Peste bubónica o negra en Ceuta
El confinamiento al que nos vemos sometidos actualmente, no es nada nuevo en la historia mundial y por supuesto, incluida Ceuta
El confinamiento de aldeas, ciudades o regiones, ha sido una de las medidas que a lo largo de la historia, han tenido que tomar las autoridades sanitarias, con el fin de hacer frente las pandemias, que sobre todo, en la Edad Media, asolaban a la humanidad de todo el mundo. En especial la “peste negra” que asoló a Europa en el siglo XIV.
El 4 de junio de 1743, se produce el primer caso de “peste bubónica” o “peste negra” en Ceuta. Un subteniente del Regimiento Fijo, murió dos días después.
La excesiva confianza y falta de precaución del Gobernador y autoridades ceutíes, que tenían sospecha e índice de la existencia en Marruecos de dicha enfermedad, desde mediados de 1742. Fueron la causa principal de un espantoso contagio que causó en apenas año y medio (junio de 1743 a septiembre de 1.744), cerca de 4000 muertos, o sea, un terciuo de la población, estimada entonces en 12.000 habitantes, incluida su guarnición.
El Hospital de San Amaro, por estar saturado de enfermos, se tuvo que utilizar la ermita de San Antonio como hospital de emergencia.
En todo este triste y desolador periodo, encontramos un curioso pasaje, cuyos protagonistas fueron el Alcaide de Mar, sus marineros y su barco.
“El 11 de julio de 1743 y en los días sucesivos, determinó la Junta de -Sanidad prosiguiesen a la quema de ropa, a cuía exacta diligencia concurrió el Diputado Don Joaquín con el nuebo escribano; que se dispusiese casa en el Rebellín para combalecientes; que se compartiesen los cirujanos a la asistencia de los hospitales; que respecto de aumentarse enfermos, salgan a cuarentena, al monte Acho las personas sospechosas y las que tenían commodidad de hacerla en su casa, se mantengan en ella; que se pongan guardias para que los cuarentenarios no buelvan al pueblo sin licencia, y que para estos se establezcan carnicería y puestos de comestibles; que no cogiendo ya el Hospital de San Amaro tanta abundancia de enfermos, se desocupe la Ermita para en ella curarlos; que respecto que la mañana del 18 havían los moros puesto Bandera para hablar fuesen fuera por mar los Interpretes Don Juan Arraez y Gaspar de la Rosa con Don Fernando Alvarez Capitán del Puerto para examinar lo que pretendían y saber lo ocurrente en su país; con ellos venía un Ingles Zirujano y Consul de su nación en los puertos de Tetuan y Tanger, trahia cartas para que las pasasen por aquí al Consul de Francia en Cadiz y otra para Arraez que la recibió con caña, e, infundio al instante en vinagre, preguntando por las novedades en Berbería respondio en español, haver peste en Tetuan y Tanger y con mas exceso en Fez, y que havia mas de un año se conocían enfermedades con pinta en el campo de Ceuta y de tres meses a esta parte se havían descubierto tumores en las ingles y vajo de los brazos; Arraez pidio le relacionase el modo curativo que havia seguido en estos males, dijo haver curado los esclavos de Tanger a quienes luego que se aliviaban del frio les hacia sangria y pasaba una hora otra, que le administraba sal de suceino en Triaca, The, o, Salvia con Espiritu de Sal Amoniaco para que sudasen, y en ayunas triaca con vino; Bueltos a Ceutadeclararon los tres ante la junta lo referido por el Zirujano, entregaron las cartas de cuio paradero no tengo noticia;……..; La declaración echa por los tres en la Junta dio motivo para que el Señor Governador se desazonase en extraño modo con Arraez. mandándole no comunicar mas con los moros, y que solamente lo ejecute Gaspar de la Rosa”.
Ningún comentario vamos a Hacer sobre la crítica situación y medidas sanitarias adoptadas por las autoridades ceutíes. Julio Contreras Gómez “CEUTA Y SU COMPAÑÍA DE MAR”