Multas hasta 200 euros por aparcar en plazas de carga para coches eléctricos en España

El aumento del uso de vehículos eléctricos ha generado un nuevo tipo de infracción: aparcar en plazas reservadas para recarga de manera indebida. La práctica, denominada icing, afecta principalmente a coches de combustión interna que ocupan espacios destinados a eléctricos o híbridos enchufables, impidiendo que sus propietarios carguen sus baterías.

Según la normativa española, solo los vehículos eléctricos o híbridos enchufables en recarga efectiva pueden ocupar estas plazas. Las sanciones por incumplimiento alcanzan los 200 euros, sin pérdida de puntos en el carné, aunque la grúa podría retirar el vehículo en casos graves. Además, exceder el tiempo máximo de recarga indicado puede conllevar multas adicionales de hasta 90 euros, dependiendo de la ordenanza municipal.

El Real Decreto-ley 29/2021 establece que aparcamientos no residenciales privados con más de 20 plazas deben contar con al menos un punto de recarga por cada 40 plazas o fracción. En edificios de nueva construcción, el Código Técnico de la Edificación exige preinstalación para futuras recargas, y en edificios no residenciales ya debe haber un punto activo por cada 40 plazas. Para grandes aparcamientos con más de 1.000 plazas, se añade un punto por cada 100 plazas adicionales.

Estas regulaciones buscan garantizar un acceso equitativo a la carga de vehículos eléctricos, especialmente en centros comerciales, oficinas, hospitales y hoteles. Las administraciones públicas tienen requisitos aún más estrictos, con un punto de recarga por cada 20 plazas hasta 500 plazas, sumando puntos adicionales según el tamaño del aparcamiento.

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