Ceuta, una invasión consentida por el Gobierno de España
Artículo de opinión de María Villaverde

Desde la noche del domingo 16 de mayo Ceuta ha sufrido una invasión de más 10.000 inmigrantes ilegales marroquíes en 48 horas sobre una ciudad con una población de 85.000 personas. Los ceutíes han sido abandonados primero por el Gobierno de España y después por unas sorprendentes 24 horas de espera a la comparecencia de que Juan Vivas, Presidente de Ceuta, y la Delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora del Carmen Mateos (cuyo mayor mérito es que su hija trabaje en el equipo de prensa de Pedro Sánchez), que todavía a día de hoy, no ha salido para hacer ninguna declaración, la cabeza debajo del ala como buena socialista.
Para entender el “ataque” que está viviendo Ceuta debemos conocer por qué ha saltado la chispa del conflicto justo ahora. Todo comienza hace 1 mes, el 18 de abril, cuando en el Hospital de San Pedro de Logroño se acoge al secretario general del Frente Polisario, Brahim Gali, enemigo de Marruecos, ingresado con una identidad falsa (Mohamed Benbatouche) aquejado de coronavirus. Pero no sólo Marruecos tiene una guerra abierta con Ghali, este individuo tiene numerosas causas pendientes con la justicia, entre los que están delitos de violación, asesinato, lesiones, detención ilegal, terrorismo, torturas, desapariciones y lesa humanidad. Cómo Pedro Sánchez, empujado por Pablo Iglesias, puede tomar la decisión de admitir por “razones estrictamente humanitarias” a un delincuente que es enemigo de Marruecos y no tener preparada ninguna defensa. No lo comunica a Marruecos, ni lo negocia, lo oculta y cuando lo descubren mintiendo no tiene nada preparado para defender la frontera de España en Ceuta, pero además, nos trata como idiotas, porque obviamente, nuestro servicio de inteligencia tiene que haber pasado informes de lo que Marruecos estaba planificando con esta invasión, que no crisis migratoria, de hombre y niños que utilizan como armas humanas y de chantaje. De hecho en noviembre, los Servicios de Seguridad del Estado ya advirtieron de que esta situación se podía dar e hicieron caso omiso, como con los avisos del COVID. Si tenemos en cuenta que estamos en manos del Gobierno del marketing, las series de Netflix y la propaganda liderado por un político narcisista con altas dosis de psicópata (Pedro Sánchez), no deberíamos de esperar que las relaciones internacionales fueran a ser mejores que la gestión del país, donde los “Ministros” se preocupan más por la promoción LGTBI, el lenguaje inclusivo, el cambio de nombre de las calles y hablar de Franco que por ayudar a las empresas, aumentar el número de puestos de trabajo, el respeto a los derechos fundamentales y la salud de los españoles. Y así nos va, con este gobierno de pijos progres que son la burla de los españoles y que su puerta giratoria natural sería una silla en el “Sálvame Rojo” de Jorge Javier y de esta manera, por lo menos quienes lo vean, se ríen sin trabajar para mantener a esta banda.
El martes 18, los líderes de la oposición actuaron cada uno a su medida, Abascal (activo) se fue a Ceuta, Casado (desde la poltrona) llamó a Sánchez y Sánchez se adelanta al líder de VOX y llega a antes Ceuta. Pero Sánchez no llega de “motu proprio”, por lo visto, supuestamente, su intención era una gira populista (lo que más le gusta al Presidente viajar a costa de los españoles y hacerse fotos) que empezaba en Francia, pero Europa le obligó a hacer presencia en Ceuta, y allí soltó el discurso y se hizo la foto. El Presidente llegó a la ciudad invadida de marroquíes acompañado por el cobarde Marlaska, que echa la culpa de la decisión de acoger Brahim Gali a González Laya (conocida porque cada vez que abre la boca sube el pan), Ministra de Exteriores o qué más da, seleccionada para el gobierno por trabajar antes en una Fundación de Soros, el que vende países que destroza. Ceuta, sitiada con 10.000 ilegales campando por la ciudad (3.000 menores) sin mascarillas y arramplando con lo que podían (200 denuncias en una noche), recibe a gritos de “Hijo de p…” a la caravana presidencial de Pedro Sánchez que llegaba a Ceuta ayer por la tarde con patadas al coche oficial de Grande Marlaska ante el abandono del Gobierno en lo que es una invasión marroquí sin precedentes y no una crisis migratoria, como lo llaman todos los Ministros mintiendo.
España ha perdido toda la fuerza de trato a nivel internacional, con Marruecos no lo ha podido hacer peor, Biden ha llamado a 40 países pero no a España y para Europa estamos a la cola y no somos de fiar con un gobierno socio comunista sicatario de Maduro, el Gobierno de España es débil, en el que nadie confía y Marruecos que es un Estado unido aprovecha para chantajearnos. Mientras España hace 20 años que no tiene una política de defensa y ha renunciado a la condición nacional del Estado, también ha renunciado a tener una política de seguridad nacional y pagamos a los demás para que nos defiendan las fronteras y eso es lo que no podemos permitir. Ayer, una vez más, el Gobierno de Sánchez ha enchufado 30 millones de euros a Marruecos para que cese en su envío de ilegales a Ceuta: En estos 2 años ya van 200 millones de euros enviados a Mohamed VI, que al Gobierno socialista le importan poco, porque es su “modus operandi” para mantenerse en el poder y forjarse su futuro millonario es endeudar España y tirar el dinero público. La UE ha sido más contundente que el propio Gobierno Español haciendo valer a Ceuta como frontera de Europa con Marruecos, sin admisión de chantajes.
Pedro Sánchez había prometido una frontera inteligente para cuidar la integridad de los ceutíes, pero sigue pagando los chantajes de Marruecos mientras ellos envían a sus niños y jóvenes para invadir el territorio español. El viaje express del Presidente y su Ministro del Interior es la prueba de que esto no es una crisis migratoria como nos quieren vender. Necesitamos de urgencia 10 o 15 años de una política nacional que remilitarice nuestro Estado para proteger nuestras fronteras, que son únicamente responsabilidad del Gobierno de la Nación, y para ello necesitamos una política nacional que luche por todos los españoles, por una España constitucional y por la batalla de las ideas desde el respeto y sin complejos.