Dos mujeres y un destino: Salvar Madrid

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Toda la actualidad política hoy en España pasa por Isabel Díaz Ayuso desde el día en que Inés Arrimadas decidió destruir a Ciudadanos y traicionar a nuestro país, a la derecha y al PP presentando una moción de autocensura a su propio partido en Murcia. En ese momento la Presidenta de Madrid convoca elecciones en la capital (con un par y mucha audacia) y su apoyo político no llegaba por parte de su partido (ni se les espera), el PP, cuyos presidentes de comunidades evitaron decir el nombre de la líder de Madrid confiando más en Arrimadas y la descomposición de Ciudadanos (raro, raro, raro). Curiosamente el apoyo incondicional a Díaz Ayuso viene de la mano de otra mujer, Rocío Monasterio de VOX, y ambas tienen algo muy importante en común: Hablan claro, bonito, conciso y son coherentes con su discurso, valientes, lo que les da credibilidad, algo que no está de moda en una política enfangada en el marketing de “usar y tirar” de Redondo y “de mi asiento no me moverán” de Inés Arrimadas.

Antes de la pandemia la Presidenta de la Comunidad de Madrid ya era un objetivo a derribar de Pedro Sánchez y su creador de bulos Iván Redondo desde Moncloa, Madrid tenía que ser del PSOE. La izquierda española, suponemos que financiada desde Venezuela con sus 40 maletas por los criminales Nicolás Maduro y Delcy Rodríguez, necesitan controlar y destruir la capital, el motor económico de España. La prioridad en las dictaduras comunistas pasa por conseguir la dependencia de las personas al subsidio del Estado, dependencia es lo contrario a libertad, así Yolanda Díaz celebraba feliz los 5 millones de parados en plena pandemia, España podía pagar y seguir endeudándose. Previsiblemente, las actuaciones de Sánchez con la dictadura venezolana son para llevar a cabo el objetivo de tener un país en Europa por donde poder blanquear el dinero que roban, desviar el oro que saquean y traficar con la droga que producen, así están destrozando España, sin escrúpulos. Como ejemplo su última estafa en la SEPI (institución para ayudar a financiar a empresas españolas con dinero público que depende de María Jesús Montero) para regalar 53 millones de euros a una compañía venezolana, Plus Ultra, de apariencia española y con un solo avión, mientras el SEPE cerrado por falta de dinero y los españoles sin poder tramitar su PARO, sus ayudas y sus jubilaciones.

Sin embargo, la apisonadora socio comunista se encontró con una piedra en su estrategia, una mujer con principios y carácter se les resistía en la capital de España, Isabel Díaz Ayuso. La presidenta puede parecer de aspecto frágil, de tono suave y dubitativo a veces, de pocas palabras, de lenguaje sencillo y comprensible para cualquier ciudadano, habla para la gente no para lucirse y lo más destacable es que usa la lógica más sencilla para tomar las decisiones más complejas lo que le ayuda a transmitir credibilidad en su mensaje sin tener que llenar los discursos de frases vacías o palabras incomprensibles. En definitiva, Isabel Díaz Ayuso cumple todas las reglas de una buena comunicación, porque sin complicarse en frases grandilocuentes su mensaje llega con nitidez a los madrileños y a toda España y su toma de decisiones es siempre pensando en el beneficio de las personas y la empresa, la independencia económica para ser libre, fácil de explicar, fácil de entender. De esta manera una mujer, que no se autodefine como feminista pero lo es (no habla, actúa), votada por los madrileños y sin ningún macho alfa que la dirija, ha logrado poner en pie a toda España en contra de un Gobierno criminal que campa a sus anchas con un PP sin liderazgo que baila al son de Sánchez y sus palmeros. VOX, sin titubeos, son los únicos que han apoyado a Ayuso, Rocío Monasterio ha tendido la mano a la presidenta para luchar en contra de la izquierda porque, sin duda, lo más importante es echar al comunismo de España y a Sánchez del Gobierno.

Ayuso parte como vencedora en las elecciones madrileñas, su gestión de la pandemia la avala siempre adelantándose a las decisiones del Gobierno populista, sin piedad. Cada ataque de Sánchez y su maquinaria de Moncloa la hacen más líder, más valiente, más fuerte, más popular y más representativa de un PP que no existe en Génova. La presidenta de Madrid ha sido atacada también por su propio partido y los silencios cobardes de Pablo Casado, los ataques egocéntricos de Feijoó y el incomprensible apoyo a C´s de Juanma Moreno y Alfonso Fernández Mañueco tras de la moción de censura en Murcia y traición de Inés (que me lo expliquen), sin dedicar ni una sola palabra a la valiente decisión de Ayuso, ni Cuca Gamarra la ha apoyado, toda una oda al poder de la política y un ataque indirecto a los madrileños, su salud y su economía. La izquierda se presenta desesperada a esta carrera por presidir la capital: En el PSOE no lograron cambiar al aburrido e insulso Gabilondo, Iglesias da una patada a la condenada Serra para ocupar su candidatura e intentar no desaparecer, Errejón coloca a Mónica García que señala a la oposición disparando y C´s va de la mano desesperada del anodino Edmundo Bal, un sin sentido. Las dudas recaen sobre si el PP usará la victoria de Ayuso como herramienta útil en Génova, ya sabemos cómo se las gasta Teodoro con VOX, negociando a espaldas de España con el comunismo de Sánchez. Isabel Díaz Ayuso ganará las elecciones y si no llega a la mayoría absoluta Rocío Monasterio apoyará a la candidata del PP, dos mujeres con un criterio claro luchan para salvar Madrid y dan esperanza a toda España, el feminismo útil, que la suerte nos acompañe.

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