Carlos de Fábregas y de Garzón Ceuta 1724-1778 Istmo de Panamá
Padre del considerado como el Libertador de Panamá José de Fábregas

Carlos de Fábregas nace en Ceuta el 6 de octubre de 1724, siendo bautizado en la Parroquia de Nuestra Señora de los Remedios al día siguiente de su nacimiento, fueron sus padres D. Ramón de Fábregas subteniente del regimiento de Badajoz natural de Garriguella (Gerona) y doña Francisca de Garzón natural de Badajoz.
Don Ramón de Fábregas, se encontraba destinado en Ceuta con motivo del cerco de Muley-Ismail (1678-1727), participando en las acciones del 27 de mayo de 1720.
Carlos de Fábregas ingresó en el ejército como cadete en 1743, subteniente de fusileros del Regimiento Cantabria en 1754, de granadero en 1758 y teniente en 1767, ascendido a capitán de fusileros del Regimiento de Murcia, en 1774 fue promovido a capitán de granaderos del Batallón Fijo de Infantería del Panamá. En este año contrajo matrimonio con doña Antonia Teresa de las Cuevas y Álvarez, de dicho matrimonio nacerían tres hijos: José Pedro Antonio, nacido el 9 de octubre de 1774 y bautizado el día 22 del mismo mes en la Catedral de Panamá; Felipe José Cayetano, nacido en 1775 y Josefa Sebastiana; nacida en 1777.
En 1778 Carlos de Fábregas obtiene el empleo de sargento mayor, falleciendo ese mismo año, dejando huérfano de padre a tres niños de 4, 3 y 1 año.
Unos años más tarde en 1781 el teniente coronel D. Cayetano Ximénez, destinado como comandante del Batallón Fijo de Panamá solicita licencia para casarse con la viuda de don Carlos de Fábregas. Licencia que le fue conseguida en 1782.
José de Fábregas
Pasamos a nuestro personaje el primero de los hijos de Carlos de Fábregas, que es el que nos interesa para el presente escrito:
Como indicamos arriba José Pedro Antonio de Fábregas nace un 19 de octubre de 1774, en esos momentos Panamá pertenecía a virreinato de Nueva Granada. Imperio español.
La carrera militar de José de Fábregas, empieza muy pronto, ya que su padre logró fuera aceptado como cadete en 1777 con solo tres años de edad, esto fue un año antes de su fallecimiento.
En 1797 tenía el empleo de teniente. En 1805 contrajo matrimonio con doña María Josefa de Urriola, con la que tuvo nueve hijos.
Llegado 1812 obtuvo el ascenso a capitán y en 1815 a teniente coronel. Por Real Decreto de Fernando VII de fecha 14 de abril de 1815 es nombrado Gobernador Político y Militar de Santiago de Veraguas, Panamá, por un periodo de cinco años.
A principios de 1816 fue comisionado para pasar a la provincia de Chocó para su pacificación, cosa que consiguió, más tarde hizo lo mismo en Barbacoas donde desarmó a las cuadrillas de esclavos, en esta misión hizo gastos considerables que fueron pagados por él mismo de su propio bolsillo, dando además 700 pesos para sostener a las tropas de aquellos puntos, recobró una gran cantidad de pesos en las minas de la playa de oro, que puso a disposición del comandante general. Año en que le fue concedida la Cruz de Caballero de la Real Orden Americana de Isabel la católica.
En 1821 fue promovido a coronel y nombrado comandante general del Departamento del Istmo de Panamá.
Los inicios de la Independencia de Panamá
Tuvo su inició cuando el general Juan de la Cruz Mourgeon a cargo de las tropas españolas en Panamá, recibió una propuesta de la corona española; si lograba recuperar el control de varias colonias sublevadas sería nombrado virrey. Partiendo para Ecuador, para desde este punto arremeter contra los independentistas de Nueva Granada.
Mourgeon había sido nombrado capitán general del Nuevo Reino de Granada y Presidente de Quito (1819–1821), antes de partir se encargó de organizar su refuerzo con fuerzas procedentes de Puerto Cabello, Venezuela, así como de la guarnición del Istmo de Panamá a finales de diciembre de 1821 llegaron a Santa Rosa de Atacames, Ecuador iba al mando de 800 hombres, de donde emprendió la marcha hacia Quito, embarcando en la corbeta Alejandro.
Antes de partir encargó el mando como gobernador al comandante general del Istmo de Panamá el coronel José de Fábregas, que por entonces se desempeñaba como gobernador de Veraguas
El cargo le duró a Mourgeon poco tiempo, había tomado el mando en octubre de 1821 y el 8 de abril de 1822 falleció en Quito a causa de una enfermedad, siendo sustituido por el mariscal de campo el ceutí Melchor de Aymerich, como Presidente de la Real Audiencia.
La salida de Mourgeon para Quito con tropas del Istmo de Panamá fue aprovechada por grupos independentistas para sublevarse.
El 10 de noviembre de 1821 se produjo en Panamá un movimiento independentista conocido como “Primer Grito de independencia de la Villa de Los Santos”
El 28 de noviembre, José de Fábrega, aprovechando la ausencia de Juan de la Cruz Mourgeon, convocó a Cabildo Abierto, en este se creó el acta en el cual las autoridades militares, civiles y eclesiásticas del Istmo declaraban rotos los vínculos entre Panamá y España. Creándose el “Acta de Independencia de Panamá o Acta de Independencia del Istmo de Panamá”, fecha en que Panamá declara la independencia del Imperio español. Esta acta se compone de 12 artículos. No se adjuntan.
El que José de Fábregas ocupara el principal cargo del Istmo animó a estos a intentar independizarse con su propio esfuerzo de España, pensando que un panameño nunca haría una gran oposición para liberar a su propia patria.
José de Fábregas se pone al lado de los independentistas junto con las sociedades patrióticas y el clero, que contribuyó económicamente al movimiento. Siendo reconocido como coronel de la República de Colombia y nombrado Gobernador y Comandante General del Departamento del Istmo de Panamá, nombramiento concedido por Simón Bolívar.
Mediante el voto popular con la aprobación de la población, se decide la unión voluntaria a la Gran Colombia de Simón Bolívar. La Gran Colombia fue la unión de Nueva Granada, Panamá, Venezuela y Ecuador. La Gran Colombia se formó en 1821 tras el Congreso de Cúcuta, extinguiéndose en 1831, pocos meses después del fallecimiento de Simón Bolívar.
El 29 de diciembre de 1821, José de Fábregas dirige un Oficio a Simón Bolívar:
Excelentísimo Señor:
Tengo la alta complacencia de comunicar a V.E la plausible nueva de haberse decidido el Istmo por la independencia del dominio español. La Villa de los Santos, de la comprehensión de esta Provincia, fue el primer pueblo que pronunció con entusiasmo el sagrado nombre de la libertad, y en seguida casi todos los demás pueblos imitaron su glorioso ejemplo; pero como esta capital no juzgase aún oportuna su decisión, trató de tomar tiempo para arreglar las cosas, de modo que el día deseado fuese completamente glorioso.
Efectivamente, tengo el placer de haber visto que en un acto en que se ha verificado la metamorfosis de un sistema que era sostenido por hombres que podía causar algún desastre, se haya verificado con tal orden, de que apenas podrá citarse un ejemplar: la moderación y los sentimientos de la más alta filantropía, han caracterizado al Istmo de una manera que le hará memorable en los fastos de la historia de la América libre.
Separadamente, en otra oportunidad que me ofrezca más tiempo, haré a V.E. un conocimiento de los honorables patricios que han merecido la consideración de sus conciudadanos por los servicios que han hecho en esta importante obra, remitiendo por ahora a V.E. un ejemplar de las bases acordadas el día de ayer, en que tuvimos la suerte de erigirnos en parte integrante de la independencia americana.
En el día de las circunstancias me obligan a implorar a V.E su alta protección en todos los sentidos para poder conservar a la República de Colombia un punto tan interesante, pues la desgracia que ha abrumado al Istmo de tres años acá, lo ha dejado en la impotencia de no poder sufrir los cuantiosos gastos que se imponen para ponerlos en el respetable estado que tanto demandan las circunstancias. Sobre todo, lo que más se necesita son al menos 300 hombres disciplinados con sus competentes oficiales para las guarniciones de los más importantes puntos por donde podemos ser invadidos.
Por lo que a mí me toca. Excmo. Señor, la efusión de mí gratitud es inexplicable al haber tenido la satisfacción, única capaz de llenar el corazón humano, cuál es el merecer la confianza pública en circunstancias tan críticas, para gobernar el Istmo independiente; y solo puedo corresponder a tan alta distinción, con los sacrificios que estoy decidido a hacer desde que me fue consagrado, como deseaba, a la patria que me ha visto nacer, y a quien debo cuanto poseo.
Tenga V.E. la bondad de ponerlo todo en conocimiento del Supremo Consejo para que se digne aprobar nuestras operaciones reconocernos como parte integrante de la República que representa, a donde se dirigirá el diputado que lo haga por este Istmo.
Dios guarde la importante vida de V.E. muchos años, para la gloria y prosperidad de la República.
Panamá, 29 de noviembre de 1821
José de Fábregas
Bolívar al tener las noticias de las ocurrencias del Istmo, desde su cuartel general en Popayán destacó a su edecán, el capitán Daniel Fulgencio O´Leary, para que se trasladase a Panamá como portador de una carta laudatoria para Fábrega.
Adjuntamos el siguiente documento (Archivo del Libertador). Documento 6599: Nota oficial de Bolívar al coronel José de Fábregas, fechada en Popayán el 1º de febrero de 1822, por la cual lo congratula por los sucesos de Panamá. Espera 1.000 hombres para liberar a Quito y los reemplazos se los manda de inmediato, lo nombra Comandante General de Panamá y en lo militar nombra al coronel José María Carreño.
República de Colombia
Cuartel General de Popayán, 1º de febrero de 1822
Al señor coronel José de Fábregas, Gobernador Comandante General de la Provincia de Panamá.
Señor coronel:
Sin haber tenido la satisfacción de recibir el despacho que V.S. ha tenido la bondad de dirigirme, me apresuro a congratular a esa ilustre provincia que V.S. tiene la gloria de presidir. No me es posible expresar el sentimiento de gozo y admiración que es experimentado al saber que Panamá, el centro del Universo, es regenerado por sí misma, y libre por su propia virtud. El Acta de Independencia del Panamá, es el monumento más glorioso que puede ofrecer a la historia ninguna provincia americana. Todo está allí consultado, justicia, generosidad, política e interés general.
Trasmita V.S. a esos beneméritos colombianos, el tributo de mi entusiasmo por su acendrado patriotismo y verdadero desprendimiento. Sin duda una parte del ejército de Colombia, a las órdenes del señor coronel Carreño, debe haber asegurado ya la suerte de ese precioso emporio del comercio y de las relaciones del mundo. Además he ordenado que otro cuerpo de 1.000 hombres más, siga a reemplazar esas mismas tropas que ahora pido a su comandante para que vengan a cooperar a la libertad de Quito. V.E. pues hará sus mayores esfuerzos para que estas órdenes tengan el efecto más completo. Me lisonjeo que V.S. prestará todos los auxilio que estén a su alcance para que dichas tropas puedan inmediatamente salir con todos los elementos necesarios para su marcha y operaciones debiéndose embarcar por las costas de Esmeralda o Guayaquil a las órdenes del jefe que señale el señor coronel Carreño; y embarcándose en los transportes y buques de guerra que se puedan conseguir en los puertos del Istmo accidentalmente o en los que expresamente sean mandados para ese objeto desde Guayaquil, V.S. señor coronel, está nombrado por mí como gobernador comandante general de la provincia de Panamá, y el señor coronel Carreño debe quedar mandando en ese departamento militar, como jefe superior político y militar, encargado de las operaciones contra Veraguas, u otro cualquier punto que ocupen las armas españolas en las fronteras de Colombia.
El Señor coronel Carreño recibirá del departamento de Magdalena y de la capital de Bogotá cuantos auxilios necesite para defender la obra que tan noblemente V.S. ha empezado. Repito a V.S. las expresiones de verdadera gratitud, con que aceptado en nombre de Colombia servicios de V.S. y ese pueblo generoso le acaba de prestar para completarlas, el ámbito que la Providencia y la naturaleza habían señalado a nuestra inmensa república. (Literal)
Dios guarde a V.S. muchos años
BOLIVAR.
José de Fábregtas
Simón Bolívar le concedió el Títutlo Honorífico de “Libertador del Istmo”
El 4 de junio de 1828, Simón Bolívar concede el grado de general de brigada de la República de Colombia a José de Fábregas.
El 26 de diciembre de 1830, estando Fábregas al mando del Gobierno civil desde el departamento de Veraguas, el general José Domingo Espinar, por entonces al frente de la comandancia militar el Istmo, se propuso segregar el departamento de Panamá de la unidad nacional colombiana comprendida por Veraguas y Panamá, para formar un estado independiente bajo su jefatura.
Como era de esperar José de Fábregas se opuso enérgicamente al golpe de Estado liderado por Espinar; pero las pugnas internas y los interese particulares consiguieron que, cuando este último partió hacia Veraguas para combatir con el contingente que había organizado Fábregas, el coronel Juan Eligio Alzuru a quien Espinar había dejado al mando; lo derrocó en su ausencia. Lo que intentó ser un buen gobierno, poco duro; el 9 de julio de 1831, Alzuru víctima de la pasión por el poder, propinó un golpe de Estado. Concentró los dos poderes, el militar y el civil, en su persona; al mismo tiempo, impuso un gobierno tiránico que culminó con el destierro de Fábregas, quien conjuntamente con otros próceres de la gesta independentista, fue embarcado hacia el extranjero. Fábregas logró persuadir a los capitanes de los navíos para que lo liberasen en Montijo, Veraguas, desde donde emprendió la nueva lucha para establecer el orden civil y la legitimidad del país.
Fábregas y el coronel José Antonio Miró; que había hecho la campaña del Perú; formaron en Santiago, capital de Veraguas, una división respetable, y con ella se pusieron en marcha sobre Panamá el 15 de agosto de ese mismo año ya estaba en La Chorrera y el 26 en Arraiján, cerca de la capital. El 27 unificó fuerzas con el coronel Tomás Herrera en Río Grande y juntos ganaron la batalla en contra de los ejércitos de Alzuru. Alzuru fue juzgado y ejecutado por sus crímenes, en el mismo patíbulo que había levantado para cercenar muchas vidas en la plaza de la Catedral.
Finalmente en 1832, el general José de Fábregas regresó a la ciudad de Santiago de Veraguas, donde se mantuvo como gobernador hasta 1835. Fue senador electo al Congreso Nacional en 1837 y 1838 cargó que ocupó hasta su muerte.
José de Fábrega y Garzón falleció en Santiago de Veraguas, el 11 de marzo de 1841.
Con el tiempo solo quedó una lápida cubierta de polvo en la iglesia de Santiago de Veraguas con la inscripción siguiente:
Iglesia de Santiago de Veraguas:
“Dicha y reposo para mi patria y virtudes para mis hijos. Estas fueron las últimas palabras del señor general José de Fábregas, cuyos restos mortales yacen bajo esta losa su cara esposa con nueve hijos lo perdieron el 11 de marzo de 1841, y a su triste memoria le tributan este debido homenaje de gratitud, él vivió hasta la senectud de su vida pública siempre sostuvo el orden, bajó al sepulcro exento de crimen, padre amoroso, amigo fiel, fue franco y generoso con el débil, el menesteroso y el desvalido, y al desaparecer legó a sus deudos honor y virtudes”
Con la política del presidente Antonio Cánovas del Castillo, en la restauración se firmó el tratado de reconocimiento de Panamá por parte de España en 1904, que se había independizado de Colombia un año antes.
Como señala el historiador John Morris Roberts en su Historia Universal, Tomo III, páginas 254-255.
Las levas de las Milicias Coloniales fue un arma de doble filo, ya que proporcionaban a los “criollos” una formación militar que podía volverse contra los españoles.
Sobre don Carlos de Fábregas ya hemos escrito en este mismo diario “EL PUEBLO DE CEUTA” con fecha del 09.01.2.017, ahora lo ampliamos con nuevos documentos.
Algunas fotos utilizadas en diversos escritos son tomadas de Internet, tratamos siempre de citar las fuentes y sin ánimo de lucro, solo intentamos dar a conocer destacados personajes ceutíes o relacionados con nuestra ciudad, algunos poco conocidos y otros olvidados a los que debemos de recordar.