Un adios digno para nuestros compañeros de cuatro patas

Miguel A. Pérez del Castillo

En Ceuta la conexión entre las personas y sus animales de compañía es profunda y creciente. Cada vez son más los hogares ceutíes que comparten su vida con perros, gatos y otros animales, considerándolos miembros de la familia.

Sin embargo, cuando llega el inevitable momento de su fallecimiento, nos enfrentamos a una cruda realidad: la ausencia de una solución digna, higiénica y respetuosa para darles el último adiós. La ciudad autónoma de Ceuta debe abordar con urgencia la implementación de una instalación de incineración de animales domésticos.

Actualmente, la gestión de los restos de animales de compañía fallecidos en Ceuta carece de un protocolo estandarizado y seguro. Esto puede derivar en prácticas como el enterramiento en propiedades privadas o, en el peor de los casos, su desecho en lugares inadecuados. Estas acciones presentan riesgos significativos para la salud pública y el medio ambiente de nuestra ciudad. La descomposición inadecuada puede contaminar el suelo y las aguas subterráneas y facilitar la proliferación de patógenos, una preocupación especialmente relevante en un entorno geográfico como el de Ceuta.

La incineración controlada en cambio, es un método higiénico que neutraliza cualquier riesgo biológico, reduciendo los restos a cenizas inertes y minimizando así el impacto ambiental.

Nuestras mascotas nos brindan años de compañía incondicional, lealtad y afecto. Son parte de nuestra familia, y merecen un final que refleje el amor y el respeto que les profesamos en vida. La falta de una opción de incineración obligada a muchos ceutíes a recurrir a métodos poco dignos o a depender de servicios externos que no siempre son accesibles. Una instalación dedicada permitiría a los propietarios despedirse de sus animales de una forma serena y respetuosa, pudiendo incluso conservar sus cenizas como un emotivo recuerdo.

Esto no solo es una cuestión de bienestar animal, sino también de empatía y consideración hacia el duelo de los ciudadanos.

La inexistencia de un servicio de incineración de animales domésticos en Ceuta genera una demanda insatisfecha y una fragmentación de soluciones.

Establecer una instalación especifica, ya sea de gestión pública o en colaboración público- privada aportaría profesionalidad, estandarización y accesibilidad. Sería un servicio centralizado, regulado y adaptado a las necesidades de todos los ciudadanos, garantizando un trato equitativo y de calidad.

Esto se alinea con las mejores prácticas de otras ciudades modernas que ya cuentan con infraestructuras similares, demostrando un compromiso con la gestión responsable de los servicios urbanos y el bienestar de sus habitantes.

Ante el elevado número de animales de compañía en Ceuta y los evidentes beneficios higiénicos- sanitarios, medioambientales y de respeto hacia los ciudadanos, es imperativo que la ciudad autónoma tome carta en el asunto. Instamos a la consejería competente a priorizar la evaluación de viabilidad y la posterior implementación de incineración de animales domésticos.

Este proyecto no es un lujo, sino una necesidad para construir un Ceuta más responsable, saludable y sensible con el vínculo que une a los ciudadanos con sus mascotas.

ES HORA DE OFRECER UN ADIOS DIGNO A QUIENES TANTO NOS HAN DADO.

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