser humano. Luego, Dios no lo quiera, lamentaremos las consecuencias. Y no es tan difícil: simplemente, las cosas a la basura. Y, por cierto, a su hora si es posible.

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