Vuelve el ‘Día de la Mochila’ tras la pandemia, aunque con el paraguas dentro por la previsión de lluvia

Los ceutíes han subido al monte a disfrutar de esta tradición caballa, aunque mirando al cielo por la amenaza de lluvia. El puente de Todos los Santos y la previsión meteorológica han mermado la afluencia típica en este día, aunque las ganas de volver a celebrarlo por primera vez desde la pandemia han marcado la diferencia

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El día 1 de noviembre era esperado desde hace algún tiempo por todos los ceutíes “como agua de mayo” para volver a celebrar el ‘Día de la Mochila’, que se celebró por primera vez desde el inicio de la pandemia. Aunque la previsión meteorológica amenazó con lluvia en numerosos tramos horarios de la jornada, tanto que hizo replantearse a muchas familias si acudir al monte o quedarse en casa, la realidad es que el espíritu de esta tradición volvió a ser el protagonista del día.

Es importante hablar del paralelismo de un año con otro. Mientras en 2020 el operativo se centró en controlar los accesos al Monte Hacho, García Aldave y San Amaro, entre otras zonas de la ciudad, este año, el desenlace que va avisando poco a poco de que la pandemia va llegando a su fin, ha permitido que todas las medidas vayan enfocadas a que los ciudadanos disfruten, de nuevo, de un día en familia y junto a los amigos.

A primera hora de la mañana, los ceutíes comenzaban con los preparativos para llenar ‘la Mochila’ con los primeros frutos secos de la temporada. Pero también de tortilla de patatas, una de las más recurrentes de la jornada, filetes de pollo empanados, tupers de patatas bravas, ensaladilla rusa, pimientos asados, y un sinfín de apuestas gastronómicas para darle sabor a uno de los días más especiales para Ceuta. Junto al menú, cervezas bien fresquitas y refrescos para todos los gustos que llenaban las neveras dejando hueco para el hielo que las mantendrían a punto durante el máximo tiempo posible.

Un ‘Día de la Mochila’ marcado por la previsión meteorológica, que anunciaba lluvia, y que hizo que los ceutíes tuvieran que mirar al cielo antes de “echarse al monte”. Pero esto no frenó las ganas en ningún momento, y para remedio, un par de paraguas en cada mochila. No obstante, muchos ceutíes han optado por salir de la ciudad con motivo de la festividad del puente de Todos los Santos.

Muchos ceutíes subieron en sus propios vehículos hasta García Aldave o el Monte Hacho, otros decidieron hacerlo andando, indicando desde el principio de la carretera el camino hacia una jornada en familia y amigos que no dejaría a nadie indiferente. Pero quienes también tuvieron protagonismo este día fueron los taxistas que tuvieron que cambiar las carreras por el centro de la ciudad y el extrarradio, por llevar a los ciudadanos desde cualquier punto de la ciudad hasta el monte.

Una de las estampas más curiosas de la jornada era la de niños y niñas de cero a dos años que, debido a la crisis sanitaria de la pandemia de la Covid-19, no habían podido vivir el ‘Día de la Mochila’ hasta este lunes. Este 2021 ha sido la primera ‘Mochila’ de Julia, de Cristian, Megan y Mireia, entre otros bebés que disfrutaban de esta tradición junto a sus familias, quienes han sido los encargados de transmitirle sus valores.

La misma pandemia del coronavirus que ha hecho que este año se haya disfrutado de ‘la Mochila’ el doble que el anterior, por las ganas que se quedaron en el año 2020, y por las nuevas que se han ido generando a lo largo del año 2021.

Pero no solo se han visto en el monte las mismas caras de siempre, ya que uno de los empeños que tiene todo ceutí es que un amigo de fuera conozca esta tradición y lo viva con ellos. Una joven de Barcelona, que acaba de instalarse en la ciudad, vivía por primera vez esta fiesta, con ganas y esperando a que el nubarrón que se asomaba por el monte no se hiciera presente.

En distintos puntos del monte, tanto en García Aldave, como en el Hacho, y en otras zonas, se iban instalando diferentes grupos de familias y amigos dispuestos a pasar una jornada inolvidable. Muchos cuentan cómo antes incluso aprovechaban esta festividad para acampar en el campo y ahora, siendo solo un día, no pueden ni siquiera hacer fuego para hacer una barbacoa.

Una tradición de generación en generación

Otras de las curiosidades de este día es comprobar cómo en la variedad de agrupamientos en el monte se observaban las diferentes etapas por las que pasa un ceutí a lo largo de su vida en ‘el Día de la Mochila’. Primero, en la infancia, se acude al monte acompañado de la familia, quienes enseñan esta tradición. Más tarde, se vive de una forma diferente cuando se comienza a ir en grupos de amigos en la adolescencia y en la juventud. Y finalmente, cuando se acude ya como adulto, junto a hijos y en algunos casos nietos, para trasmitir esta tradición de unos a otros.

El origen de una Mochila cargada de vivencias

El ‘Día de la Mochila’ no es una fiesta oficial, es una fiesta popular, privada y espontánea. Y como espontánea que es, no tiene normas, requerimientos, lugar para hacerlo, ni ningún modo establecido. La Mochila no es más que una excursión para aprovechar un día de fiesta que aunque ahora nos parece una cosa extraña, hubo épocas en las que el descanso era escaso, es decir, había muy pocos días festivos en los que la gente pudiera tener un día de ocio. En general, todas las religiones y culturas tienen un día para visitar a sus difuntos y tradicionalmente los cementerios siempre han estado a las afueras del poblado. Esto suponía que la sociedad se desplazara a la periferia a pasar el día en los cementerios, de ahí viene la costumbre del Día de los Difuntos y el Día de Todos los Santos: salir de excursión. Es lo que viene siendo una celebración que rompe con la brecha generacional e intercultural donde conviven ciudadanos de todas las edades y culturas con un único fin: disfrutar de un día lleno de grandes vivencias, seguir generando recuerdos y hacer ganas para el siguiente.

Fiestas como el Día de la Mochila no son exclusivas de Ceuta ya que toman protagonismo en diferentes territorios. Aunque esta fiesta se llama así, lo que los niños llevaban en esa época no era una mochila, sino una talega, es decir, una bolsa de tela hecha a mano en casa para llevar sus pertenencias. Esta celebración tiene muchos antecedentes, por ejemplo, en Portugal, en las Azores, tienen una fiesta similar donde la sociedad va de excursión ese mismo día y la gente le llama el Saquito y ocurre lo mismo en Algeciras con Tosantos. El Día de la Mochila se ha visto ligeramente desafiado por Halloween, porque para la comunidad educativa es mucho más fácil organizar una fiesta de disfraces que llevarse a los alumnos al monte, que es una responsabilidad y que día requiere un cuidado muy especial.

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