Juan Joaquín Moreno D´Hontlier y Belthier (Ceuta 1.735-1.812 Cádiz) Teniente general de la Armada (I)
Juan Joaquín Moreno nace el 24 de septiembre de 1.735, siendo bautizado en la Parroquia de Nuestra Señora de los Remedios al día siguiente de su nacimiento, eran sus padres don Francisco Moreno y Mendoza capitán de granaderos del 2º batallón fijo de esta plaza y doña Catalina D´Hontlier y Belthier

Sentó plaza de guardiamarinas en 1.751 en la compañía del Departamento Marítimo de Cádiz. Tras probar los cursos de las clases teóricas recibió orden de embarcar en diversos buques, con los que navegó por el Mediterráneo y el Océano Atlántico.
Participó contra el corso berberisco, en esa época esa era la mejor forma de aprendizaje al tener que permanecer en la mar durante largo tiempo.
En 1.754 obtiene el grado de alférez de fragata, tres años más tarde por Real orden fue ascendido a alférez de navío, participando en los transportes de tropas para los presidios africanos así como a las islas Canarias. Por una nueva Real orden de 1.760 obtuvo el grado de teniente de fragata, embarcando en la escuadra del marqués del Real Transporte arribando a La Habana.
Estando en La Habana se produjo el ataque inglés del 13 de agosto de 1.762, por lo que Juan Joaquín Moreno fue destacado a la defensa del castillo de Morro, a las órdenes del capitán de navío D. Luis Vicente de Velasco.
Moreno estaba al mando de la defensa del baluarte llamado el Orejón del Mar, que fue batido por cuatro navíos enemigos, a distancia de tiro de pistola, recibió una herida de mucha gravedad, siendo un casquete de proyectil, que al golpear en la piedra está se desprendió, yéndole a impactar en la cabeza, herida de la que se recuperó, pero de la que se resintió durante toda su vida.
Fue evacuado de la plaza, pero aún estando convaleciente, era tal su ansia de frenar a los británicos, que pidió y se le concedió regresar a ocupar su puesto de combate.
Poco después embarcó en el navío Aquilón, que estaba acoderado para batir las posiciones de los enemigos situados en la Cabaña, levantada por los enemigos para tratar de expugnar el castillo del Morro.
Después de cuarenta y ocho horas de combate, el Aquilón tuvo que abandonar la posición, pues había sido incendiado en tres ocasiones, por los disparos de balas rojas del enemigo. (Todoavante)
Más tarde fue destinado al castillo de la Punta, estando a las órdenes del capitán de navío Manuel Briceño, cuando capituló la plaza, Moreno y los demás sobrevivientes fueron transportados a la Península, arribando a Cádiz el 31 de octubre de 1.762.
En 1.766 fue ascendido a teniente de navío y tres años más tarde le fue entregado el mando de la fragata Jesús Nazareno con el que partió a la expedición de la Luisiana.
Por Real orden de Carlos III debido a la insurrección de los colonos franceses, se ordenó al general Alejandro O´Reilly restablecer el dominio español en la provincia de La Luisiana
La expedición salió de Cádiz el 5 de mayo de 1.769 con aproximadamente 2.000 hombres y 21 barcos de diferentes portes desembarcando el 18 de agosto en Nueva Orleans.
Juan Joaquín Moreno llegado el año 1.774 obtuvo el ascenso a capitán de fragata y un año más tarde fue destinado como segundo comandante del navío San José.
Participó en los ataques contra Argel, debido a los méritos en estos ataques fue ascendido a capitán de navío en 1.776.
Al declararse la guerra anglo-española (1.779-1.783), en el marco de la guerra de la independencia de los Estados Unidos. El 24 de junio de 1.780 se le entregó el mando de una división compuesta del navío San Miguel junto con las fragatas “Nuestra Señora del Rosario” y “Santa Gertrudis” y el jabeque mandado por Gravina “San Luis”.
Con su división participó en el crucero desde Ceuta a Punta de Europa en los buques destinados por el Jefe de Escuadra don Antonio Barceló para impedir todo socorro a la plaza de Gibraltar, y también para hacer la guardia al navío inglés Panther y cuatro fragatas que se hallaban en sus muelles, ocurrió en la mañana del 24 que al rendir la bordada en la inmediación de dicha Punta de Europa el navío San Miguel del mando del capitán don Juan Joaquín Moreno y las fragatas la Rosario y Santa Gertrudis del cargo de los capitanes de esta clase don Baltasar de Sesma y don Aníbal Casoni formados en línea, les hicieron fuego las baterías enemigas, a que correspondieron dichos 3 buques con las suyas, en cuya continuación prolongó la bordada su comandante don Juan (Joaquín) Moreno creyendo se le presentaba la ocasión de batir el navío enemigo; pero advertida por este la intención se atracó inmediatamente a tierra, acoderándose para presentar su costado, en cuya disposición así este como las 4 fragatas y las baterías de tierra hicieron vivísimo fuego que duró por una y otra parte más de una hora, y a no impedirlo la fuerza de las corrientes y la calma que da el abrigo del monte, habría repetido don Juan (Joaquín) Moreno las bordadas sobre los enemigos.
El comandante del jabeque San Luis don Federico Gravina, que se hallaba cruzando a la banda de Levante del monte y advirtió el fuego que hacían el navío San Miguel y las dos fragatas, fue a incorporarse con ellos pasando con la mayor inmediación a todas las baterías de tierra y buques hasta formarse con los nuestros y sostuvo el más activo fuego.
En los cuatro buques hubo 5 heridos, uno de ellos gravemente, varios cabos principales y de labor cortados y otros daños de poca consideración. (Todoababor)
Por méritos en esta acción por Real orden de 19 de junio de 1.781 se le notificó su ascenso a brigadier.
El 20 de octubre de 1.782 a consecuencia de un gran temporal, su navío San Miguel fue a dar contra las rocas de Gibraltar, perdiéndose junto a las mismas murallas de la plaza, en tan grave situación y con el buque ya perdido, optó por darle fuego, evitando que cayera en manos del enemigo.
Como era preceptivo, se le formó Consejo de Guerra de Generales, para analizar las circunstancias y su conducta, pero la sentencia fue la absolución completa y plena, siendo recomendado en la misma sentencia a ser ascendido, por ello un tiempo después, recibió una Real orden fechada el 14 de enero de 1.783, por lo que se le ascendía al grado de Jefe de Escuadra.
El 23 de febrero de 1.787 se ordena en Cádiz que el navío San Julián al mando de don Juan Joaquín Moreno sea armado para viajar a Veracruz llevando al nuevo virrey de Nueva España el teniente general don Manuel Antonio Flores, que sustituye al fallecido conde de Gálvez, zarpando el 21 de mayo, llegando a Veracruz la tarde del 18 de julio, transportaba a bordo 3.000 quintales de azogue.
Cuando se encontraba en Veracruz sufrió un duro temporal los días 3, 4 y 5 de octubre de 1.787.
Veracruz 23.10.1.787
El señor gobernador participa el 10 de corriente a S.E. haberse experimentado en aquel puerto un fuerte temporal desde el 2 hasta el 5 del mismo, que derribó un pedazo del lienzo de la Muralla.
Los cuidados del puerto fueron grandes, en particular todo el día 3, pues se vieron algunas embarcaciones enteramente desarmadas, pero a todo se ocurrió por la vigilancia del Sr. brigadier de la Real Armada don Juan Joaquín Moreno, a quien se le auxilió con las embarcaciones de la dotación de la Real Fuerza, y toco cuanto fue posible, habiéndose conseguido que no hubiese más quebranto que el deterioro de una pequeña gabarra de S.M.
Según informa el Sr brigadier Moreno a bordo del navío San Julián, en todo el día 4 y noche se experimentó tan elevada mar, que nadaban las canoas en la plaza de aquel pueblo, siendo tan rápida la corriente, que excedía de cinco millas por hora, con un giro circular nada común; que los furiosos embates del mar dijeron faltar las coderas de los navíos mercantes; que se abordaban, y que se hicieron algunas averías, aunque ninguna en su expresado buque, que estuvo en 22 pies de agua en popa, a pesar de los anclotes que con mucho trabajo se tendieron por largo en ayuda de las dos coderas; pero el bote que se hallaba en tierra lo ha tenido tan grande, que necesita carenarse, sin embargo, de que el alférez de navío D. Joseph Guzmán con la gente de esquifación y 60 presidiarios que le habilito el Sr. Gobernador, lo había hecho varar en la playa. (Gazeta de Mexico: Compendio de las noticias de Nueva España desde principios…)
Al declararse la guerra entre la República Francesa y España, en 1.793, se le destinó como general subordinado a la escuadra del Océano, al mando del teniente general D. Juan de Gándara y en unión del almirante británico Hood, tomaron el puerto de Tolón. Francia.
Poco después su división fue atacada en Génova, y de aquí a otros puertos de la Península Ibérica en protección de los intereses de España, embarcando tropas en varios de ellos para luego ser desembarcados en Tolón a donde arribó de nuevo un tiempo después.
Cuando la flota fue atacada por el ejército revolucionario, y se vieron obligados a abandonarla, se entretuvo todo el tiempo que se le permitió para que pudieran embarcar todos lo toloneses que querían hacerlo, jugándose en este acto la vida, la de sus hombres y la de su división, pero fue tan notable su comportamiento, del que además no sufrió pérdidas, que por Real orden de 8 de octubre del mismo año de 1.793 S.M. le daba las Reales gracias por su comportamiento humanitario.
En 1.794, fue ascendido a teniente general, nombrándosele segundo jefe de la escuadra del marqués de Socorro, con que estuvo navegando por el Océano Atlántico.
En 1.795 se le destinó al Mediterráneo, en la escuadra del general D. Juan de Lángara como su segundo pasando a tomar el mando de las fuerzas navales de Cartagena.
En el año de 1.797 pasó a formar parte de la escuadra del general D. José de Córdoba y Ramos y con la responsabilidad de tercer comandante de ella, participando en la desafortunada batalla del Cabo de San Vicente, el día 14 de febrero de 1.797.
La escuadra española estaba formada por 24 navíos, 7 fragatas, un bergantín y una urca, con una potencia de fuego de 2.638 cañones, dicha escuadra había zarpado de Cartagena a primeros de febrero de 1.797, al mando del teniente general D. José de Córdoba. Entre los navíos españoles se encontraba el Santísima Trinidad, en ese momento el mayor navío de guerra del mundo con 136 cañones y 4 cubiertas de artillería.
La flota inglesa estaba compuesta por 15 navíos, 4 fragatas, 2 balandros y un cúter, con una potencia de fuego de 1.430 cañones. Dicha flota estaba al mando de Sir John Jervis y como segundo Horacio Nelson.
Nelson en el HMS Captain se dirigió a la retaguardia española, desobedeciendo las órdenes de la línea inglesa maniobrando para acorralar al mayor número de buques españoles, Nelson dejó la formación para perseguir al grupo mayor.
Sir John Jervis, aunque vio a Nelson desobedecer las órdenes ordenó el envío de nuevos buques en su apoyo. Exclamando al ver a Nelson >
Moreno, en su insignia en el navío Príncipe de Asturias que estaba al mando del brigadier Escaño, trató de reunirse con el general en jefe y auxiliarle en la retaguardia, que estaba siendo doblada en una situación muy crítica, logrando unir a tres navíos junto a su insignia, dando punto final al combate, con una gran andanada del navío conde de Regla.
Los enemigos ensalzaron el comportamiento del general Moreno; Nelson, comodoro del combate, le dirigió una carta en la que dice:
“El comandante en jefe, Sir John Jervis, ha querido remita a V.E. una Gaceta en la que se de noticias del navío de V.E. afirmando que V.E., fue quien aquella tarde salvó al Santísima Trinidad, y Sir John Jervis está pronto a confirmar que un navío de tres puentes enarbolando la insignia de almirante de línea emprendió la bizarra acción de atravesar la escuadra inglesa entre el Victory y el Egmont.”
La carta termina: tengo el honor de ser con el mayor respeto su más humilde y obediente servidor, -Horatio Nelson. -Sr. Teniente General D. Juan Moreno.
A esto hay una contestación de Moreno que no se especifica por no alargar en demasía el escrito.
La verdad es que el Santísima Trinidad se salvó no solo por el esfuerzo singular del Príncipe de Asturias, sino por la colaboración de varios buques, San Pablo, San Pelayo, conde de Regla y el propio Príncipe de Asturias, aunque todos ellos a las órdenes del teniente general Moreno.
La batalla se desarrolló durante todo el día 14 y acabo con derrota de la armada española, varios barcos españoles escaparon a Cádiz, otros a Algeciras, pero el grueso de la escuadra entró en Cádiz el 3 de marzo, debido a esta derrota el jefe de la escuadra D. José de Córdoba hubo de enfrentarse a un consejo de guerra, siendo privado de su empleo.
Dicha batalla costó la vida a casi cuatrocientos hombres por parte española
Por el valor y esfuerzo en el combate el teniente general don Juan Joaquín Moreno, fue el único de los tenientes generales que fue recomendado en el Consejo de Guerra de Generales a S.M., por lo que más tarde al no podérsele ascender más, el rey firmó un Real decreto, haciéndole entrega de la Encomienda de Lopera de la Real Orden Militar de Calatrava, dicho decreto dice:
> (Gaceta de Madrid)
El navío Príncipe no fue víctima, como hubiera podido serlo, porque llevaba a su bordo al teniente general D. Juan Joaquín Moreno (son palabras de Escaño), porque desde la ocurrencia de Buenos Aires se había estado preparando para como un día como el 14; porque en el interior del buque se veía el desvelo y disciplina del que lo mandaba; porque su plan de combate, muy coordinado de antemano, fruto de muchas meditaciones, ensayos y correcciones , era conocido desde el paje conductor de cartuchos, hasta el gaviero que hacía fuego en las cofas; porque los cañones listos despedían sin intermisión sus fuegos; y porque todos cumplían con su deber y sabían de ante mano el puesto en que debían de vencer o morir.
Con fecha del 28 de septiembre de 1.799, se le entrega el mando de una escuadra que estaba surta en el arsenal del Ferrol.
A su llegada al Ferrol, había ido por tierra, el 18 de noviembre 1.799, iza su insignia en el navío Real Carlos.
Batalla de Brión
Se encontraba en su base el 25 de agosto de 1.800 cuando al mediodía, los vigías de costa avisaron de la llegada de una escuadra con pabellón francés, que les hizo sospechar que se tratase de una argucia británica para poder aproximarse a la costa. Sin embargo, las autoridades portuarias, entre ellas el comandante general de Departamento don Francisco Melgarejo, que estaba más pendiente de los festejos de la onomástica de la reina María Luisa de Parma, no le dieron importancia al asunto.
Por el contrario el comandante de la flota estacionada teniente general Juan Joaquín Moreno acudió a verificar la información, y él mismo observo como fondeaban los británicos en la playa de Doniños y San Jorge y a continuación destruían la artillería defensiva más cercana. Desembarcando unos 10.000 infantes, básicamente siete regimientos de infantería y un cuerpo de fusileros, más 10 cañones de campaña.
Lo primero que hizo Moreno fue marcha a su buque insignia, y ordenar desembarcar en El Vispon 500 infantes de marina, que a continuación tomaron posiciones en Brion y en La Graña. A estos se sumarían después unos pocos soldados enviados por el general Melgarejo.
Otras medidas tomadas por Moreno fueron alejar sus barcos de las posiciones enemigas, instalar artillería en el castillo de San Felipe y situar lanchas cañoneras en la bocana de la ría para impedir una posible entrada de buques británicos.
Los británicos marcharon rodeando por ambos lados la Laguna de Doniños. Cuando ya caía la noche, en las alturas de La Graña encontraron resistencia de los españoles, que no duró mucho, ya que dada su inferioridad numérica se retiraron a refugiarse en el pueblo. Sin embargo, esto retardó a los británicos, quienes no se atrevieron a ocupar Brión con la oscuridad.
Al día siguiente los españoles rechazaron por dos veces el empuje enemigo, pero al final perdieron La Graña y Valón, pudiendo replegarse a Ferrol. Solo es Castillo de San Felipe resistió gracias a las medidas tomadas por Moreno.
La batalla parecía estar del lado británico, que podrían avanzar a Ferrol y ocuparlo. Los defensores a pesar de ser corto el número, pusieron una gran resistencia, por otra parte los enemigos tuvieron noticias de la llegada de refuerzos de Mugardos y otros lugares.
Una vez que los británicos perdieron su idea de sorprender a los españoles, y temiendo un gran número de baja, su general dio órdenes de replegarse a sus barcos.
Consecuencias.
El mariscal de campo conde Donadío al mando provisional de la plaza, tras recibir refuerzos pudo tener entre 3.000 y 4.000 hombre incluyendo milicias civiles armadas. También fueron determinantes las acertadas decisiones de Moreno, en especial las relativas a la artillería de San Felipe y a las lanchas cañoneras. (Batalla de Birón)
Posteriormente los días 27 y 30 de agosto el general Moreno envío al gobierno dos partes sobre la batalla. No se adjuntan.
El gobierno felicitó a los generales Melgarejo, Moreno y conde de Donadío, con la concepción a todos los defensores del escudo de distinción para poner en la manga de la casaca, así como pensiones especiales a viudas o familiares de los caídos en combate.
Juan Joaquín Moreno se mantuvo en el Ferrol hasta abril de 1.801, que zarpó rumbo a Cádiz, con su escuadra compuesta por los navíos Real Carlos, San Hermenegildo, San Fernando, Argonauta y San Agustín.
Continúa en una segunda parte.