“David contra Goliat”, elecciones a la vista

La obsesión del PSOE socio-independentista por Madrid viene de antiguo. Desde que Pedro Sánchez llegó al poder toda la maquinaria del Estado está centrada en atacar a los madrileños, a Ayuso y a VOX. Para el Presidente del Gobierno desgastar a la Presidenta de Madrid y tomar el mando de la capital es un objetivo prioritario, porque las políticas liberales de Isabel Díaz Ayuso son su única resistencia en la política nacional, su ego no lo soporta. Debe de pensar el totalitario socio-independentista que a los madrileños les gusta que los maltraten, los insulten y los menosprecien, es un deje “pijo progre” de los déspotas totalitarios. La mayoría de los mantras de ingeniería social que imponen los “socio-nazionalistas” (el PSOE podemizado) en los medios son o falsos o tergiversaciones ideológicas. Este es el método “orwelliano” de la “Nueva Normalidad” de pensamiento único totalitario que Pedro Sánchez pretende imponer a la sociedad española para mantenerse en el poder. Desde que Sánchez perdió las elecciones madrileñas nada le sale bien; hasta Redondo, Calvo y Ábalos se atreven a atacarlo. El líder rojo asume la ideología comunista de Podemos, extrema izquierda, para empezar una campaña electoral sin fecha. Cree el felón que esta estrategia le va a asegurar los votos de los desengañados morados, traicionando al socialismo moderado y aniquilando al PSOE del 78. Sánchez, cada día más endiosado, intuye que Europa no va a ceder los millones acordados por no cumplir ni con las políticas económicas ni con las exigencias de transparencia democrática que la UE exige. El ejecutivo socialista se va a hacer “un Zapatero”, España va bien.

Los mantras que quieren imponer desde “Gabinete de Bulos de Moncloa” nada tienen que ver con la realidad: Ni los madrileños son catetos tabernarios, ni la capital de España es insegura (como sí lo es la Barcelona okupada), ni es socialista la armonización fiscal “a la alta” (atracando los bolsillos de los trabajadores), ni descentralizar las sedes públicas es la solución para la “España vaciada”, ni abolir la prostitución es lo que pretende el yerno “del de las saunas con cámaras”, no se puede ser más hipócrita. El Presidente de la mentira cree que este marketing desesperado va a cambiar su suerte en una España agotada, enfrentada y sin rumbo. Lo que está claro es que la capitalidad de Madrid no es el problema, porque cuando Cataluña era la Comunidad más fuerte económicamente, con más empresas y con menos tasa de paro de España, entonces los socio-independentistas no tenían ningún problema con la capitalidad de Madrid. La única dificultad que tiene Pedro Sánchez, es que Madrid cuenta con una gestión muy eficiente, realizada por una mujer de derechas liberal sin complejos y reconocida internacionalmente por su toma de decisiones en una situación tan compleja como la del COVID. La única pesadilla que tiene el líder comunista con siglas del PSOE es que Ayuso en su acuerdo con VOX, fórmula que representan a más de la mitad de los españoles (en escaños según las encuestas), dejan en evidencia la gestión autoritaria y corrupta de un Presidente okupa, al que no lo pueden ver delante ni los de su propio partido. La homogeneización del territorio que pretende vender electoralmente Sánchez es sólo, una vez más, un hachazo contra Madrid, parece que no aprende que ir contra los demócratas de derechas no le sale a cuenta, Sánchez va a por el “0-2”.

Sin duda, lo que más agradecería, es que dejen de tomarnos por idiotas. Mientras se van a contratar a otros 100.000 funcionarios más, suben un 2% el salario del Gobierno, imponen el pensamiento único a través de politizar la historia (imponer el relato) y regalan 400 € a todos los jóvenes; son incapaces de que funcione el SEPE, aumentan el paro juvenil (el más alto de Europa), no favorecen la apertura de empresas y suben astronómicamente los impuestos. Cualquier ciudadano (con o sin estudios) entendería que la gestión más eficaz sería: Favorecer la empresa que es necesaria para pagar a los funcionarios, que ya son una carga insostenible; mejorar las instalaciones de internet en toda España y quitar tasas en la España vaciada que faciliten su ocupación; bajar los impuestos como están haciendo en toda Europa; dejar de malgastar nuestro dinero en propaganda ideológica para decirnos cómo debemos de pensar, qué tenemos que comer y cuándo hay que poner la lavadora; y cerrar chiringuitos “orwellianos” a las órdenes de un Gobierno ilegítimo que nos ha secuestrado ilegalmente. Por desgracia esta es la estrategia política que Pedro Sánchez ha planificado para comenzar su campaña hacia unas elecciones generales que si puede las celebrará en el 2023. Pero que cada día el Gobierno lo tiene más complicado, por eso no le ha importado anunciar en el Congreso del PSOE la derogación de la reforma laboral del PP, o chorradas como abolición de la prostitución (de los que van de burdeles con dinero público). El Gobierno del despilfarro, las mariscadas y los farolillos rojos sólo están creando cortinas de humo ideológicas para continuar con un relato totalitario, si cambian la historia con sus falsedades históricas podrán cambiar el futuro (Stalin). Por eso, lo único que le importa al PSOE es el control de los medios, el adoctrinamiento de la población es el fin último de una propaganda totalitaria y un Gobierno autoritario.

La deuda en España es del 122% del producto interior bruto, nos encaminamos a la quiebra, sencillamente estamos rescatados por el Banco Central Europeo hasta que nos deje de comprar deuda. Mientras Pedro Sánchez da al Ministerio de Consumo de Garzón un aumento en su presupuesto de casi un 50% y a la Ministra Montero le suelta 500 millones de euros para sus obsesiones y memeces; todavía quedan por negociar los “sobornos” de independentistas y pro-etarras para que Sánchez siga en el poder. Teniendo en cuenta que Casado entrega el Tribunal Constitucional al socio comunismo a cambio de nada, o por lo menos nada que se pueda saber, al Gobierno de España sólo le queda un punto de resistencia que representa a la derecha sin complejos, Madrid. Ayuso será atacada por toda la maquinaria del Estado, sin escrúpulos, “David contra Goliat”. Todos contra Madrid es la estrategia que el Presidente ha elegido para ensombrecer a Génova, Pablo Casado, y asegurarse su colchón en Moncloa.