“El país de Nunca Jamás” de Sánchez sin oposición

El Gobierno “nini” de Pedro Sánchez, ni gestiona ni trabaja, se somete, una vez más, al desprecio y los caprichos del separatismo para poder seguir beneficiándose del poder. Prueba de ello y de la ambición de un presidente ilegítimo, cuyo único objetivo desde que ha “okupado” Moncloa es mutilar la nación española y desmantelar el poder judicial, es la sumisión ante la burla grotesca y cruel de Gabriel Rufián, que con soberbia, ha llamado mentiroso a Pedro Sánchez que afirmaba (con toda su caradura) que no habría Referéndum de autodeterminación catalana: “También dijo que no habría indultos…denos tiempo”, le espetó el separatista riendo. Esta es la demostración de que el Presidente de España no tiene ninguna credibilidad, ni por parte de la oposición, ni tan siquiera, por parte de sus socios (anti españoles). Pedro Sánchez está solo, únicamente apoyado por Ministros, asesores y su lacayo Iván Redondo, todos bien pagados. Esta soledad, con números mínimos de escaños, es motivo más que suficiente para que en un país democrático con un dirigente responsable se convocasen elecciones generales. Pero no nos va a caer esa breva a los españoles ninguneados por unos políticos infames, porque si algo no tiene el “paga Fantas” del separatismo, los terroristas y los golpistas, es dignidad, moral y palabra. En cualquier otro país europeo este mentiroso compulsivo estaría sentado en un banquillo para ser juzgado por una justicia independiente, efectiva y funcional.
El problema es que, de nuevo, la oposición mayoritaria en España, el PP de Pablo Casado, no se posiciona con rotundidad (más allá de discursos vacíos de acciones), no rompe con el PSOE en las comunidades donde gobiernan con ellos (Ceuta), no hace un cinturón sanitario al sanchismo y a un PSOE que se derrumba, no va a presentar una moción de censura (piensan que los votos del PSOE pueden caer en sus arcas de “centro centrado” si no atacan al socialismo), no va a cambiar ninguna política lingüística (como en Galicia, donde Feijóo sigue la estrategia del nacionalismo catalán) no va a salir a la calle y movilizar a los suyos, es la inacción política. Porque el centro de Casado está en el inmovilismo de Rajoy que junto al PSOE nos ha traído a la actual España atomizada. El bipartidismo PP-PSOE en 40 años sólo ha beneficiado a los políticos, ha mermado las libertades de los españoles, nos han empobrecido, han prostituido la justicia, desmembrado España, endeudado a las generaciones futuras, empeorado la educación y favorecido a los delincuentes terroristas, golpistas y malversadores de dinero público (que para Carmen Calvo no es de nadie) debilitando el Estado. La derecha espera la caída del socialismo de Sánchez, como hicieron Aznar y Rajoy, para seguir en la misma partida reemplazando a los “jugadores”. No van a mancharse de barro los zapatos castellanos que brillan en los despachos, los leídos “peperos” son más de repartirse el pastel con cuchara de plata y mantel de puntilla.
En Génova 13 siguen más preocupados por VOX que por el destrozo que está haciendo el socio comunismo en las instituciones que consideran de centro (no les llega con los ataques contantes al Poder Judicial que sufrimos desde hace 2 años). El PP de Casado y Álvarez de Toledo llegó prometiendo que cambiaría un partido tocado por la corrupción y que había perdido la batalla de las ideas, y el problema, es que sigue en la misma línea que le ha llevado al peor resultado en unas elecciones generales de la derecha de centro, ahora con Teodoro. Lo único que ha cambiado en el PP se llama Isabel Díaz Ayuso, pero parece que a su líder no le convence la clara respuesta de los madrileños en las urnas. Parece que lo más importante para el anodino Casado es que no le etiqueten de facha, oponerse a VOX y los resultados de las encuestas. La última del Secretario General del PP es prometer en Valencia la libre elección del español, y digo yo, a qué espera a imponer esto en Galicia donde ya tiene la mayoría absoluta, es que o no hay vergüenza o Feijóo pasa de Génova. El niño de la Barba quiere llegar a Presidente de España sin mojarse, sin luchar, sin posicionarse, sin coherencia, sin liderar y sin tomar decisiones profundas de cambio en un partido que carece de estrategia común. Puede que en algún momento el líder del PP se dé cuenta de que España no puede más, de que se necesita alguien que actúe, una persona que se remangue la camisa y se moje por su país, por los españoles, por nuestros derechos, con acciones y no con discursos, porque no podemos seguir trabajando para mantener a un gremio que no aporta nada, el político. Es como criar a un niño tonto, y para Gobierno “nini” ya tenemos al de Pedro “El Magnánimo”.
El Gobierno actual sigue con su estrategia de cambio de régimen, la misma que comenzó Zapatero en el 2006 dando oxígeno a los etarras y negociando con ellos la legalizando Bildu. Pedro Sánchez continúa el trabajo del socio de Maduro y repite la jugada con los separatistas catalanes indultando a los golpistas, regalando un protagonismo a unos delincuentes antiespañoles que estaban acorralados, liderando el nuevo golpe de Estado catalán. El Presidente del Gobierno había negado que iba a pactar con Podemos, había negado que pactaría con Bildu, había negado que acercaría a su casa a los presos de ETA y que cedería la gestión de las prisiones al País Vasco (en breve los asesinos estarán respirando a la oreja de sus víctimas), y había prometido endurecer las condenas al secesionismo y juzgar a Puigdemont en España. El Pinocho socio comunista ha creado “el país de Nunca Jamás” para conseguir sus objetivos de poder y amputar las comunidades separatistas de España, utilizando a sus socios filoterroristas y golpistas para dar comienzo a su república totalitaria. Los ciudadanos estamos bajo el yugo de un Gobierno que no tiene escrúpulos en robarnos, mentirnos y censurarnos, en hacer una España más desigual, sectaria, enfrentada e insegura, en manipular una justicia que nunca actúa a tiempo (que no nos protege) y en usar la perversión del lenguaje para atacar al individuo, a la democracia y borrar nuestra historia. Lo que tenemos que ver es de qué lado se va a posicionar el PP de Casado, si va a seguir en lo mismo o va a construir una oposición real al socio comunismo con VOX, eligiendo el mismo modelo que hay en Madrid, el único caballo de Troya al sanchismo, un frente común a un Gobierno ilegítimo y opaco que ataca a la democracia del 78. España necesita una estrategia política común de la derecha, organizada, sin complejos, con liderazgo, constante e implacable, que movilice las calles y el Parlamento porque es la única manera de derrotar a un dictador populista que avanza de manera acelerada viendo su caída del poder y mirando con miedo su soledad, Pedro Sánchez.