El Gobierno socio comunista, un “cóctel molotov” para la democracia española

El blanqueo de la podemización del PSOE por Pedro Sánchez y las cortinas de humo desde la fábrica de bulos de la Moncloa son cada vez más difíciles de vender a los españoles, incluso para sus fieles seguidores, adoctrinados y mantenidos, y con todo el poder mediático de masas a las órdenes de los socialistas. Sánchez ha hecho bueno a ese señor de los brotes verdes en plena crisis del 2008 y del dedo arqueado en la ceja, José Luis Rodríguez Zapatero, que llegó al poder, gracias a los medios de comunicación que contaminaron y manipularon la información que les facilitó el mismo Zapatero en el atentado más brutal que sufrió España, el 11-M en 2004 (atentado sin resolver y del que sólo hubo un beneficiado, el PSOE). Ese fue el comienzo de la degradación de nuestra Democracia y al que se quejaba de su gestión lo señalaba de antipatriota.

Toda España pensaba que nadie podría superar el destrozo económico, social y democrático que, el socio de la narco dictadura de Maduro, José Luis R. Zapatero nos dejó en 2011, “España va bien”. Sin embargo, la realidad es caprichosa y lo peor estaba por llegar con el sanchismo, un individuo sin escrúpulos y ávido de poder, rodeado de un equipo marcado por la corrupción y las imputaciones, dependiendo del silencio cómplice de Pedro Sánchez. El actual Presidente de España, ambicioso y psicopático, es capaz de pactar el futuro de la nación con terroristas como Otegui, “nacionalistas” que recogen los frutos de ETA, como Urkullu, o supremacistas antiespañoles como Rufián, todos ellos apoyados por Podemos y con un denominador común, la violencia intrínseca que proyectan en cada una de las actuaciones de sus socios, incluyendo los ataques supremacistas desde el independentismo, aprobados por Pedro Sánchez, a los españoles. Estos que hacen apología del odio todos los días, son los socios útiles de Sánchez, que a su vez, debe pleitesía a la narco dictadura de Maduro y la información que maneja el dictador sobre Zapatero, el PSOE, Podemos y los independentistas que viajan con frecuencia a Venezuela. Saltarse las líneas rojas constitucionales es la única manera en la que el totalitario Presidente sabe gestionar España, porque el “progresista” socio comunista es incapaz de hacerlo bajo la Constitución y en el Parlamento que representa a todos los españoles. En estos momentos Abascal lidera el partido constitucionalista que deja en evidencia el totalitarismo y la deriva antidemocrática del Gobierno socio comunista, y el motivo por el que Pedro Sánchez necesita ilegalizar a VOX.

Sólo conozco un terrorismo de Estado en la España democrática y es de izquierdas, con más de 800 muertos asesinados por ETA, el GRAPO o Terra LLiura. Estos terroristas son los que Marlaska ha acercado a sus hogares y ha soltado con la Ley Parot, poniendo en libertad a violadores, ladrones y violentos peligrosos intentando enmascarar a los etarras y humillando a las familias víctimas del terrorismo, las verdaderas víctimas y no las de los relatos comunistas. Marlaska tendría que ser juzgado porque es un peligro para la democracia. El Ministerio del Interior es fundamental para la seguridad nacional y hace más de un año que su responsable tendría que haber dimitido por sus actuaciones condenadas por la propia justicia. El lobo en el gallinero, como la Fiscal General y novia del condenado Baltasar Garzón. Macarena Olona y VOX son muy molestos para un Gobierno que ha declarado un Estado de Alarma ilegal apoyado por toda la oposición que asume su discurso y les resulta manejables.

Recordemos las actuaciones del Ministro del Interior para entender su peligroso sectarismo: Bajo las órdenes de Marlaska se le fugó el “Pollo” Carvajal, el jefe de los espías del chavismo (esta semana aparece, a saber la razón); recordemos la “pillada” a GEOS de la Policía Nacional española asaltando la Embajada de Méjico en Bolivia, sin explicación; el General Santiago de la Guardia Civil leyó que tenía orden de trabajar en de minimizar el clima contrario al Gobierno, propio de una dictadura; Marlaska dijo que el PP era una organización criminal, sí, no el PSOE de los GAL, el PP, y después lo negó; además, minimizó la amenaza de los CDR contra Pablo Casado, el de los sobres con bala; el Ministro del Interior ha justificado “los viernes basura” acercando a más de 200 presos etarras en contra de muchos informes, pago a Bildu; recordemos el informe judicial falso creado por el Ministerio del Interior para negar el ataque a Ciudadanos en la celebración del Orgullo Gay; otro teatro fue la granada del centro de MENAS en Madrid y el señalamiento a VOX, llamándolos xenófobos; también destituyó a José Antonio Nieto, Jefe del Departamento de Riesgos Laborales de la Policía Nacional, por exigir la compra de mascarillas en enero de 2020, por llevar la contraria a Fernando Simón; después destituye al Coronel Pérez de los Cobos por no informar de una investigación que afectaba al Gobierno de España y estaba bajo secreto sumarial, meses más tarde la Audiencia Nacional declara ilegal esta purga política; en plena crisis inmigrantes ilegales de Canarias Marlaska los suelta en el centro de Mogán y después los traslada en avión a la península Ibérica, mintiendo siempre; el cutre montaje de las cartas con balas en plena campaña de elecciones en Madrid culpando a VOX, la causa ya está archivada; en el mitin de Vallecas en las elecciones de Madrid Marlaska ocultó que las personas implicadas eran escoltas del candidato Pablo Iglesias; y para rematar las devoluciones en caliente de los MENAS de Ceuta tras la invasión marroquí y el nombramiento de “Persona Non Grata” a Abascal por pedir estas devoluciones. Marlaska es una herramienta más para Sánchez, sólo busca que ejecute los más sucios pactos políticos con los violentos independentistas.

El marketing de Moncloa, una vez más, ha querido aprovechar una realidad (un ataque homófobo que sin duda todos condenamos) para hacer una campaña publicitaria de propaganda y odio en contra de la derecha. En concreto contra VOX, Ayuso y Madrid, mal utilizando su colectivo favorito, los LGTBI. En España hay un discurso de odio y violencia del Gobierno socio comunista y es contra Ayuso, VOX, Madrid y la derecha. Pero esta vez, “el bulo del culo”, le salió rana a Sánchez y lo dejó en evidencia, ya nada le sale al socialismo. Marlaska, bajo las directrices de su “amo y salvador”, alimenta ese odio manipulando a las fuerzas del orden, cosificando y deshumanizando a los españoles que votan a VOX, a la derecha o los que viven en Madrid, con todo el peligro que ello conlleva. Esta es la seña de identidad del PSOE, porque antes lo hizo con UPyD, después con Ciudadanos y también con el PP (que ahora apoya al PSOE en Ceuta, con la que está cayendo, incomprensible). El enfrentamiento al que Sánchez y el Gobierno socio comunista están llevando a la sociedad española sólo es un “cóctel molotov” para demoler la Democracia, el Estado de Derecho y poder seguir en el poder, eufemísticamente le llaman progresismo y literalmente atacan la unidad España.