Menudos pájaros

MEDIOAMBIENTE

Ceuta cuenta con una población de aves singularmente diversa que no goza de la atención que merecería. El vencejo y la gaviota de Audouin son especies amenazadas

Gaviota de Audouin/FOTO AVESDECEUTA.COM
Gaviota de Audouin/FOTO AVESDECEUTA.COM

euta, con sus apenas 19 kilómetros cuadrados, alberga aves que no es posible encontrar en el resto de España. Solo algunas de ellas quizás pueden ser avistadas en Melilla o en las Islas Canarias. La rica avifauna ceutí ofrece una extraordinaria oportunidad a los aficionados. Si alguien decidiera viajar a Marruecos para encontrarse con la misma diversidad que se da en la ciudad, tendría que recorrer cientos de kilómetros.

La población de aves local tiene en la Sociedad de Estudios Ornitológicos (SEO-Ceuta) a su principal valedor en la ciudad. En un municipio de tan reducidas dimensiones, la pérdida de hábitat se constituye en una de las principales amenazas para la avifauna. “Los espacios se disputan para muchos usos distintos, por lo que habría que buscar el equilibrio entre todas esas actividades a fin de perjudicar lo menos posible al medioambiente”, defiende el presidente de la entidad, Joaquín López.

Bulbul naranjero/FOTO SEO-BIRDLIFE
Bulbul naranjero/FOTO SEO-BIRDLIFE

La relación de especies que pueden describirse en Ceuta es muy amplia. A las que ya existían cabe sumar la catalogación de otras nuevas que hasta ahora eran tenidas por subespecies de otras especies europeas. La diversidad de las especies que podrían considerarse “tradicionales” es amplia y queda identificada por nombres singularmente sonoros: la chagra del Senegal, el bulbul naranjero, la perdiz moruna, el busardo moro. Otras, como el pito bereber, el escribano sahariano, el carabo del Magreb, el pinzón magrebí o el herrerillo canario, emergen como producto de la nueva catalogación. Ceuta también es lugar de paso para prácticamente la totalidad de la población de la pardela cenicienta del Mediterráneo.

La indiferencia que buena parte de los ceutíes mantiene hacia esta riqueza natural quizás se encuentre en el origen de las amenazas que se ciernen sobre algunas de las aves asentadas en el municipio. Según describe Joaquín López, el vencejo y la gaviota de Audouin resultan ser las especies más maltratadas.

El caso de los vencejos ha llamado recientemente la atención por la polémica suscitada en torno a los trabajos de reforma que la Ciudad tiene previsto acometer en las fachadas del Museo del Revellín. El proyecto atribuye a las aves parte de la responsabilidad del deterioro del inmueble. Las asociaciones conservacionistas locales han advertido de que cualquier actuación que pueda considerarse como una agresión contra las aves está castigada con elevadas multas por la legislación vigente. “Muchas veces se promueven obras sin reparar en que existen nidos –se queja el presidente de SEO- Y lo peor es que también en estas mismas ocasiones estos trabajos se acometen en pleno periodo reproductor de las aves”.

Chagra del Senegal/FOTO FÉLIX FERNÁNDEZ
Chagra del Senegal/FOTO FÉLIX FERNÁNDEZ

SEO ha verificado que la población de vencejos se ha reducido en Ceuta un 87% desde el año 1996. Si la acción del ser humano conspira para destruir los lugares de nidifación de estas aves, localizados principalmente en edificios, la consecuencia podría llegar a ser que abandonaran su querencia y buscaran en otras latitudes lugares para cumplir con su periodo reproductor. El vencejo pálido, el más abundante en Ceuta, tiene tres puestas al año.

Otro caso de especie amenazada es el que protagoniza la gaviota de Audouin, una especie endémica de la cuenca del Mediterráneo. Escasa y rara, España reúne a la población más numerosa del mundo.

La gaviota de Audouin se estableció en Ceuta por primera en Ceuta alrededor del año 2013. Aparecieron en los terrenos portuarios, en un lugar próximo al que hoy ocupa el helipuerto. Cuando comenzaron a volar los primeros helicópteros, las aves buscaron refugio en otros lugares y llegaron así a El Sarchal. Allí se registró su presencia durante cinco años, hasta que en 2024, asediadas por la presencia humana, se mudaron a los acantilados de El Hacho, en un territorio declarado Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA).

“El problema con la gaviota de Audouin es que no la dejamos estar en ningún lado”, lamenta López, quien ha detallado toda una serie de actos de agresión de los que estas aves han sido víctimas. Ni tan siquiera su actual refugio en una zona ZEPA ha servido para garantizar su total protección. “Allí no hay vecinos que puedan quejarse por la presencia de estas aves, pero sí que es normal ver atravesando la colonia a pescadores, a gente campeando a sus perros, a jóvenes haciendo botellón…”, continúa el presidente de SEO.

Pardela cenicienta (izq.) y pito bereber/FOTOS AVESDECEUTA.COM Y SEO
Pardela cenicienta (izq.) y pito bereber/FOTOS AVESDECEUTA.COM Y SEO

La presencia humana resulta perturbadora para estas aves. Estas intromisiones pueden ahuyentar a las gaviotas, que se alejan de sus nidos facilitando de este modo la labor de los depredadores naturales: serpientes, ratas, grajillas, cernícalos… e incluso, como sospechan los naturalistas de SEO, algún perro.

La colonia de gaviotas Audouin ha atraído desde hace varios años a la ciudad a investigadores de la Universidad de Cádiz, quienes desarrollan un estudio que comporta la colocación de dispositivos GPS a la población adulta. “Tenemos una colonia de una especie muy emblemática que nadie cuida”, sostiene el presidente de SEO, quien, sin embargo, reconoce el trabajo de los técnicos de la Ciudad, autores de numerosos informes en los que se pone de relieve el valor de esta colonia. “El problema está en que el consejero firma un decreto que es papel mojado si después nadie hace nada para que se cumpla”, advierte López.

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