Estrella de los mares

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Javier Chellarám*

Mi Reina volverá a la mar

Yo soy tu marinero a tus pies Señora.

Mi barquilla desde entonces te añora

Te espero en la orilla

Listo para zarpar, contigo navegar.

Treinta años no son nada al rumor de las olas donde mi tierra avanzada en el Estrecho siempre está solita por encima del mar. Nunca antes tuve este sentimiento, nunca se lo dije a nadie y algo cada mañana del 16 de julio amanece en Ceuta engalanada mi barquilla.

Soy tu guardián porque quiero acompañarte de tu santuario por tu paseo, por tu caminito del mercado y dar mi sueño de amor para poderme expresar que si alguna vez arrancaste motores en mi barquilla, decirte de lo más hondo cuanto te quiero.

En tu mirada, Virgen del Carmelo, todos los sueños secretos, todas tus alegrías, todas tus tristezas, todas tus mañanas y lucero del alba guiando a los mercantes, traíñas y buques que he visto pasar toda mi vida vagando de todas tus maravillas.

Mientras te sumerges con mis hermanos en la orilla, descalza, te veo al suspiro de los caballas donde la piedra del Pineo recibe una ofrenda, mientras viva, déjame darte este cariño enamorado en la barquilla, entre el cielo y el mar son testigos de orilla a orilla.

Treinta y seis años que me apunté, treinta y cinco años que por ti me embarqué en esta pasión que nunca se acaba donde la Armada te guiará, la Compañía de Mar te escoltará y la Cruz Roja del Mar velará por tus fieles.

A los que están acompañándote en tu día, a los que están asomaitos a la balustrada a la gente venidera que te quiere y te venera y a los que se marcharon para siempre marcándote el rumbo de las estrellas, a la memoria del abuelo Bernardo, a mi padre, al tito Pepe, a Don Ignacio, a las Carminas con su mirada entre arena y espuma y si alguna vez mi pluma se queda encallada en la orilla allí tienes un marinero Patrona que te guía nunca te olvido Alfonsito ya la Reina de los Mares te ha llevado a la luz cuando la pena nos alcanza por un compañero perdido es el sueño dolorido en fecha tan señalada.

La Escolta que te acompaña, La Compañía de Mar con su Alcaide de Mar y cuarenta hombres fueron los que hace más de quinientos años pusieron los pies en esta tierra la Compañía de Mar

Hace más de 500 años su misión era transportar a tierra el personal y la mercancía que venía en los barcos y, al revés, cargar los buques y llevar a personas, animales y materiales que necesitaban los marineros para continuar su viaje.

Los primeros componentes de esta unidad llegaron a estas tierras africanas en 1497. En aquellos años no existía el puerto y la única forma de acercar a la costa a los soldados, los animales y la mercancía que se llevaban en los barcos era con pequeños botes.

Y el apoyo que prestó la Compañía de Mar a otras unidades durante el desembarco que se hizo en Alhucemas en 1925 le hizo ganadora de la Medalla Naval Militar.

Es la máxima condecoración de la Armada y hoy en día, siguen presumiendo de ella con orgullo por el trabajo que hicieron sus antecesores.

Se cumplen 120 años del Patronazgo de la Virgen del Carmen

La Armada Española y la advocación mariana está vinculada oficialmente desde el 19 de abril de 1901.

Fecha en la que la Reina Regente, María Cristina de Hadsburgo y el Ministro de Marina Cristóbal Colón de la Cerda, Duque de Veragua, refrendaban con sus firmas la R.O. por la cual se proclamaba de manera definitiva , a la Santísima Virgen del Carmen como Patrona de la Marina de guerra.

Aunque el texto de la Real Orden recogía que la Virgen del Carmen era la Patrona de todos los navegantes, ya con anterioridad las gentes de mar, navegantes, pescadores y marinos no veneraban una única advocación patronal sino que se multiplicaban en pluralidad de títulos y escogían para abogada de sus travesías la imagen de más veneración de su lugar de origen.

Momentos de devoción y Fe :

Por eso este marinero que suspira al verte amuraito a tu barquilla empavesado se asoma cada mañana del 16 de julio, soplando serenas las brisas a lo que soy y de donde vengo rugiendo amainen las olas, porque mi gallardía española patrona mía se corona de sonrisas.

Atrás quedaron los recuerdos cuando la Reina de los Mares en procesión surcaba el paseo de las Palmeras, la entrada al Mercado, los bajos de la Ribera donde los costaleros se sumergían hasta que la barquilla se mecía en sus aguas.

Fueron momentos de gran emoción donde se rezaba una oración por los fallecidos, siendo devotos de la Virgen del Carmen, y por los que en cumplimiento de su trabajo perdieron la vida en el mar.

Operación Balmis : No podíamos olvidar la labor de la marinería y tropa de la Armada a través de sus dotaciones desplegadas durante el Estado de Alarma acudiendo en labores de socorro y auxilio a las residencias de mayores, desinfección así como el despliegue de buques hasta la ciudad hermana de Melilla y el atraque en el muelle España en Ceuta, activando el grupo de Infantería de Marina del Tercio Sur.

Los buques desplegados en misiones internacionales, la cobertura de vigilancia en el Estrecho y el litoral ceutí así como las maniobras conjuntas con otros países.

La carta náutica del poeta :

Un mensaje me llegó en una botella de una mujer tan bella hasta la amura de mi barquilla.

Aquel mensaje decía al rumor de las olas mi Virgen del Carmen la Reina de los Mares porque era tan pillo si al ponerte tantas letras desde la Ribera al Chorrillo.

Embarrancado en tu orilla he dejado a bordo relicario de marinero, las escuchas de salvamento y me voy acercando en compañía de tu mar.

Treinta y cuatro años ya que me dieron la licencia y pensé que nunca volvería a tener sensaciones, porque será que mi Ceuta marinera la que siempre bauticé como la que está por encima del mar, es la que me hace contemplar para siempre su muralla asomaíto al Foso San Felipe es el único de todo el mundo que se puede navegar.

Quién lo diría que dos historias con “nombres de mujer “ que se mueren de celos y me traen por el callejón de los tiempos donde el viento se da la vuelta y quita el sentío a los sentimientos que se perdieron, por lo que pudo haber sido y no fue.

La que me vistió y me acogió es la que me guardó por las noches siendo la que me escuchó en mi querer siendo la que me dio la oportunidad de Besarla y apretarla, la que bajo el viento y la lluvia llevara en mi pecho el nombre a quien representaba.

A la luz de la luna, he llorado alguna vez porque no me dejara solo sin el Manto de la Reina de los Mares, porque no si alguna vez me soplara serena la brisa, y rugieran como amenazas las olas, me coroné de tantas sonrisas.

Y tantas veces que pasé de largo sin mirarla porque yo fuera uno vestido de blanco del arte natural quien surcara los mares, las noches de fiesta en la Lonja de Pescadores, apretara los puños y empujones, para ver con razón o sin ella, quienes éramos mejores al timón para anudarla y atracarla montada en su barquilla.

Y ahora ante la distancia, la lejanía y el olvido que quizá sea menos, me cruzo con ella en estos últimos años por los bajos del mercado, iluminada por esos papelillos que son el símbolo de mi Ceuta y de mi España.

Y ante la arena ardiente y las almas estremecías... nos vamos de la mano hasta la recogida, y nos hacemos fotos que saben a Gloria...

Son momentos y son cositas nuestras, que no nos damos cuenta que los tiempos están cambiando y están cambiando los tiempos, pero late con fuerza mi corazón, aunque se crean que alguna vez se paró..

Se van ampliando los mares y adelante muchos horizontes que nos traen mucha mar por delante de Santa María de África a la Almadraba, bajo las luces de verano de Julio, nos cogimos del brazo, nos dimos la mano, y nos fundimos con cariño a España Este marinero de la Armada con la Compañía de Mar llevan en su manto a mi Reina de los Mares, que tienen nombres de mujer.

El final de la balustrada :

Aquellas pasiones de chiquillo y los sueños angelicales viendo encenderse el cielo con los fuegos artificiales, contemplando las traíñas por la Lonja así como las pitadas de los grandes mercantes.

Y si las pasiones ya no eran como antes, como rugen los motores de mis entrañas cuando recuerdo aquella iluminación desde el Monte Hacho alumbrando como surcaba por la Bahía, no era como yo creí la Estrellita de Oriente, era la luz de guía para la Patrona que manejaba los vientos de levante, vientos de poniente surcando su mar.

La Reina de los Mares, la Estrella de los Mares que volverá como siempre, Bravo Zulú a navegar.

* Reservista Honorífico de la Armada

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