PASO DEL ESTRECHO
Ceuta cierra con números rojos la Operación Paso del Estrecho
SOCIEDAD
La cara de José Francisco Ríos lo decía todo. Su sonría permanecía inmutable, y su corbata de animales exóticos bien colocada sobre una camisa azul. Encima, una chaqueta gris con pañuelo floreado en el bolsillo y, en la solapa izquierda, un pin con la bandera de Portugal. El cónsul del país lusófono estaba de celebración este jueves, cuando le tocó recibir la visita del capitán de la Marina Portuguesa Dário Precioso y de los cadetes António Jorge y Henrique Garcia. El ceutí llevaba seis años esperando dar la bienvenida a representantes de la república vecina. Esta mañana se vistió acorde y, junto a la jefa de Protocolo del consulado, Marta Rodríguez, ejerció de anfitrión para mostrar un poco de la “Ceuta portuguesa” a los militares, que llegaron en la noche del miércoles a bordo de la fragata NRP Zarco, atracada en el puerto deportivo Marina Hércules.
No era la primera vez en Ceuta para Precioso, comandante del navío desde que hace tres años comenzara su misión, pero sí para Jorge, que próximamente ascenderá a oficial general de Marina, y para Garcia, que finalizará su formación convertido en oficial de Ingeniería Mecánica. El primero procede de Braga, al norte del país; los otros dos, de Lisboa y alrededores. Pasadas las 10:30h, tomaron asiento frente al escritorio de madera del cónsul, ataviados con uniformes de un blanco pulcro, botones dorados y charreteras a los hombros. Solo el más experimentado lucía condecoraciones en su pecho, y todos portaban una gorra de plato bajo el brazo izquierdo.
“Ceuta me impresiona. Esa mezcla de que estamos en España, pero, al mismo tiempo, estamos pisando África… Es una experiencia diferente”, enunció el capitán en un español que dejaba entrever cuál es su lengua materna. “Para nosotros es un placer. Entrar en el Mediterráneo, atravesar el estrecho, es toda una experiencia para los cadetes, que dentro de nada serán oficiales”, continuó dirigiéndose a Ríos, que le observaba sin abandonar una sonrisa que mantuvo el resto de la jornada. Dedicó todo el día a pasear con los militares por rincones como el Teatro Auditorio Revellín, las Murallas Reales -de construcción portuguesa- o el Palacio Autonómico, donde fueron recibidos por el presidente, Juan Vivas, y el consejero de Comercio, Turismo, Empleo y Deportes, Nicola Cecchi.
El viaje se prolonga por tres semanas y arrancó hace una en Lisboa, desde su base naval. Tras pasar por varios puertos nacionales, llegaron a España, donde Puerto Sherry fue el primer destino. Allí fueron recibidos por la subdelegada del Gobierno en Cádiz, Blanca Flores, el pasado lunes. Después de que abandonen la ciudad autónoma, este sábado, partirán hacia Málaga, Algeciras, Mazagón y, más tarde, de vuelta a Portugal, hasta finalizar el 12 de septiembre. El comandante explicó que el principal objetivo del viaje es “el entrenamiento de los cadetes”, para lo cual está diseñada la fragata, un buque escuela con un “papel fundamental” en la formación marítima y la representación internacional de Portugal.
Los cadetes hacen de todo en el navío. Allí realizan guardias, preparan el buque para la navegación, cocinan o limpian. “Como es un buque pequeño tienen que hacer de todo”, aclara Precioso sonriente y mirando de reojo a sus subordinados. A bordo del NRP Zarco se encuentran cuatro militares “totalmente entrenados”, que son dos oficiales, un sargento y un cabo técnico de electricidad y mecánica, y los seis cadetes. En total, diez personas.
La embarcación, de pequeñas dimensiones -23 metros y dos palos-, fue construida en 1983. El navío fue capturado por la Marina Portuguesa de manos de narcotraficantes en 2007, tras lo cual fue reconvertido en buque de entrenamiento. La aprehensión se produjo al sur de la isla de Madeira, cuyo descubridor, el navegador João Gonçalves Zarco, puso nombre al barco. Desde 2015 navega con el apellido del explorador del siglo XV. Este 2025 se cumplen 10 años desde su primera misión. Para el capitán es un orgullo, aunque también lo fue comandar otro navío de instrucción, aunque con algo más de popularidad, el Creoula.
“Más portuguesa imposible”
José Francisco Ríos abrió bien los ojos al pronunciar el nombre del buque en el que el capitán Dário Precioso pisó por primera vez su tierra. Era 2007 y decidieron hacer jornadas de puertas abiertas, que acabaron siendo multitudinarias. “Todo el mundo esperaba que el Creoula viniera para ir a verlo. El barco se llenaba siempre. Los camarotes, la sala donde recibía el capitán… ¿Te acuerdas?”, interpeló el cónsul al fotógrafo presente en el acto de recepción a los tres militares de este jueves. “Tiene que venir otra vez a Ceuta”, pidió Ríos, para a continuación insistir en su pesar por los seis años que han pasado sin que autoridades portuguesas pisen su ciudad y en la “satisfacción” que le produce ahora acoger a los representantes de la ‘Marinha’.
Para introducir la importancia del referido buque relató el cónsul una breve anécdota en la que se transportó a Cádiz, a un acto en el que se concentraron buques de las diferentes armadas del mundo y que tuvo lugar hace años. Narró cómo el Creoula robó gran parte de la atención de los asistentes, que acudieron en masa a verlo. “Fue uno de los más importantes, junto con Elcano (el famoso buque escuela español Juan Sebastián Elcano). Era el más visitado, algo tiene que tener”, afirmó el representante de Portugal en Ceuta. El capitán cogió el testigo de la narración para contar el origen del navío, construido en 1937, el mismo año que otra nave de formación portuguesa, el NRP Sagres.
“El Creoula es similar a Elcano, un buque de cuatro palos, aunque algo más pequeño. Siempre ha trabajado en Portugal. Es un buque pesquero, era usado para la pesca de bacalao, y después se reconvirtió en navío de instrucción”, profundizó. El primer acto de la escala de la fragata en Ceuta, la bienvenida del cónsul, concluyó con la entrega por parte de los militares de una placa conmemorativa. Ríos tomó el obsequio y lo posó sobre un mueble bajo atestado de cuadros, pequeñas figuras y la bandera verde y roja. El cónsul tenía pensado instar al Gobierno local a habilitarles un medio de transporte para permitir que la comitiva portuguesa abandone Ceuta habiéndola exprimido lo suficiente.
“Desde que soy cónsul, en el año 99, el Creoula venía todos los años, hasta hace 10. Hacía seis años que no venía nadie, así que cuando ocurre para mí es una alegría. Para mí es un éxito. Me encanta”, pronunció José Francisco Ríos con ojos entornados y expresión de júbilo. Para José Francisco Ríos, en su ciudad, la presencia de Portugal es sinónimo de alegría, y la herencia del país vecino, evidente. “Mira donde estamos. El consulado está en la calle Camoens. Más portuguesa imposible. Son casualidades de la vida, pero aquí estamos. Hay calles con nombres de portugueses por toda la ciudad. O sea, que cuando digo que cuando no vienen los echamos de menos, es verdad”.
Sigue el canal de El Pueblo de Ceuta en WhatsApp. Pincha aquí, dale a SEGUIR y encontrarás toda la actualidad informativa de la jornada ceutí
También te puede interesar
PASO DEL ESTRECHO
Ceuta cierra con números rojos la Operación Paso del Estrecho
Nuevo parque de bomberos
El PSOE exige la modernización urgente del servicio de Bomberos de Ceuta
Promover hábitos saludables en el alumnado
El Colegio Rey Juan Carlos I junto con el AMPA lanza la iniciativa 'Martes locos por la fruta'
Lo último
La cita, este jueves
Ceuta Ya! convoca una cacerolada en apoyo a la Flotilla a Gaza
Consejo de Gobierno
El Gobierno garantiza la atención médica en la residencia de África
Los trabajadores, a la espera
Ampliado el presupuesto de las Brigadas Verdes: “Vamos paso a paso”