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La magistrada del Juzgado de lo Penal de Ceuta dejó visto para sentencia este jueves el juicio contra un hombre, identificado como A.M.B. y mayor de edad, acusado de ser autor criminalmente responsable de un delito de robo con intimidación por el que le piden una pena de 4 años y 6 meses de prisión.
Los hechos denunciados, que niega el acusado, tuvieron lugar el pasado 15 de septiembre de 2020 en la barriada El Príncipe cuando entró a atracar una farmacia con unas tijeras de cocina en la mano pidiendo Rivotril y Alprazolam. La denunciante aseguró que el ladrón estaba alterado y parecía drogado, y que las tijeras que llevaba eran grandes, por lo que tuvo bastante miedo.
Según la denunciante, la auxiliar de farmacia que se encontraba trabajando, le apuntó con las tijeras y le dijo que le diera los fármacos mientras la seguía con el objeto peligroso. Explicó ante la jueza que primero le pidió Rivotril, y fue con ella hasta el cajón llevándose las 5 cajas que tenían en la tienda, y que posteriormente le pidió Alprazolam pero cuando le dijo que no tenía se fue a la caja, momento en el que ella aprovechó para salir corriendo por la puerta de atrás y pedir ayuda a los vecinos.
La principal testigo y víctima del atraco identificó sin género de dudas al autor del robo porque dice que “lo conoce desde hace muchos años” por ser vecino de la barriada, que era un cliente habitual de la farmacia al que conocería "solo por la voz" y que en el momento del atraco iba con la mascarilla bajada y la visera del casco que llevaba puesto subida.
En su declaración, el acusado aseguró que no había estado en la farmacia ese día, que estaba en su casa y en una obra en la que ayudababa, y que todo es mentira, asegurando que lo quieren meter en la cárcel por un “ajuste de cuentas” con la familia de la empleada de la farmacia. Además hizo referencia en repetidas ocasiones a que él mismo se entregó a la Policía porque estaba "amenazado de muerte" y que cuando llegó a la cárcel lo agredieron y apuñalaron por esas malas relaciones.
La testigo, por su parte, aseguró que no existía ningún problema con él o con su familia, y el segundo testigo que se presentó al juicio, el dueño de la farmacia, relató que la empleada le llamó, que estaba muy nerviosa y le explicó todo lo sucedido, después de lo que ambos fueron a denunciar a la Comisaría.
Tras la presentación de las pruebas testificales, la Fiscalía introdujo en su escrito el atenuante simple de consumo de estupefacientes en el momento de los hechos, manteniendo su acusación y solicitando la sentencia condenatoria de 4 años y medio de cárcel, pero retirando la indemnización ya que el dueño de la farmacia manifestó en la vista que no reclamada por los fármacos y los 100 euros sutraídos durante el robo.
Por su parte, la abogada defensora del acusado solicitó la absolución alegando que la única prueba era el testimonio de la empleada de la farnacia, lo que no era suficiente para condenarlo. Subdiriamente solicitó la pena mínima por robo teniendo en cuenta que se trata de una persona drogadicta que estaba robando fármacos motivado por su adicción.
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