Pablo Gallardo: “Me encanta congelar momentos únicos y felices de la gente”
Gallardo supo que la fotografía era su elemento desde que creó una revista musical con varios amigos y los eventos musicales le atraparon de tal forma que ahora los conserva a través de su objetivo
El ceutí, Pablo Gallardo (36 años) es fotógrafo freelance especializado en retratos de eventos musicales, aunque, realiza todo tipo de analógicas. Autor del fotolibro bajo el títilo ‘Living in a material world. Estudió una diplomatura en diseño en Granada y trabajó como diseñador y director de arte varios años. Después de ello, decidió darle un giro a su vida enfocado hacía la fotografía, así que primero decidió formarse realizando un curso de fotografía profesional en EFTI, donde acabó cursando becado el máster de fotografía documental. De sobremanera, el ceutí está preparando una exposición que desea traer a nuestra ciudad, entre otras.
Pregunta.- ¿Cómo empezó su amor por la fotografía?
Respuesta.- Si le digo la verdad ha ido por etapas. He tenido cámaras desde que tengo uso de razón y siempre he hecho mucha fotografía a nivel personal, pero no fue hasta que cree una revista musical con varios amigos cuando acabamos la época universitaria, que fue donde terminé de darme cuenta de que es mi elemento.
P.- ¿Qué tipo de fotografía es la que le gusta retratar?
R.- Siempre digo que me dedico a la fotografía por culpa de la música, son dos partes muy importantes de mi vida. Me encanta cubrir eventos y congelar momentos únicos y felices de la gente. Luego sigo conservando ese lado de director de arte que se mezcla con el de culo inquieto y hace que no me centre en un solo tipo de fotografía. Actualmente, hago un poco de todo, desde retrato, productos, gastronomía, no me cierro a nada.
P.- ¿Qué es lo más complicado y satisfactorio de trabajar en este mundo? ¿Cree que se valora lo suficiente el trabajo de los fotógrafos?
R.- Llevo 10 años cubriendo todo tipo de eventos, he trabajado en festivales en la playa, en la nieve e incluso trabajé en uno que fue en un crucero por el Mediterráneo, para mi sin duda, lo más satisfactorio son los viajes y las aventuras que esta profesión me permite tener y de lejos es lo que más ganas tengo de que vuelva cuando dejemos atrás esta dichosa situación sobrevenida por la pandemia.
Lo más complicado para mí, siendo sincero, es todo lo que tiene que ver con la propiedad intelectual y los usos de las imágenes. Me parece una pena enorme que los fotógrafos tengamos que estar haciendo una labor didáctica constante con la gente y explicando que no se pueden usar como y cuando uno quiere, es el pan de todos los días, y no se libra nadie, no es un problema del público, ya que pasa con empresas de todo tipo o medios de comunicación, que son los primeros que no entienden que si quieren usar una imagen de alguien, por muy aficionada que sea esa persona tienen que pagar una licencia de uso. Así que no, pienso que no se valora desde donde se debe valorar, que es en la remuneración del trabajo. Ser fotógrafo freelance es como estar constantemente en el zoco de Castillejos, un regateo constante por parte de todos, todo el tiempo.
P.- ¿Recuerda cuál fue su primera cámara?
R.- Sí, claro, una Olympus Zuiko de 35 mm, que me regalaron por mi comunión -se ríe- en la estantería la tengo con algunas más.
P.- ¿Qué tipos de trabajos fotográficos ofrece usted? ¿Cuál es el que más disfruta?
R. Uso mi nombre como marca personal, donde intento aunar todo lo que tiene que ver con la fotografía musical y mi trabajo más personal ahí, y luego bajo la marca de mi estudio, -blackfactory.es-, es donde ofrecemos servicios enfocados directamente a la comunicación visual de empresas de todo tipo. Desde la fotografía de retrato, producto, gastronomía o arquitectura, a diseño gráfico, diseño web, video, etc.
Respecto a cuál disfruto más, pese a que cada día disfruto más haciendo todo tipo de temáticas, la fotografía musical siempre va un pasito por delante.
P.- En las sesiones siempre se conoce a personas nuevas y surgen anécdotas que quedan para el recuerdo, ¿alguna que nos pueda contar a El Pueblo?
R.- Lo primero que se me viene a la cabeza fue cuando conocí a Eduardo de la Calle, que es un ‘DJ’ y productor de electrónica muy conocido a nivel internacional. Recuerdo que quedamos a las 6 de la mañana para hacer la sesión, porque él por la tarde actuaba en la GOA, unas fiestas muy famosas que se celebraban en Fabrik hace unos años, literalmente nos habíamos visto un rato antes el día anterior en casa de un amigo común que nos presentó, recuerdo que Eduardo nos hizo la cena y a mí me sentó algo mal y esa noche vomité. Al día siguiente estaba muy nervioso porque era de las primeras veces que fotografiaba a un artista tan conocido y que admiraba y la verdad que ni le llegué a contar lo mal que me sentó la cena –se ríe-. Pero bueno, esa anécdota no impidió que estuviéramos un tiempo trabajando juntos y de donde salió mi primer fotolibro bajo el títilo ‘Living in a material world’, que la verdad, es un proyecto que le tengo mucho cariño y que recoge esta etapa de nuestras vidas. Se puede ver en mi web personal -pablogallardo.com-.
P.- Actualmente, una de las herramientas esenciales para las personas que viven de la fotografía son redes sociales como Instagram, ¿qué opina de ella?
R.- Amor y odio, esa es mi relación con Instagram. Me gusta la parte en la que puedo mostrar mi trabajo y descubrir el de otros, pero luego odio todo lo que tiene que ver con visibilidad, algoritmos, etc. Es una red social que premia cada vez más la cantidad que la calidad, esa parte me desanima a la hora de dedicarle tiempo.
P.- Ha estado realizando sesiones con personas de género no binario como el peluquero ceutí, Alejandro Vega, ¿cómo surgió la iniciativa? ¿Tuvo éxito? ¿Tiene intención de realizar más campañas de ese tipo?
R.- A raíz de la pandemia empecé a hacer sesiones comerciales y buscaba gente para poder organizar algo en Ceuta y me recomendó su perfil Lidia Sánchez, una gran fotógrafa caballa también, le escribí, le gustó la propuesta y el resto es historia, como se suele decir.
La última vez que vi a Alex este verano me presentó como su fotógrafo –se ríe- así que sí, ambos estamos muy contentos con los resultados. Él es un gran profesional de la estética y como modelo tiene muchos registros, mola mucho trabajar con él y seguro que con el tiempo haremos muchas más cosas.
P.- Actualmente, ¿usted vive en Málaga o en Ceuta?
R.- En realidad vivo en Ceuta pero con un pie y medio fuera –suspira-. Es lo que tiene ser fotógrafo musical en una ciudad en la que, desafortunadamente, no existe ningún tipo de escena, y es una pena, porque gente que hace buena música hay mucha y de muchas edades y estilos, pero no sé que pasa en esta ciudad, que todo lo que tenga que ver con ocio y cultura se arrincona y margina a más no poder.
P.- ¿Por qué cree que se arrincona el ocio y la cultura en la ciudad?
R.- Por la poca oferta que hay. Parece que no se quiere entender desde las administraciones, que uno de los muchos factores que influyen a la hora de tener turismo de calidad, es tener una agenda cultural variada y competitiva. Un ejemplo claro es Melilla, que este mismo año celebró las fiestas del Orgullo, llevando tanto ‘DJ’ locales como nacionales, ¿y qué hacemos aquí? Traer en todo el verano a Niña Pastori y a Los Morancos, que eso está muy bien, que no se me mal interprete, pero eso solo abarca un público muy concreto, y hay que programar para todo el mundo, solo así vas a conseguir, que la gente vea igual de normal, coger un barco e irse a Marbella a la cantera a ver un concierto, como que esa misma gente venga desde Marbella a las Murallas a ver otro. Para mí, una ciudad sin una agenda cultural competitiva, es una ciudad sin personalidad.
P.- ¿Cómo cree que ha cambiado el mundo de la fotografía la llegada del digital y Photoshop? ¿Cómo afecta a su trabajo?
R.- En términos de creatividad, la tecnología es un punto a favor siempre. De cuando empecé a estudiar diseño a ahora, es una pasada como ha evolucionado todo. A día de hoy Photoshop lo uso casi siempre con el iPad y el ‘pencil’ como si estuviera dibujando, el flujo es muy agradable y cómodo y tenemos tantas herramientas hoy día que hace que los procesos sean cada vez más rápidos e intuitivos. Lo mismo pasa con las cámaras, cada generación nueva que sale trae avances brutales, que lo que hace es mejorar tu flujo y darte más posibilidades.
P.- ¿Cuáles son sus referentes en la fotografía? ¿Qué es lo que le inspira a la hora de retratar?
R.- Pues mira te diría que los referentes son por etapas. Hay algunos que son como pilares y te acompañan toda tu carrera, pero luego, según la época, voy teniendo diferentes referentes, como te he dicho antes, soy un culo inquieto, y para mí la experimentación y el hacer cosas diferentes son partes de la fotografía que me atraen mucho, por eso siempre estoy buscando referencias e inspiraciones de todos lados y siguiendo el trabajo de gente nueva que voy descubriendo.
A la hora de retratar, depende de la persona y para qué necesita esas fotos siempre, si voy a retratar a un músico, la manera en la que preparo la sesión no tiene nada que ver, si en vez de eso, tienes que retratar a un cocinero, por poner un ejemplo. Y luego la inspiración viene normalmente de la conversación con esa persona, que es algo clave y fundamental, una vez que te cuenta sus inquietudes y necesidades, vas encajando las piezas del puzle en cuanto a luz, estética, etc.
P.- ¿Qué consejo le daría a alguien que desee iniciarse en el mundo de la imagen?
R.- Que aunque estés empezando, no trabajes gratis nunca, que el tiempo se paga. Y que practique mucho. Solo a base de práctica se puede llegar a desarrollar un estilo propio, y que cuando creas que lo tienes, sigas practicando igual o más. Una de las frases que más recuerdo de mi primera etapa en EFTI era de un profesor que nos decía que para poder romper las reglas, primero hay que conocerlas, y la mejor manera de interiorizarlas, es a base de práctica.
P.- ¿Alguna novedad próxima que nos pueda adelantar?
R.- Pues como te he comentado antes, es ya una década lo que llevo en la fotografía musical y desde hace unos meses, estoy preparando una exposición, la cual voy a intentar llevar a varias ciudades y por supuesto, espero y deseo que una de ellas sea mi querida Ceuta.