La Policía Nacional reitera no echar azufre en la calle "para repeler a los perros"

La costumbre de echar azufre en los distintos rincones y fachadas de la ciudad para que los perros no orinen por el rechazo que desprende su fuerte olor es algo muy extendido que, sin embargo, no sirve para nada y, además, resulta nocivo para las personas y para los animales. Así lo ha vuelto a recordad la Policía Nacional en Twitter, donde ha alertado a los ciudadanos sobre la necesidad de acabar con la creencia de que aplicar esos polvos amarillos ahuyenta a los perros. Esta no es la primera vez que las fuerzas de seguridad avisan sobre este tema.

El azufre es una sustancia peligrosa que daña el organismo cuando es inhalado, ingerido o por contacto con la piel. Algunos de sus efectos pueden ser la ulceración de la piel, falta de respiración, asma, conjuntivitis o inflamación de la mucosa nasal. Asimismo, se trata de un elemento inflamable y no es aconsejable que esté en contacto con materiales oxidables o el aire.

La recomendación de la Policía Nacional, más allá de recordar que poner azufre es ilegal, pasa porque el dueño de la mascota lleve una botella de plástico para atender las necesidades del perro. "Respeto mutuo", piden las autoridades. La Policía Nacional pide a los ciudadanos que si ven a alguien utilizando el azufre sea denunciado a las autoridades.