España hacia el cambio de régimen: “El Gran Salto Adelante” de Pedro Sánchez

Se hablaba de que Pedro Sánchez iba a anunciar después del verano la salida de los Ministros: Calvo, Escribá, Laya, Garzón y Castells. Esta salida se utilizaría, ya habitual en el Gobierno, como una gran cortina de humo ante dos temas que no dejan en paz la nefasta gestión del felón: La ley de Seguridad Nacional, urgente para los fines dictatoriales de Pedro Sánchez; y el otro gran error, los indultos, que no acaban de desaparecer de la indignación social y hunden la encuestas del PSOE, intragable para cualquier español “normal” de cualquier ideología. En este Gobierno criminal un escándalo tapa otro contando con los medios pagados de basura mediática que nos desinforma todos los días. El sábado 10 de julio por la mañana Moncloa anuncia el cambio de Gobierno para la sorpresa de toda España, incluyendo al macarra José Luis Ábalos, que tenía que anular un evento ante la llamada del que dejaría de ser su jefe. Podemos gana al PSOE y se manifiesta la debilidad de un Presidente sin escrúpulos, que no toca ni una cartera de la izquierda extrema, los comunistas son indiscutibles en el Gobierno. Pedro Sánchez tira por el barranco a los socialistas más cercanos a su persona, los que lo han hecho llegar a Moncloa. Porque ahora ya no puede echarle la culpa al “Coletas”, los comunistas y los separatistas, las decisiones más indignas del Gobierno socio comuniata son responsabilidad exclusiva del “Okupa de Moncloa”.

El único objetivo del Presidente Sánchez es seguir con su cambio de régimen, y para ello cuenta con la debilidad del PSOE (partido al que va a destruir) que está a sus órdenes y con la superioridad de sus socios golpistas, comunistas y filoetarras que ordenan a Sánchez, sumiso y débil. Pero bien le vale al psicópata ser un Presidente marioneta si logra ser el nuevo Caudillo de la España comunista que desea. La pregunta es qué cuestiones llevan a esta apresurada decisión, del Sánchez que sólo deja cadáveres a su paso, políticos y víctimas de COVID (por desgracia asumidas por los españoles). El nerviosismo y la desesperación del malvado Presidente parten de los resultados del 4 de mayo, donde el PP de Ayuso arrasa y pacta con VOX. Esos resultados convierten a Madrid en la única resistencia y alternativa en el panorama español a un Gobierno que actúa como una dictadura, ninguneando a los jueces y las leyes, mintiendo, ocultando información y malversando dinero público constantemente. Sánchez tardó en reaccionar a la oposición del binomio PP-VOX. La Presidenta de Madrid con VOX representa el único concepto político que puede sacar al socio comunismo del Gobierno y Moncloa se da cuenta tras la gran derrota en Madrid. El PP en Madrid es un partido con experiencia de Gobierno apoyado por otro de derechas, VOX, que da la batalla de las ideas, habla claro y sin complejos, esto es lo que teme Sánchez. Este pacto de la derecha se acerca a los ciudadanos de Madrid y de España que no digieren toda la colección de mantras, violencia, pactos miserables, imposiciones y odio con los que Pedro Sánchez quiere atomizar nuestro país.

Por otro lado, está la exigencia de Marruecos de expulsar a la Ministra de Exteriores González Laya. Lo que muestra otra debilidad de Pedro Sánchez, porque las amenazas de Marruecos al Gobierno eran de revelar secretos de Estado como la realidad del 11-M. El Presidente para disimular su debilidad ante Marruecos, aprovecha para echar a todos los Ministros que ya han hecho el trabajo más sucio y no encajan en la estética que quiere mostrar el “EL Magnánimo”: Ábalos (hombre, machista, mujeriego y con basura como las 40 maletas de Delcy y Plus Ultra), Celaá (opusiana, mayor y con el caos LOM-LOE), Calvo (en contra de Montero, mayor, enferma y con la sectaria y liberticida Ley de Memoria histórica), Laya (antiestética y con Marruecos pidiendo su cabeza) y otros Ministros tan desconocidos como el de Deporte, Rodríguez Uribe, a saber por qué lo pagamos. En definitiva, para el Presidente de España los Ministerios son pagos de favores o medios para destruir la democracia, sustituye a los Ministros más mediocres de la historia de España por unos que no llegan a “mindundis”, obedientes, sectarios, jóvenes y sin escrúpulos y tan rematadamente analfabetos como Adriana Lastra, este es el nivel. Sólo hay un personaje más que siniestro y doblemente peligroso, por ser sanchista y juez, Félix Bolaños, el arquitecto jurídico de la Moncloa. Todos los asaltos al poder constitucional que se han realizado estos dos años contaron con la mano negra de Bolaños, una figura perversa y sectaria que se peleaba por el poder con Iván Redondo, al que venció por perder contra Ayuso. Este impresentable personaje ha sido el que promovió el vuelo del Caudillo sobre Madrid 40 años después de su muerte y el que destrozó a Ciudadanos con sus mociones de censura fake. Lo obvio es que Sánchez se rodea de individuos mediocres, sectarios y malvados con el único objetivo de derrotar la democracia y mantenerse en el poder.

En la situación crucial que está pasando España, no se conforma un Gobierno para gestionar la mayor crisis económica a la que se enfrenta España, sino que se forma un Gobierno para dar un golpe de Estado encubierto manipulando de forma torticera la constitución del 78. El líder del Gobierno de extrema izquierda (macho alfa) se rodea de mujeres jóvenes (que no es una virtud para gobernar), obedientes y sin experiencia para no encontrar ni la más mínima oposición a sus órdenes y mantras vacíos: España social, verde, digital y feminista, preparados para seguir robando. Pedro Sánchez habla del “el gran salto adelante” de España con el nuevo Gobierno, la misma campaña que planeó Mao Zedong (1958-1961) para la rápida industrialización y colectivización de China, donde se calcula que murieron de hambre entre 24 y 45 millones de personas.

Creo que Ayuso lo definía perfectamente, "Los intereses de España y de Pedro Sánchez son distintos". "Si sigue por este camino, tocará decidir: o su futuro o el de España". Si el Gobierno no funciona es responsabilidad de Pedro Sánchez y fulminar a su equipo cercano no es la solución que espera España. La culpa todo lo que han hecho los Ministros y Redondo es exclusivamente del Presidente de España que no reduce el coste del Gobierno más caro y más ineficaz de la democracia. Lo único que le importa a este dirigente narcisista y malvado es el poder, y lo único que necesita nuestro país es convocar elecciones y que los españoles decidamos el cambio de gobierno que queremos tras su fracaso para poder salir adelante. Y lo digo más claro, España debe decidir o la derecha o sanchismo. Debemos saber, que convoque elecciones o no Pedro Sánchez, estamos luchando contra un superviviente sin escrúpulos que está acorralado y con sólo una salida, el cambio de régimen.