El empalme
Javier Chellarám
Como el título puede dar a varias explicaciones, empalme es el acto y el resultado de empalmar: combinar, acoplar o unir algo, así mismo el término también se emplea para nombrar a aquello que empalma, al lugar donde se empalma y al modo de concretar la unión.
También escuché hace un montón de años a uno rompiendo una botella para hacer el juramento ante un adversario en una barriada del centro y el poseso decía “ venga ahora estoy empalmado “.
Estos recuerdos al título de la columna me vienen a la memoria por lo formalitos que se ponen algunos cuando están por la calle Real y la zona centro haciendo amistades que le den brillo y queriendo entrar en conversaciones pero de paso metiendo unos patones porque el hombre como el refrán “ por mucho que el burro se disfrace de caballo, al final rebuzna “ y sin saber temas personales de su contertulio soltando unas bravuconadas que afectaban al que estaba allí en medio de la conversación.
También me gustaba las frases de muchas películas que recordaban eso de “ el tigre tienes que verlo en la jungla no en la jaula del circo “ y eso lo pude comprobar también porque en esta vida si vengo de vueltas es porque he vivido de todo un poco y muchos que venían a Ceuta por la Feria dándose golpes de pecho en la playa, en cada rincón de esta tierra había que verlos luego en su hábitat en Madrid.
Por tanto he podido comprobar últimamente y en estos nueve años que en esta tierra hay en tan pocos kilómetros mucha mala leche acumulada en muchas cabezas pensantes que se han vuelto desbordadas por tener entre sus manos un poder que bien pueden pensar que, es cada cuatro años o por obra y gracia de algún decreto puedan ser mandados al quinto carajo cuando menos se lo esperen.
A sí que estas cabezas pensantes que se acomodan en las tertulias y cafés con estos que luego se empalman en sus barrios y son tigres en la jungla yo cubriendo tareas de reportero, he sentido yo en mis carnes el rechazo o el desprecio por ser un apasionado de las tareas informativas aunque al ritmo que va uno, parece que las profesiones de muchos ni se las toquen y eso si a los tigres que se ponen en plan gatito en el centro que se os ve la cola y las garras y de paso el empalme.
