Carlos de Vargas Machuca Cerveto (Ceuta 1803-1879 Madrid) (II)
Brigadier, gobernador y capitán general de Santiago de Cuba

En nuestro anterior escrito dejamos a D. Carlos Vargas de regreso en España, tras la amnistía dada el 8 de octubre de 1849 a los que sirvieron en el ejército carlista. Siéndole convalidado el empleo de brigadier y las condecoraciones obtenidas en este ejército.
Carlos de Vargas contrajo matrimonio con María de la Candelaria Flores, de la que enviudó, no hemos podido localizar nada de este matrimonio.
En segundas casó el 27 de abril de 1850 con Enriqueta Van Halen Lasquety, tercera hija del teniente general don Antonio Van Halen y Sarti, natural del la Isla de León y de María Candelaria Lasquetty y Salavarría, nacida en Cádiz, hija del teniente de navío Francisco Lasquetty y Lasquetty.
Enriqueta Van Halen falleció en 1914 del matrimonio nacieron dos hijos: Enrique y Antonio de Vargas Machuca y Van Halen.
En octubre de 1850 fue destinado a las órdenes del capitán general de la isla de Cuba como comandante general del departamento oriental del la isla, Santiago de Cuba.
Para dicho destino embarcó el 16 de octubre de dicho año en el vapor Caledonia, tocando Canarias y Puerto Rico, en el mismo barco partió el capitán general de la isla de Cuba D. José de la Concha.
A su llegada a la isla fue nombrado presidente del tribunal de la comisión militar ejecutiva y permanente de la isla.
El 10 de julio de 1851 interviene en un juicio como presidente del tribunal de la comisión militar ejecutiva y permanente de la isla.
En este mismo año el 18 de agosto interviene en un nuevo juicio, este de mayor importancia, se trataba de juzgar a varios conspiradores, el más importante Armenteros.
Isidoro Armenteros Muñoz natural de Trinidad, que uniéndose al venezolano Narciso López en la que fue conocida como Conspiración de la Mina de la Rosa Cubana. Armenteros tenía la graduación de teniente coronel de las milicias españolas.
El 8 de agosto se reunió en Consejo de Guerra en Trinidad, Cuba, bajo la presidencia del brigadier don Carlos Vargas para fallar la causa iniciada contra los revolucionarios, saliendo condenado D. José Isidoro Armenteros, D. Fernando Hernández y D, Rafael Arcis, a la pena ordinaria de muerte fusilados por la espalda, precediendo la degradación respecto al primero; los reos D. Ignacio Belén Pérez, D. Nector Cadalso, D. Juan O´Bourke, D. Alejo Iznaga Miranda, y D. José María Rodríguez, a la pena de diez años de presidio ultramarino con perpetua prohibición de volver a la isla; D, Juan Hevia y D. Avelino Posada a la pena de 8 años de prisión con la misma cláusula; D. Pedro José Pomares, D. Toribio García. D. Cruz Birba y D. Fernando Medinilla a 2 años de presidio con igual prohibición, haciendo al propio tiempo varias declaraciones y reservas al Gobierno.
El 9, el coronel D. Miguel Barón, Teniente Gobernador de Trinidad dirige al Excmo. Sr. Capitán General una lista de los nombres de los vecinos de las jurisdicciones que había recorrido y que se unieron a la causa de España.
El 11 llegó a Villaclara don Carlos Vargas alojándose en la morada de D. Julián Francisco de Vargas, teniendo por objeto esta visita la inspección de las tropas y dirección de las medidas para impedir una nueva sublevación.
Aprobada la sentencia por el Excmo. Capitán General, pronunciada en Consejo de Guerra celebrado en Trinidad, fue ejecutado el 18 siendo fusilados en al campo llamado Mano del Negro fuera de Trinidad, los Sres. Isidoro Armenteros, D. Fernando Hernández y D. Rafael Arcis. Transcrito solo en parte (Revista Cubana, periódico mensual de Ciencias, Filosofía, Literatura y Bellas Arte)
De los revolucionarios señalados arriba. Néctor Cadalso, Juan O´Bourke, Alejo Iznaga, Ignacio Belén Pérez fueron enviados desterrados a Ceuta, el primero fue indultado, los tres últimos escaparon de esta plaza. José María Rodríguez fue enviado a Mahón.
En abril de 1852 el capitán general de la isla de Cuba (1850-1852) José Rodríguez de la Concha fue sustituido por don Valentín Cañedo, aunque de la Concha regresaría al cargo entre (1854-1859).
El general Concha y su familia regresarían a la península en el ”Hibernia”, con él regresaron algunos jefes entre ellos don Carlos Vargas, quien regresaba al haber solicitado permiso por enfermedad.
El terremoto del 20 de agosto de 1852
El 20 de agosto de 1852 a las 8:36 AM (14:05 UTC) se produjo un terremoto en la región suroriental de Cuba, que sacudió violentamente toda la parte oriental del archipiélago cubano y a las islas de Jamaica y La Española considerado el más fuerte reportado durante el siglo XIX, provocó el deslizamiento general de grandes piedras en la zona de la Sierra Maestra, el secado de arroyo y manantiales, así como largas y anchas grietas en terrenos secos y húmedos. Este terremoto se sintió en Santiago donde cayeron infinidad de casas, el suelo se levantó…
En 1854 don Carlos de Vargas estando en la península obtuvo un nuevo nombramiento. Permanecería en España hasta finales de enero de 1855, retornaría a Cuba como comandante general y gobernador civil del Departamento Oriental de la isla, (Santiago de Cuba) el mismo cargo que había tenido con anterioridad, pero ahora como propietario, no interino.
Reconstrucción de Santiago de Cuba.
La labor de reconstrucción de la ciudad mostraba a su vez la recuperación económica que se estaba produciendo, especialmente en la caficultura, que tendría la máxima expresión durante el gobierno del brigadier don Carlos de Vargas-Machuca (1855-1860). Durante su gobierno, la ciudad mostró un último momento expansivo y brillante que reflejó la exteorización del poder del grupo local dirigente y de la autocracia colonial. Vargas-Machuca va a tratar de realizar un plan de obras públicas donde se generalizara la estética neo-clasista para la reedificación de la ciudad hasta bien entrado el siglo XIX.
Elaboró un plan donde se incluía la reconstrucción de los edificios dañados por el terremoto de 1852.
Las aceras se realizaron a partir de 1854, aunque fue el gobierno de Vargas-Machuca el que impulsó e impuso la construcción de ellas en los barrios de la Catedral y en las calles que llegaban al puerto.
Las obras realizadas durante su gobierno fueron militares y civiles: el polígono que incluía el Hospital Militar y el Cuarte Concha con el Cuartel Nuevo Presidio.
Ubicó el nuevo cementerio llamada Santa Ifigenia al noroeste de la ciudad.
Como se puede apreciar durante su mandato (1855-1860), se llevaron a cabo numerosas obras públicas, tanto en la ciudad de Santiago de Cuba como en el departamento oriental.
Gracias a las gestiones personales de Vargas, Santiago dejó de ser una población abandonada sin calles, plazas ni parques. En este periodo se constituyó la Compañía de Gas de Santiago de Cuba, y el nuevo alumbrado de la ciudad que fue inaugurado el viernes 19 de marzo de 1858, día del capitán general José Gutiérrez de la Concha.
Un gran e importante adelanto fue la construcción del ferrocarril, que representaba un medio de locomoción entre Santiago, sus alrededores y el resto de las poblaciones orientales. El 6 de mayo de 1859 se inauguró el primer tramo del Ferrocarril entre Santiago de Cuba y el Paradero de Boniato; en el Poblado Boniato, con una longitud de
Casi 9 Km de línea. A la inauguración asistió el gobernador de Santiago don Carlos de Vargas Machuca.
Otras construcciones durante su mandato fueron:
El Mercado De Concha, Mercado Municipal, Mercado de Aguilera o simplemente “La Plaza”, Fue él General don Carlos Vargas Machuca quien diera el impulso decisivo para el comienzo y construcción del Mercado y dotaría finalmente a Santiago de su Mercado. Las obras se sometieron a concurso, fueron otorgadas al señor Manuel Cherizola, quien las iniciara en 1856, siendo concluidas el 31 de diciembre de 1859.
Se le llamó oficialmente “Mercado de Concha”, en homenaje al Gobernador Militar de la Isla, José Gutiérrez de la Concha. Años después se le llamaría Mercado de Aguilera.
La apertura del nuevo Mercado santiaguero fue acompañado de celebraciones que, por su fecha de inauguración, se unirían a las tradicionales y multitudinarias fiestas de fin de año.
La crónica de la jornada la detalla en su artículo el Dr, Buch:
“… Todas las clases sociales se congregaron aquella tarde memorable. Un público inmenso que invadía todo el perímetro del mercado y sus calles adyacentes daban gracias al Señor por el sentido avance de progreso, y prorrumpían en aclamaciones al generoso propulsor que hacía posible con el arresto de su actividad, tantas bondades para esta abandonada urbe…”
Como era común en la época en las grandes celebraciones oficiales, se levantó un precioso altar, donde se encontraban los Presbíteros Marcelino de Quiroga y Modesto Mustelier, acompañado del Canónigo Pedro Ramírez de Estenoz. Antes de comenzar la inauguración, se presentó Vargas Machuca con sus ayudantes vestidos de gala. Al llegar al rito religioso y las bendiciones de rigor, los padrinos, Brigadier Vargas y la distinguida dama Magdalena Nariño de Griñán, fueron ovacionados.
Vargas Machuca usó de la palabra destacando el beneficio que representaba para los ciudadanos santiagueros y agradeciendo la importante ayuda prestada por el Ayuntamiento. Se dio un clamoroso ¡viva! a la Reina Isabel y al Brigadier Vargas Machuca, y posteriormente se pasó a la fiesta, lo que siempre gusta a los cubanos. Se bailó con la presencia de orquestas hasta altas horas de la noche, hubo regalos, dulces y bebidas. (La Historia del Mercado De Concha, Mercado Municipal o simplemente “La Plaza” de Santiago de Cuba/ autora Isabel Rodríguez)
Hospital Príncipe Alfonso. Tuvo su inicio durante el mandado de don Carlos de Vargas, Con título de nobleza fue bautizado el Hospital Militar “Príncipe Alfonso” como agasajo por el aniversario del Príncipe de Asturias Alfonso Francisco de Asís Fernando Borbón que más tarde se convertiría en rey de España con el nombre de Alfonso XII, aun sin terminar comenzaron a ingresar los soldados españoles heridos o enfermos de la guerra en Santo Domingo.
Al celebrar la inauguración de este hospital, entre otras celebraciones, Vargas realizó unas maniobras militares en la zona situada entre Santiago y El Caney, Vargas tenía en mente que los americanos ocuparían Cuba y se apoderarían de Guantánamo, pues dichas maniobras las celebró casi en los mismos lugares que ocurrió la invasión americana, pero 40 años más tarde.
El Faro de Cabo Cruz. El 31 de enero de 1859 se colocó la primera piedra por parte de don Carlos de Vargas, su nombre inicial fue Faro de Vargas, hasta pasar al nombre de Cabo Cruz, está ubicado en el municipio de Niquero, provincia de Gramma. Hoy aún se sigue conociendo como Faro de Vargas.
Cuartel de la Reina Mercedes. En 1859 por mandato del gobernador don Carlos de Vargas se comienza la construcción de dicho cuartel, nombre dado en honor a la esposa del rey Alfonso XIII, la dirección corrió a cargo de Manuel de Ciria, marqués de Villaitre.
Durante las revoluciones independentistas fue presidio En 1893 el mayor general Guillermón Moncada fue detenido por las autoridades española y encerrado en dicho cuartel, en 1902 al parecer es cuando se le cambia el nombre por Cuartel de Moncada.
Damos un salto en el tiempo hasta el 26 de junio de 1953 cuando un grupo de jóvenes, al mando de Fidel Castro, conmemorando el nacimiento de José Martí, atacaron dicho cuartel, se da esta fecha como el inicio de la lucha armada contra Fulgencio Batista.
El Cuartel de Moncada era en 1953 la sede del regimiento” Antonio Maceo” en Santiago de Cuba, capital de la provincia oriental. Por su importancia, el Cuartel de Moncada era la segunda fortaleza militar de país, estaba ocupada por unos mil hombres. Su lejanía de La Habana dificultaba el envío de ayuda al Ejército Oriental. Además, Santiago se hallaba situada en la costa sur, junto al mar, y rodeada de montañas por lo que el grupo de jóvenes revolucionaros capitaneados por el dirigente de la juventud ortodoxa Fidel Castro decidieron asaltar la instalación para comenzar la lucha armada contra la dictadura de Fulgencio Bautista. Aunque este primer intento fracasó.
Tras tomar Cuba los revolucionarios el 1 de enero de 1959 el Cuartel de Moncada se rindió ante las fuerzas rebeldes, Al frente de estos iba Fidel Castro.
El 28 de enero de 1960 dicho cuartel se convirtió en la “Ciudad Escolar 26 de julio”, haciéndosele entrega al Ministerio de Educación. (Cuartel de Moncada)
El gimnasio San Carlos fue fundado por “varios franceses de una Hermandad llamada Saint-George y algunos cubanos de prestigio” sobre 1854. Era una sala de esgrima que fue inaugurada oficialmente, con mucha pompa, durante el gobierno de Vargas y en honor a él, bautizada con el nombre español de Club San Carlos, en su honor. Poseía una biblioteca pública y se convirtió en un centro cultural deportivo y de conspiración en pro de la independencia cubana.
Con el fin de no hacer interminable las construcciones hechas en Santiago de Cuba durante el mandato de don Carlos de Vargas Machuca, hacemos un resumen:
OBRAS DE FOMENTO: 38 Puentes, 1 faro, 1 muelle, 1 ferrocarril, 1 cementerio.
OBRAS QUE DEJÓ PROYECTADAS: 23 Puentes, 4 faros, 6 muelles, 10 ferrocarriles, 1 carretera, 1 pontón de vapor.
OBRAS DE ORNATO Y UTILIDAD PÚBLICA; 4 Plazas de recreo, 1 paseo, 2 puentes públicos, 3 mataderos, 2 mercados públicos, 2 cuarteles, 2 cementerios.
OBRAS EN CONSTRUCCIÓN: 5 Casas consistoriales y de gobierno, 4 cárceles, 1 mercado público, 1 matadero, 1 alumbrado público de gas, 1 plaza de recreo, 1 cementerio, 1 hospital militar, 1 hospital civil.
En esta relación no se adjuntan 4 puentes públicos, ni las calles y aceras de Santiago de Cuba.
¿De dónde salían los fondos para ejecutar las obras?
Según los historiadores locales don Carlos de Vargas Machuca, conocido por estos como “el constructor”, se percató de la afición al juego y comenzó a controlar las casas de juego, devolviéndole al pueblo el dinero que malbarataba en aquella concesión pública, convirtiéndola en obras que redundaban en su beneficio. También Vargas solo recibió durante su gobierno los sueldos de gobernador y que al construir él mismo todo se economizaba, al concluir su mandato todo el pueblo santiaguero fue a despedirlo.
Está considerado por los historiadores cubanos no solo como “el constructor”, sino también como el mejor gobernador colonial de Santiago de Cuba. (Crónicas, T-III. P. 259-260 Emilio Bacarsi Moreau)
El carnaval de Santiago de Cuba = Mamarracho el primer nombre del carnaval
“Uno de los momentos de esplendor de los carnavales sucede entre las décadas del 50 y 60 del siglo XIX. La ciudad adquirió una gran prestancia, sobre todo bajo el gobierno del liberal español don Carlos de Vargas Machuca. En esa etapa los periódicos describen muy bien los mamarrachos y hay un viajero de origen inglés, nombrado Walter Goldman, que los describe en su texto Un artista en Cuba como ejemplo de belleza, sensualidad, brillantez y lleno de participación popular.
“La tradición siguió. Muchas personas, con el criterio de modernidad, piensan que las tumbas o atabales, eso que comienza a llamarse comparsas y que luego traen como resultado los paseos y las congas, eran considerados denigrantes, una muestra de salvajismo e incultura. Ellos trataron de impedir las celebraciones, pero la cultura popular se impuso. (Cuba News)
… Las autoridades eclesiásticas manifestaban a las civiles su preocupación por las fiestas de San Juan, San Pedro, Santiago, y Santa Ana por los excesos que se cometían en los templos, debido a las turbas de mamarrachos —en particular él (templo) de San Francisco—y para evitar que importunaran durante el día y la noche, mientras se rezaba el rosario y se enseñaba la doctrina. El gobernador don Carlos de Vargas Machuca en cada templo situaría un subalterno de policía, responsable de garantizar la compostura.
Calle Vargas. En la cuenca, centro histórico de Santiago de Cuba. Su nombre antiguo y actual es Vargas. Datos diversos señalan que el apellido del brigadier español don Carlos de Vargas Machuca Cerveto quien fuera gobernador del Departamento Oriental desde mayo de 1855 hasta marzo de 1860. Su labor para reconstruir a la ciudad fue loable en aquellos tiempos, pues había sufrido los efectos de varios sismos y de una epidemia de cólera hacia 1852. Por sus gestiones personales comenzó a tener calles, plazas y parques, e introdujo el ferrocarril para comunicar a Santiago de Cuba con sus alrededores y con otras poblaciones orientales, entre otros beneficios.
En 1855 le había sido concedida a don Carlos de Vargas Machuca la gran Cruz de Isabel la Católica y Benemérito de la Patria por la defensa contra piratas en 1851. No hemos encontrado datos de este ataque pirata.
Durante el mandato en Santiago de Cuba se encontraba en la isla el gran cartógrafo francés Louis François Délmes, considerado el cartógrafo de Santiago de Cuba. En 1857 realizó varios planos de la ciudad, que tienen como función primordial mostrar la nueva división de los barrios de la ciudad (nueve barrios y dos distritos) dedicando dos de ellos al gobernador don Carlos de Vargas Machuca.
En agosto de 1858 le fue otorgada a don Carlos de Vargas la Cruz y Placa de San Hermenegildo, con antigüedad del 1 de junio.
En 1860 don Carlos Vargas regresa a la Península, estando de cuartel en Madrid, pero en el mismo año regresó a Cuba.
Dejamos aquí el escrito para una tercera y última parte del escrito.