Hasél y “el silencio de los corderos”

Pablo Hasél entró en prisión y el rapero deberá cumplir una condena de 9 meses por delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias contra la Corona y las Instituciones del Estado, su primera condena es en 2014 en la Audiencia Nacional a una pena de dos años de cárcel por considerar que hacía apología del terrorismo al promover la violencia y apoyar a organizaciones como ETA, los Grapo, Terra Lliure y Al Qaeda en sus canciones, todas organizaciones terroristas con cientos de asesinados en su nombre.
Este individuo de padre millonario y que se autodenomina rapero aunque sus seguidores mensuales en Spotify estaban por debajo de las 7.000 escuchas mensuales (los raperos exitosos tienen más de 300.000) previo al apoyo desde Moncloa es un burgués catalán. Hasél es condenado en 2014 por apoyo al terrorismo en sus canciones, redes sociales, entrevistas y pedir matar a tiros en la cabeza a dirigentes políticos tanto socialistas como liberales. Estas afirmaciones violentas y de enaltecimiento del terrorismo las realiza en los mismos medios que hoy en día censuran cualquier opinión, no violenta, disidente contra del Gobierno progre, así es el totalitarismo de los medios pagados por Sánchez y la censura a la que estamos sometidos los españoles. Hásel no es un luchador de clase, él es la clase, el burgués, el niño pijo, como sus protectores Pedro y Pablo. El “rapero”es hijo del empresario leridano Ignacio Rivadulla perteneciente a una de las familias más preponderantes de la burguesía industrial catalana. Su padre es conocido por el juicio en el que lleva al cierre al equipo de fútbol Lleida que presidía en el que dejó una deuda de 10M€. Así se las gastan los pijos progres burgueses catalanes de abuelos franquistas, como el de Hásel, el Teniente Coronel Andrés Rivadulla, otro paralelismo con el Vicepresidente Iglesias, su pasado feliz familiar con la dictadura del Generalísismo, de ahí vendrán sus preferencias ideológicas con las dictaduras actuales. La sentencia del “pijo” Rivadulla no hubiera llegado a nada de no ser porque tiene otras 3 y por violencia física, atacando a un periodista y otra condena en la que se le impusieron dos años y medio de prisión por agredir y amenazar a un testigo. Este es Hasél, al que ilustres comisarios políticos defienden porque creen que serán favorecidos y recompensados económicamente por Pedro Sánchez en esta “Democracia” adhoc que le está quedando niquelada.
Pero lo que nos tenemos que preguntar los ciudadanos de a pie, es por qué le interesa al Gobierno socio comunista dejar que la violencia de la ultra izquierda tome las calles, destroce los negocios y nos encarcele en este Nuevo Orden del miedo y la violencia, en esta “dictadura” express donde no tenemos derechos y sí obligaciones propias de un Régimen Comunista que aceptamos obedientemente. El psicópata y esquizofrénico Sánchez dice después de tres días de disturbios: “En una democracia plena como España es inadmisible la violencia”, pero el Presidente del Gobierno no especifica qué violencia, si es la de los vándalos antisistema podemita que destrozan comercios y roban; o la policial que protege al ciudadano y sus derechos democráticos, así es el juego del poder, así es el irresponsable Presidente de España.
Si analizamos por qué esta permisividad desde Moncloa de la violencia de la ultra izquierda, podríamos decir que es una gran cortina de humo para tapar los nefastos resultados del PSC en Cataluña, hace menos de 15 días y ni un titular, así las negociaciones con el independentismo pasan desapercibidas. No olvidemos que Sánchez ya pude echar a PODEMOS del Gobierno, pero en la estrategia de atacar la Constitución del 78, al PSOE le viene muy bien tener de compañeros de Gobierno a la ultra izquierda de Pablo Iglesias, “poli malo”, y el Presidente ególatra psicópata, “poli bueno”. Esta es la estrategia que por desgracia el anodino y traidor Pablo Casado compra, por falta de proyecto propio, por miedo, por incoherente y porque el PP quiere tapar y no sanear, gran error. Mientras nos centramos en Hásel, se vende RTVE, se negocia el CGPJ, Casado deja que la mayoría jueces sean socialistas, gana Sánchez y pierde España. Mientras se queman las calles no se habla de que en la SEPI, ni de la subida de impuestos, ni de los autónomos, ni de que el Supremo deja libre a Ábalos, ni la imputación de Montero y Ribera, ni de que se acercan a 5 etarras todos los viernes… Hásel es la gran Cortina de humo del Gobierno socialista y Pedro Sánchez, su máximo responsable.
Ya sabemos que la perversidad del lenguaje y la prostitución de los conceptos son la primera arma letal ideológica de Pedro Sánchez y su director de orquesta Iván Redondo, que cómo Hannibal Lecter descuartizan la Democracia y los derechos de los españoles en el tiempo, disfrutando de la sangre, de los daños, del horror, de su capacidad de mentir, engañar y manipular, con esa sonrisa sarcástica y con todas las herramientas de poder a su alcance para medir cómo hacer más daño, por dónde empezar destruir el país, la empresa, la dignidad, el respeto, el honor y todo ello bajo la excusa de la Pandemia… Pedro Sánchez como el psicópata Hannibal en el “Silencio de los Corderos”, juega al maltrato continuo, a buscar los límites del dolor social, al uso de la violencia física, al maltrato psicológico, pero en este caso las víctimas somos los españoles silenciados como corderos. El terrorismo callejero es una coartada más del Gobierno para cambiar leyes y llevar propuestas al Congreso que minen la democracia.