Madrid habla: Libertad sin ira, Libertad sin Sánchez

El 5 de mayo de 2021 España se levanta con aires de Libertad, casi con los aires de esa canción que fue el himno de la España de transición, “Libertad sin ira”, canción de Jarcha que popularizó el grupo Mocedades y todas la familias españolas hemos cantado en algún evento familiar y cuya letra definía a la España posterior al franquismo, una España ilusionada, unida, con futuro, como lo vivido el 4 de mayo tras los resultados de las elecciones de Madrid.

En unos días los ganadores, el PP, han intentado rentabilizar una victoria histórica y personal de Ayuso en un éxito de partido, como es lógico. Sin embargo, por las declaraciones del Presidente nacional del PP (que sigue arremetiendo contra VOX) no ha tenido la capacidad, ni él ni sus asesores (y lo digo con un tono de “rintintín” que sobrepasa la lectura) de interpretar el “efecto Ayuso”(se ve que no es contagioso), ya que la Presidenta de Madrid sabe que VOX es necesario para su Gobierno en la capital y respeta al partido y sus votantes. Pablo Casado no se entera o “no se quiere enterar ye-ye”(adaptando el estribillo de la canción de los 60). Mientras la izquierda ha intentado culpabilizar al votante de su derrota, como si lo de votar no fuera con ellos, como si ellos se representasen a sí mismos y los ciudadanos estuviéramos a sus órdenes. Tanto Casado como Sánchez deberían de aprender de Felipe González cuando se llevó el varapalo en las urnas contra Aznar y dijo “he captado el mensaje”.

En el PSOE la situación es dramática y desesperada, han hecho campaña contra la Libertad, y ahora se disponen a expulsar a históricos del partido socialista por hacer uso de la misma, la libertad de opinión(Leguina y Redondo, encadenando error tras error), me pregunto “pa´cuando” Felipe González (que se la está jugando últimamente). Por si éramos pocos, la erudita Carmen Calvo habla, dice que los que han votado en clave de libertad son nazis que quieren exterminar al oponente, insultando a millones de madrileños, la macabra y miserable socialista banaliza con el holocausto en un acto delante de la comunidad judía,en un discurso del odio que debe denunciarse desde el PP y VOX sin hacerse esperar. Lo que parece que queda claro es que el único culpable de la estrepitosa derrota socialista es Pedro Sánchez, y no lo digo yo, lo dice Joaquín Leguina y añade, “imbécil”.

La salida de Ciudadanos es lo más importante en las elecciones de Madrid, aunque lo más sonado haya sido el abandono del pérfido Pablo Iglesias. La derecha por primera vez pueda aspirar a gobernar España, ya hay encuestas que le dan la mayoría absoluta a PP y VOX. El partido de Sánchez debe de romper con proetarras, golpistas y podemitas para crecer por el único sitio que puede hacerlo, la derecha moderada, el votante de Inés Arrimadas. Sánchez decide,o tiene una crisis de Gobierno rompiendo sus pactos con la izquierda extrema o el partido socialista está acabado. Puede ser que “el psicópata” y su gurú Redondo sigan hacia delante porque no les importe que desaparezca el PSOE, y esto es una oportunidad única para la derecha.

El PSOE de Pedro Sánchez está acorralado y sólo lo puede salvar Pablo Casado. Sería un grave error que teniendo acorralado a Sánchez, Casado lo salvase entregándole la justicia al PSOE. Dolores Delgado ha nombrado a 7 fiscales de sala en un año, todos de la “Unión Progresista de Fiscales”(UPF), alucinante como están colonizando la justicia. Fuentes fiscales consideran una invasión a la cúpula de la fiscalía por parte de la UPF, del PSOE, y hay que recordar que Lola Delgado es Fiscal General a pesar de ser la pareja de un juez prevaricador, en ningún país del mundo se permitiría. El líder de Génova sigue negociando para cerrar el acuerdo de renovación del CGPJ, donde todavía el PSOE no tiene mayoría de jueces y el PP se la entregaría en un pacto incomprensible a estas alturas. Si Pablo Casado llega a un acuerdo entregandoCGPJ al PSOE de Pedro Sánchez sería peor que el “psicópata” de Moncloa, regalando la última barrera que tenemos de defensa democrática los españoles y enterrando el “Efecto Ayuso”.