Ingenieros militares en Ceuta durante el Siglo XVIII (Familia Tarama)
Tras regresar las tropas españolas de Cerdeña y Sicilia al finalizar la guerra de la Cuádruple Alianza (1717-1720), el Rey Felipe V envió parte de estas tropas a Ceuta con el fin de librarla del asedio de Muley Ismail (1694-1727)

Para lo que se organizó un ejército de 16.000 hombres que su puso al mando del marqués de Lede (Jean François Nicolás de Bette, marqués de Lede 1672-1725), estas tropas zarparon del puerto de Cádiz, desembarcando en nuestra ciudad a principios de noviembre de 1720.
Nada más llegar el marqués de Lede ordenó las operaciones levantando el sitió de Ceuta y obligando a las fuerzas del sultán de Marruecos a retroceder. Tras finalizar las operaciones regresó a la península, aunque dejando un buen número de tropas para reforzar la guarnición de la plaza.
Al conocerse en Madrid la noticia Felipe V asistió a un Te Deum en la basílica de la Virgen de Atocha, donde fueron colgados estandartes tomados a los marroquíes en esta corta campaña.
Aunque fueron un gran número de Ingenieros Militares los que permanecieron en la plaza, entre ellos don Jorge Próspero Verboom, estuvo en Ceuta en 1722, marchando a Málaga y regresando en invierno de 1723, partiendo de nuevo y volviendo en 1724, realizó los planos del revellín de San Ignacio y proyectó el ángulo de San Pablo. Isidro Próspero Verboom, hijo del anterior, hizo los planos del frente de la plaza y permaneció en Ceuta entre 1722 y 1723 junto a su padre regresando en 1724.
También a destacar don Diego Bordick, entre 1722 y 1730, que hizo un proyecto general de fortificación para la plaza y Miguel Sánchez Taramas.
Miguel Sánchez Taramas, padre
Nos centraremos en don Miguel Sánchez Taramas Bueno, padre, tuvo al menos un hijo en Ceuta al que puso su mismo nombre y del que daremos nota más adelante.
Miguel Sánchez Taramas y Bueno, nació en San Vicente de Alcántara, Badajoz, siendo bautizado el 25 de febrero de 1666. Está considerado como maestro escultor a la vez que Ingeniero Militar.
Se casó dos veces, en 1691 con doña María Ruiz Amador, hermana del escultor badajocense Francisco Ruiz Amador, su discípulo. En segundas con doña Catalina Antonia Barreto en 1712. Al parecer de dichos matrimonios nacieron diecisiete hijos, varones y hembras, que vinieron al mundo en las ciudades de Badajoz, Cádiz y Ceuta.
El 20 de enero de 1719 fue nombrado Ingeniero Extraordinario, doce días más tarde obtuvo el grado de subteniente.
Estuvo destinado en Ceuta entre los años 1729 y 1734 durante su estancia en Ceuta realizo diversos planos y proyectos, de los que resaltamos:
El 3 de febrero de 1729, plano y elevación del puente que está a la puerta del foso de Ceuta. En el mismo año el 4 de agosto el plano y perfil del Hospital Real de Ceuta, con el proyecto de lo que se elevan los comedores y corrientes de la cuadra que llaman el Galeón. El 1 de junio de 1731, plano y vista de la muralla de Ceuta, que mira al sur, con el proyecto de lo que se arruinó en los temporales de invierno del mismo año. Plano y vista del Hospital de Ceuta, con las ruinas que en él se hallan en este año. El 15 de agosto de 1732, plano de las fortificaciones de Ceuta que miran al frente del campo del moro según se halla hoy. El 8 de septiembre del mismo año, plano del frente de la plaza de Ceuta que mira al campo del moro, con los ataques que han construido hasta esta fecha.
En enero de 1733 fue ascendido a teniente Ingeniero Ordinario, pasando a la península. Regresando a Ceuta a finales de año. .
Don Miguel Sánchez Taramas Bueno falleció en Ceuta el 29 de septiembre de 1734, siendo enterrado en el hoy desaparecido convento de la Santísima Trinidad. Frente al Palacio Municipal.
NOTA: Hacemos un apartado momentáneo, para intentar comprender de quien surgió la idea de poner la columna con la Virgen de los Remedios delante del precioso mosaico del Medinaceli, antes de colocarse veíamos a hacer fotos al mosaico, pero ahora no se ve ni el mosaico ni la virgen, para leer el escrito del mosaico hay que pasar por detrás de la columna y para ver a Virgen de los Remedios, se puede llegar a padecer de tortícolis. En la foto adjunta se ve como esta actualmente. ¿No hubiera estado mejor en un lateral o bien delante de una de las columnas?
Regresemos unos años antes de la venida a Ceuta de don Miguel Sánchez Tarama, en su faceta de escultor.
Hay pocas obras documentadas, ya que a una edad muy temprana empezó la carrera militar. Solo se le conoce una talla documentada, realizada en 1713, aunque también se le atribuyen otras como el Cristo de la Humildad de la Oración en el Huerto y el Ecce Homo que procesiona el Jueves Santo con la Virgen de la Soledad.
También en Badajoz, dejó el reloj de la torre de la Catedral de esa ciudad de 1714; y el desaparecido monumento al Santísimo de la Catedral de Badajoz. (Badajoz cofrade).
Adjuntamos de HOY, Badajoz, (2012) un interesante escrito de don Evaristo Fernández de Vega, sobre la Virgen de Bótoa
Descubren el secreto de la Virgen de Bótoa
El documento estaba en el hueco labrado en la imagen y ha sido hallado durante un proceso de restauración.
Un documento oculto en el interior de la talla revela el nombre del escultor que la talló en 1713.
Casi 300 años después de ser tallada, la imagen de Nuestra Señora de Bótoa ha dejado de ser anónima. El minucioso trabajo de restauración llevado a cabo en los talleres de Isaac Navarrete, en Jerez de la Frontera, ha sacado a la luz un documento en el que figura el nombre del escultor de esta talla. .
Miguel Sánchez Taramas, hijo
Nace en Ceuta el 29 de marzo de 1732, siendo bautizado en la parroquia de Nuestra Señora de África. Ingresó en el Ejército en 1749 como cadete en el Regimiento de Infantería de Soria. Con su unidad estuvo de guarnición en las plazas de Badajoz, Cádiz y Campo de Gibraltar. Más tarde curso estudios en la Real y Militar Academia de Matemáticas de Barcelona, en 1754 obtuvo el despacho de Ingeniero Delineador con la graduación de subteniente.
Fue destinado a Andalucía, trabajando en las obras de la Fábrica de Tabacos de Sevilla. Estando en este destino logró extinguir un incendio que se había declarado en los Reales Alcázares. El Ingeniero director Vanderborcht, expidió un certificado añadiendo que Taramas trabajo a su entera satisfacción, concretamente “en la conclusión de la puerta de San Fernando, calle Nueva, Foso de reguardo de la Fábrica, Casa de la Moneda…”. En Sevilla permaneció algo más de ocho años, solicitando el pase a Barcelona en 1761 como ayudante de la Real Academia.
En 1769 ya como capitán de Infantería e Ingeniero Ordinario tradujo del inglés el “Tratado de Fortificación” de Juan Muller, “aumentando casi otro tanto con notas y adicciones propias”, sirviéndole de mérito para su ascenso al empleo de teniente coronel de Infantería en 1770. Tenía 37 años.
En 1777 el Consejo de Castilla le comisionó para la habilitación del Puerto de Tarragona.
En 1779 Miguel Sánchez Taramas, fue nombrado Director de la Academia de Barcelona, con carácter de interino, aunque ya ocupaba el cargo de profesor desde 1761. Fue Director entre los años 1779 y 1789.
En 1782 tomó parte en asedio a Gibraltar, siendo promovido al grado de coronel e Ingeniero de segunda en 1784, siendo nombrado Director de la Real Academia de Barcelona. Permaneció en dicho cargo hasta su fallecimiento en Barcelona el 6 de diciembre de 1789, contaba 56 años de edad.
A su fallecimiento fue sustituido en la Real Academia por don Félix de Arriete, que fue Director hasta 1793.
En la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid se conserva un tratado de Sánchez Taramas anotado por Juan López de Peñalver
“Tratado de fortificación o Arte de construir los edificios militares y civiles” Escrito en Inglés por Juan Muller. Traducido al castellano, dividido en dos tomos, y aumentado con notas, adicciones y 22 laminas finas sobre las 26 que ilustran el original. Por D. Miguel Sánchez Taramas.