Las obras del Paseo de las Palmeras

Sin duda la renovación de toda la zona del Paseo de Palmeras, supuso un hito en la historia moderna de las obras públicas en Ceuta. Un Juan Vivas recién estrenado en su cargo de Presidente de la Ciudad, se había propuesto acabar con la decrepitud e ineficiencia de uno de los lugares más emblemáticos de Ceuta, y de ahí surgió el denominado desdoblamiento del Paseo de las Palmeras, con el consiguiente desahogo para el tráfico rodado y la mejora del espacio superior para el comercio allí establecido. Se recuperó la Puerta de Santa Teresa, rampa histórica de aprovisionamiento de buques y gran arte del lienzo que amurallaba la ciudad vieja, regalando vistas inigualables desde cualquier perspectiva.
Pero el tiempo pasa inexorablemente igual para todos y para todo, y el paseo necesitaba una revisión en su calzada, con multitud de losetas de granito rotas, otras hundidas y otras desencajadas, todo ello seguramente provocado por un tráfico rodado excesivo para una solería como esa y también como consecuencia de problemas en las redes de agua, cuya revisión se hacía también necesaria.
Quizás el tiempo nos ha enseñado que determinadas zonas, que no tienen que ser todas del centro, porque Hadú, por ejemplo, va demandando ya a gritos, espacios mixtos, pero con mayor protagonismo para el ciudadano que para el vehículo, quizás decíamos, deberíamos de haber aprendido a reservar determinados espacios para el ciudadano, el ocio y el turismo. Y, probablemente, uno de ellos sea el Paseo de las Palmeras. Aunque algunos no lo vean así, es nuestro Muelle 1, si nos queremos comparar con Málaga, con su puerto deportivo justo enfrente y un poblado Marinero que también pide una reconversión no sé si a gritos o ya con alaridos, con nuestro gran Parque Marítimo de compañero inseparable. Sólo haría falta un paso elevado por encima del paso de cebra que da acceso al puerto deportivo para integrar todas esas zonas de ocio y de altísimo valor turístico de la ciudad. Pero para eso hace falta un plan.
El hecho es que las obras de recuperación de suelo del Paseo de las Palmeras se han tratado como un asunto menor, con escaso cuidado para los comercios y establecimientos de ocio de esa zona que, siendo el corazón histórico de la Ceuta Portuguesa, sigue en penumbra.
Aquel día en el que Juan Vivas inauguró el desdoblamiento, casi le da da un ataque. Yo estaba a su lado y se produjo un momentáneo, pero brutal atasco en los nuevos carriles. ¿La causa? Un poco de falta de previsión y dirección por parte de la Policía Local. Mea culpa, yo era el Consejero de Gobernación, pero el Presidente estuvo allí, dando la cara y las instrucciones oportunas hasta que todo se normalizó. Los siguientes días todo fue mejorando y hoy esos nuevos carriles son imprescindibles y no se concibe el tráfico sin su existencia.
Durante estos últimos días, las obras de revisión de la solería del Paseo de las Palmeras han sufrido colapsos, cortes, imprevisiones y han causado notables molestias y perjuicios a muchos empresarios de la zona, que legítimamente se han quejado. Estoy seguro de que si nuestro Presidente no hubiera tenido que estar atendiendo constantemente asuntos de emergencia nacional, eso no hubiese ocurrido. No es de recibo que Juan Vivas esté dando la vuelta a España para conseguir todos los apoyos que devuelvan la normalidad a Ceuta, y que nadie se ocupe de planificar la ejecución de unos trabajos sin que se arme la de San Quintín. Sé que el proyecto está bien redactado y que las empresas que lo ejecutan tienen experiencia, pero alguien del Gobierno, debió estar atento y en constante diálogo con los afectados, para conseguir un éxito colectivo.
Insisto: Creo que hay que poner en valor toda la zona, con un proyecto único e integrador. Y ponerle cariño y empatía a lo que se hace cuando afecta a los demás. Ese fue y es el éxito de Juan Vivas.