Yolanda Bel releva en la UNED a Enrique Ávila, que se despide con una emotiva carta

EDUCACIÓN

Este mes de septiembre ha comenzado con el relevo en la Secretaría de la UNED. Tras más de veinte años, y estando ya en la edad de jubilación, Enrique Ávila deja de ser el 'número dos' del centro asociado para entregar el testigo a Yolanda Bel

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En público y en privado, Enrique Ávila Pérez (Madrid, 1955) confiesa sentirse identificado con aquel párrafo del himno de Ceuta que señala que es hogar para quienes llegan de otros lados. Vino a Ceuta tras una dilatada carrera como miembro de las Fuerzas Armadas que le llevó, entre otros destinos, a Melilla o Canarias. De Melilla se trajo el matrimonio, en Ceuta arraigó y de Canarias recuerda la oportunidad que tuvo, viajando de centro educativo en centro educativo para promocionar el Ejército profesional, de recorrerse las siete islas afortunadas.

Tiempo ha que colgó el uniforme para dedicarse en cuerpo y alma a la docencia, mezclada con cuestiones administrativas. Porque de eso ha ido su vida en las últimas décadas: soldado de Regulares en sus últimos años de vida activa en el Ejército, ha sido el secretario de la UNED desde 2004. El soporte, el 'número dos', el hombre en la sombra, el camarlengo en sedes vacantes... Fernando Jover, Javier González y Carlos Rontomé han sido aquellos rectores a los que ha acompañado en los últimos años. La mayoría de ellos junto a Jover: un tipo interesante en lo académico, con una biografía llena de anécdotas en lo personal.

Ávila lleva varios días despidiéndose. Una foto suya, en una rueda de prensa, con un "misión cumplida" ha servido de aperitivo en sus redes sociales. Hoy ha llegado el día de extenderse un poco más, dejando algunas líneas en una carta abierta a la comunidad educativa. Hace buenos los versos de Machado en 'Cantares' "Nunca perseguí la gloria, ni dejar en la memoria de los hombres mi canción", parafrasea. "Entre todos hemos hecho camino, cierto que apoyados en el camino que hicieron otros antes (el conocimiento humano tiene, por suerte, capacidad de acumulación), hemos vivido la gran transformación que para la UNED supuso la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior. Pasamos de tutorías con seis o siete asignaturas en cada hora, a tener una programación ordenada con una hora por asignatura, lejos ya de aquellas tutorías, auténticas clases con contenido docente en la actualidad. La estructura territorial en Campus de la UNED fue indispensable para poder realizar este cambio, estableciendo sistemas de apoyos entre Centros de forma que todos los estudiantes estén tutorizados, con independencia de que haya tutoría en su Centro. Esto supuso un uso intensivo de las tecnologías de la información y la comunicación, obligando a realizar un esfuerzo económico importante y, seguramente más importante, un esfuerzo de los profesores tutores en formación para las nuevas circunstancias", recuerda.

"La situación originada con la pandemia del COVID, algo impensable y tan difícil que pudo parecer imposible en su momento mantener las tutorías, sometió al sistema de apoyos a una prueba de estrés como no podíamos haber imaginado nunca. El viernes 13 de marzo de 2020 se nos comunicó que el lunes no habría presencialidad en las tutorías. El reto era pasar TODAS las tutorías a virtuales, algo que no era precisamente la norma en nuestro Centro en aquellas fechas. En ese fin de semana se decretó el confinamiento de la población. El lunes estaban funcionando las tutorías con sus horarios normales en modo virtual. Cierto que hubo incidencias, las que se produjeron por la carencia de medios técnicos por parte de algunos profesores tutores, pero al finalizar la primera semana de confinamiento, el viernes 20, todas las tutorías que anteriormente impartía el Centro

estaban en modo virtual mediante webconferencias a través de Akademos web. Creo que es algo de lo que debemos sentirnos orgullosos por el trabajo que supuso por parte de todos los profesores tutores que pusieron sus equipos personales y su tiempo para seguir cumpliendo sus funciones y no abandonar la atención a los estudiantes. Creo que siempre recordaré este momento como uno de los más importantes en mi vida laboral.

Gracias a todos los que aquellos días no tuvisteis otra vida que estar pendientes del ordenador y el teléfono, a pesar de la situación de incertidumbre que se vivía en la sociedad española y en vuestras propias familias" recuerda, citando uno de sus momentos más complejos en la institución.

Una institución en la que, por cierto, comenzó en Avenida de África -la actual Biblioteca Pública 'Miguel Ángel Blanco'-, viviendo el cambio de ubicación. Desde este lunes, Enrique Ávila ya no es el secretario de la UNED. Lo es Yolanda Bel. El promete seguir encontrándose con la comunidad educativa en una ciudad tan pequeña como apropiada para esos objetivos.

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