14M: 1 año con el “show de Truman” de Iván Redondo

Desde hace un año los españoles nos hemos convertido en meros espectadores cautivos, prisioneros del Estado. El 14 de Marzo de 2020 Pedro Sánchez proclama el Estado de Alarma en España, el miedo inundaba las familias con un Gobierno socio comunista que sólo había mentido desde que llegó al poder, la primera vez en democracia que los españoles perdíamos nuestros derechos fundamentales y la libertad.
Ese día Sánchez apareció compungido, apenado, cabizbajo, después de haber negado el virus durante más de 3 meses. Sólo 24 horas más tarde del 8-M el discurso era el opuesto, la orden desde Moncloa era la contraria, el COVID ya no era como una gripe, era un virus altamente peligroso. Para anunciar el Estado de Alarma Sánchez debía parecer afectado, creíble y responsable por tan transcendente decisión y así actuó bajo la dirección de Iván Redondo. El primer objetivo del presidente, la celebración del 8-M ya estaba cumplido, el coste 23.000 muertos por el virus, pero la ideología para el comunismo está por encima de las vidas, “bonita”.
Nos enfrentamos a lo que jamás podríamos haber imaginado y ya nada volverá a ser igual, los datos de pobreza son los peores desde el 1936, estamos por detrás de Sudáfrica y Turquía, la Nueva Normalidad de la izquierda. Todos pensábamos que el Gobierno más débil y extremista de la democracia podría romperse para pactar con la derecha y buscar la mejor salida para todos los españoles, aun habiendo visto las mentiras más miserables y delictivas de Pedro Sánchez y Salvador Illa. Lo que no podíamos intuir es que lo peor estaba por llegar, una gestión económica inexistente, sin un plan COVID-19 sanitario (sin comité de expertos) y con un Gobierno con el único objetivo de dinamitar la Constitución del 78, controlar los medios y el Poder Judicial. El resultado el 14-M de 2021 es implacable: 120.000 muertos por coronavirus y 7 millones de parados, España en quiebra, pero salimos “reforzados”, sólo si eres político, supongo.
El segundo objetivo de Sánchez era sacar de Madrid al PP, hacerse con el control del motor económico de España. Redondo encontró en Isabel Díaz Ayuso el blanco perfecto para sus ataques y estrategias de desprestigio personal y profesional, al más puro estilo mafioso de “House of Cards”. Una presidenta de la Comunidad de Madrid inexperta, desconocida para la mayoría, no con mucha facilidad de palabra, mujer y que por su clara ideología de derechas era fácil de etiquetar como “facha” para echarle a sindicatos, medios de comunicación y ONGs encima, plasmando el machismo subliminal de la izquierda más retrógrada, miserable e incoherente, la España dividida para vencer.
Llegó la segunda ola de coronavirus en verano después del grito de Sánchez de “Viva el 8-M” en el Congreso, tras ser el país con más muertos por COVID en porcentaje del mundo, y proclamar que “habíamos derrotado al virus”. El presidente todavía sin ningún plan sanitario animó a toda España a irse de vacaciones como él, se nota que el socialismo es un lujo de los millonarios. En septiembre, más de 78.000 muertos por coronavirus y llegó ese ilegal Estado de Alarma de 6 meses que apoyaron, como no, Arrimadas y Casado, los de “centro” con respecto a Otegui, Rufián, Iglesias y Sánchez dejando el camino despejado a los planes de Moncloa. Ayuso seguía en el punto de mira de Redondo, pero en estos meses empezaba a ser la única resistencia regional política clara en España, incluso para su partido, creciendo en popularidad, Ayuso con VOX eran y son una oposición constante y persistente a la dejadez, los despropósitos y mentiras del Gobierno socio comunista.
Con los 6 meses de Estado de Alarma España dejó de ser nuestra para ser del Estado, ese fue el regalo del PP (ya sin Cayetana) al PSOE; después de las 17 normativas sanitarias diferentes para Navidad llegaba la tercera ola más contagiosa; el 14-F con las manipuladas elecciones catalanas, “Made by Iván”, todo sobre ruedas, menos Madrid. Parecía que este “Show de Truman” donde Redondo maneja los hilos a su antojo era perfecto para la izquierda extrema. Así que la factoría de Moncloa decide rematar la faena y utiliza a Arrimadas (a espaldas de su ejecutiva) para dinamitar al PP y hacerse con más comunidades antes de que llegue el dinero de Europa. Empezaron por Murcia (9-M) y Casado sin hacer nada. Pero el 10-M Isabel García Ayuso convocó elecciones en Madrid, y el plan de Iván Redondo y sus series políticas saltaron por los aires. Por primera vez en un año España se puso en pie para ovacionar una decisión valiente y responsable de una mujer de acción más que de palabras (ya sabemos que los vende-biblias políticos tienen éxito, pero no gestionan), apoyada por VOX y también por Pablo Casado, este sin opción. La sorpresa llegó al día siguiente de la moción de Murcia cuando esta fracasaba. Inés Arrimadas se inmolaba en ese momento con su partido y por error estratégico ha dejado a la derecha menos dividida. Ahora sólo podemos pedir un poco de respeto mutuo al PP de Ayuso y a VOX para que ambos ataquen al único enemigo de las costumbres democráticas, el Gobierno socio comunista. Por supuesto, ¡socialismo o libertad!.