Francisco Antonio García Carrasco Díez (Ceuta 1743 – 1813 Lima, Perú) Brigadier de Ingenieros (II)
El último español gobernador, capitán general y presidente de la Real Audiencia de Chile (1808-1810)

Dejamos la primera parte del escrito con las elecciones a diputados para las cortes de Cádiz, por parte chilena.
Las elecciones de diputados para las cortes de Cádiz en Chile fueron desarrolladas después de que la Junta Suprema Central y Gubernativa del Reino de España, ante la invasión napoleónica y el secuestro de Fernando VII, se convocaron desde Sevilla a las cortes de la nación que debería reunirse el 1º de marzo de 1810, indicando a las Colonias americanas que se enviaran representantes a la península.
La orden llegó a Chile. En ella, se reconoce que sus dominios en América no son Colonias o Factorías, sino una parte integral de la monarquía española, y que por lo tanto estos dominios tenían que tener representación nacional.
El gobernador García Carrasco y la Real Audiencia empezaron a tratar de ejecutar dicho Decreto. Se pidió un dictamen al doctor don José Teodoro Sánchez, agente fiscal en lo civil y concurrente a la Real Hacienda, el cual recomendó, que la votación se hiciese por escrutinio secreto, depositando en una jarra de plata y que se descubrieran los votos ante la presencia de las autoridades de la ciudad; que a la hora de elegir a las tres personas a sortear no se realizara en una sola elección sino en tres seguidas; y que para el sorteo sea un niño el que meta la mano en la jarra.
Siguiendo la determinación del agente fiscal, el gobernador García Carrasco y los oidores de la audiencia determinaron el 14 de septiembre la forma de votar.
Dicha elección no se llegó a realizar. García Carrasco se encontraba cada vez más maniatado, a inicios de 1810, hubo otra elección esta vez en el Cabildo de Santiago, entregándose a Juan Antonio Ovalle, Agustín Eyzaguirre y a Nicolás Cerda, todos ellos enemigos y opositores de García Carrasco.
La Real Audiencia, en acuerdo, resolvió que se recomendara la elección según nueva forma y que se acortaran los plazos, García Carrasco, pensando que esto podría favorecer a sus enemigos, se negó al cumplimiento de estas órdenes. Este fue el motivo de que Chile no tuviese representación legal ante el gobierno de España.
En España, para poder dar representación a los reinos que no enviaron representantes, se nombró una comisión, para poder elegir entre los individuos que se hallaban en Cádiz o en sus proximidades, pudiesen ser elegidos con carácter como diputados suplentes. En el caso de Chile se designaron al Abogado Joaquín Fernández de Leiva y al comerciante Miguel Riesco
A don Francisco Antonio García Carrasco le llegaron noticias desde Buenos Aires, sobre existencia de partidos sediciosos que maquinaban en su contra.
A esto hubo una contestación de García Carrasco al Virrey del Río de la Plata, don Baltasar Hidalgo de Cisneros.
16 de mayo de 1810
“Excelentísimo Señor: Me servirá de gobierno para redoblar mis cuidados sobre la seguridad pública de este país a mi cargo, el oficio de V.E. de 16 de abril, en que por noticias fidedignas me anuncia los partidos en que se halla dividido este vecindario: juntas y medidas que se toman para sus ideas para sustraerse de la dominación de nuestro Soberano legítimo, pues aunque V.E. presume no estaré ignorante de ello, hasta ahora no ha llegado a mi noticia más que de alguna conversación de crítica sobre el estado de las cosas de España, y sé lo que correspondería hacer en caso de ser subyugada por el tirano.
No confío por eso en que deje de haber como en todo pueblo grande, algunos mal intencionados y no pierdo de vista a los sospechosos, mientras velo en descubrir hechos positivos para tomar providencias seguras, porque la precaución de los pérfidos, y la reticencia de los cobardes, que no cooperan con el Gobierno hacen difíciles las pruebas o documentos sobre que este ha de proceder.
El proyecto de la Junta de Observación que V.E. me indica ya lo había meditado yo aquí con mucha anticipación, proponiéndolo al Real Acuerdo para organizarlo con su anuencia, pero este fue de contrario dictamen, por entonces, y los suspendí.
Carezco de auxiliares y apoyo para todas mis ideas; observo, si, en estos tribunales y municipalidades mucha contemplación popular, a poca adhesión a mí; he estado sin asesor útil, y así me es preciso superar más dificultades que a otros jefes.
Por tanto ruego a V.E. que pues de los autores que le han relevado esas noticias, será fácil indagar los sujetos y las particularidades de las Juntas que se aseguran congregadas aquí, me lo puntualice para la mayor seguridad de mis providencias.
Nuestro Señor Guarde a V.E. muchos años- Santiago y mayo de 1810.
Francisco Antonio García Carrasco=Excelentísimo Señor Virrey de las Provincias del Río de la Plata.
Preocupado por los acontecimientos que venían sucediendo en América, García Carrasco, adopto una postura defensiva, tomando notas de algunos vecinos de Santiago que al parecer estaban planeando un golpe revolucionario.
Fueron denunciados algunos miembros pertenecientes a la sociedad chilena, destacando a Bernardo de Vera y Pintado, José Antonio Rojas y Juan Antonio Ovalle, siendo acusados de promover algunas reuniones, tratando en las mismas de poder establecer una Junta de Gobierno en Chile.
Por orden de García Carrasco el día 25 de mayo de 1810, se ordenó la detención de los citados sospechosos, estos fueron encerrados en el cuartel de San Pablo, al llegar la noche fueron trasladados a Valparaíso. El Cabido de Santiago rechazo dicha medida solicitando no fueran remitidos a Lima. Como había ordenado García Carrasco, solicitando que el proceso judicial fuera en Santiago.
García Carrasco aceptó la moción partiendo un miembro de la Real Audiencia a Valparaíso para tomar las confecciones.
La intención era que fueran trasladados a Santiago presentando la petición. García Carrasco comentó que aceptaría las solicitudes del Cabildo, enviando una orden secreta de que los detenidos fueran enviados urgentemente a Lima, de esta medida quedo fuera Bernardo de Vera y Pintado, que al estar enfermo no pudo embarcar.
El 11 de junio se supo en Santiago que los presos habían sido trasladados. Al mediodía se reunió una gran muchedumbre en la plaza de Santiago. García Carrasco intento poner todos los medios para reprimirla, pero los militares se negaron.
Tras este motivo fue aumentando el rechazo al gobernador García Carrasco. La situación de este no podía ser peor. El 24 de junio de 1810 se supo desde Buenos Aires que los franceses habían ocupado toda España; que la Junta Central se había disuelto dando paso a un Consejo de Regencia; y que el virrey del Río de la Plata había sido depuesto del 25 de mayo y en su lugar gobernaba una Junta.
NOTA: El virrey del Río de la Plata don Baltasar Hidalgo de Cisneros fue depuesto por una Junta de importantes vecinos de Buenos Aires celebrada el 22 de mayo de 1810. El 23 de junio de este año, fue obligado a embarcar en un navío inglés con destino a las Canarias.
El 16 de julio de 1810 la Real Audiencia obligo a dimitir a García Carrasco, siendo reemplazado por el comerciante y también brigadier don Mateo del Toro Zambrano, conde de la Conquista, quién convocó al Cabildo siendo elegido el 18 de septiembre presidente de la primera Junta “criolla”, aunque dirigido por Rozas. Su instauración en nombre de Fernando VII, pero a poco se manifestó de carácter anti-realista. Esta etapa de secesión, fue conocida en la Historia de Chile, como Patria Vieja.
Al final del escrito haremos un resumen de las Juntas de Gobiernos formadas en Hispanoamérica, así como las fechas de sus independencias
NOTA: Mateo de Toro Zambrano nació en Santiago, Chile, en 1727, era comerciante y esporádicamente se vio obligado a desempeñar altos cargos públicos; en 1770 se le concedió el título de Conde de la Conquista y en 1809 la Junta Central de España lo designó brigadier de ejército (calidad que le valió para el interinato) era caballero de la Orden de Santiago y uno de los hombres más ricos de Chile; estaba emparentado con lo más selecto de la aristocracia criolla.
16 de Julio de 1810 D.A. Acta de renuncia de don Francisco Antonio García Carrasco y traspaso de poder a don Mateo de Toro Zambrano.
En la ciudad de Santiago de Chile, a diez y seis días del mes de julio de mil ochocientos diez, el Muy Ilustre señor presidente Don Francisco Antonio García Carrasco, habiendo llamado a su palacio a los señores regentes y oidores de esta Real Audiencia, y concurridos todos inmediatamente en la mañana de este día, les hizo su señoría presente el estado de su quebrantada salud, y asimismo que las ocurrencias de los presentes tiempos lo tenían en continua agitación; por lo cual había meditado hacer renuncia de sus cargos de gobernador y capitán general del reino para que recayese en la persona que por últimas reales disposiciones correspondiese; y habiendo oído su señoría los dictámenes de los referidos señores que fueron todos conforme en el verificativo de la expresada renuncia, allanándose a ella su señoría, y exponiendo que antes de efectuarla quería consultarla a los comandantes militares y señores coroneles, a quienes ya había mandado citar; venidos estos, y explicándoles su señoría el pensamiento de su renuncia, y a la conformidad del Real Acuerdo, contestaron uno por uno, no les ocurría impedimento alguno en atención a su voluntaria abdicación, y no se oponía a las ordenanzas militares ni al Real Servicio, añadiendo que en conformidad con lo dispuesto por Su Majestad en la Real Orden fecha en San Lorenzo a veinte y tres de octubre de mil ochocientos seis, le correspondía el mando político y militar al señor brigadier de los Reales Ejércitos, según el título despachado en trece de septiembre de mil ochocientos nueve, Conde de la Conquista don Mateo Toro, Caballero de la Orden de Santiago, en lo cual convenidos los señores del Real Acuerdo, coroneles, comandantes militares y el Cabildo, Justicia y Regimiento que fue llamado por Su Señoría, y aceptando, el mencionado señor brigadier que se hallaba presente, quedó concluida la enunciada renuncia, disponiéndose de acuerdo con todos los señores se le conservase al señor don Francisco Antonio García Carrasco sus honores y preeminencias, igualmente que el sueldo hasta su llegada del sucesor propietario, como también la habitación en el palacio, siempre que fuera del agrado de su señoría.
Que se proceda a la mayor brevedad al reconocimiento público del señor conde de La Conquista en la forma acostumbrada, y que se tome razón de esta ante donde corresponde, circulándose para su cumplimiento a los señores Intendentes, gobernadores y justicias de las dependencias de este reino, y que se firme por todos los concurrentes que se han mencionado arriba, dándose en todo cuenta a Su Majestad, de que doy fe-Francisco Antonio García Carrasco-Juan Rodríguez Ballestero, José de Santiago Concha,-José Santiago Aldunate,-Manuel de Irigoyen,-Félix Francisco Bassoy Berry,-El Conde de La Conquista-, Manuel Olaguer Feliú,-El marqués de Monte Pío,-Pedro José de Prado Jara Quemada,-José María Botarro,-Juan de Dios Vial,-Juan Bautista Aeta,-Manuel Pérez Cotados,- Tómas O´Higgins,-Joaquín de Aguirre,-Juan Manuel de Ugarte,- José Nicolás de la Cerda,-Agustín de Eyzaguirre,-Marcelino Cañas y Aldunate,- Ignacio Valdés,-Francisco Ramírez,- José Gregorio de Algomedo.(Fuentes documentales y bibliográficas para el estudio de la Historia de Chile).
Entre los firmantes aparece don Manuel Olaguer Feliú, también ceutí que en ese momento ocupaba el cargo de coronel del Real Cuerpo de Ingenieros de Chile, del que comentaremos más adelante.
Al siguiente día de la renuncia al cargo se publicó la siguiente acta del Cabildo.
Actas del Cabildo de Santiago (Chile).
Sesión del 17 de julio de 1810
Recibimiento de Mateo de Toro Zambrano como Presidente del reino y el juramento que prestó.
En la muy noble y leal ciudad de Santiago de Chile, en diez y siete de julio de mil ochocientos diez, estando los señores del Ilustre Cabildo, Justicia y Regimiento juntos y congregados en su sala capitular como lo han de uso y costumbre, en Cabildo ordinario, a efecto de recibir de Presidente, Gobernador y Capitán General de este reino al Muy Ilustre Señor don Mateo de Toro Zambrano, caballero de la Orden de Santiago, conde de la Conquista, en virtud de la abdicación y renuncia que ha hecho por auto del día de ayer el Muy Ilustre señor don Francisco Antonio García Carrasco, fueron los señores del Ayuntamiento junto a casa de Su Señoría a traerle, y llegados a la expresada sala, se le dio el asiento preeminente, y luego mandaron dichos señores se leyese el citado auto, y ejecutado por mí el presente escribano de S.M. y del Cabildo, se levantó Su Señoría, se hincó de rodillas en un cojín que estaba preparado al pie de la mesa, con un Misal y un Santo Cristo sobre ella, y poniendo la mano en el Misal, hizo el juramento, diciendo: “Yo, Don Mateo de Toro Zambrano, prometo y juro la Majestad del Rey Nuestro Señor don Fernando VII y a los señores reyes sus sucesores a la Corona de Castilla y León, por Dios Nuestro Señor, y por los Santos cuatro Evangelios que como Presidente, Gobernador y Capitán General de este reino obedeceré los mandatos de S.M. guardando el señorío, tierra y derechos reales; no descubriré la puridad del secreto; procuraré el breve despacho en los pleitos; no me desviaré de la verdad, del derecho, por amor o desamor, miedo o don que me den o prometan; cumpliré con el tenor de las leyes y ordenanzas y observaré exacta y puntualmente todo lo demás que por razón de tal Presidente soy obligado; y si no lo hiciere, Dios Nuestro Señor me ayude, y de no, me lo demande en esta vida, y en la otra”. Luego el señor Regidor Decano le entregó el bastón y las llaves diciéndole: “El Muy Ilustre Cabildo de esta capital, por ella y por todo el reino, pone en las manos de V.S. sus llaves para que la defienda de los enemigos del Rey y de la Patria”. Respondió Su Señoría “Así lo ofrezco”. Con lo que, acompañado de los señores regidores, hizo la ceremonia de abril con ellas las puertas y las volvió al Regidor Decano, y este a mí el presente escribano de Cabildo; y puestas sobre el azafate, le hubieron por recibido, y habiendo abrazado a todos, le sacaron en Cuerpo del Cabildo y condujeron a su casa, de todo lo cual doy fe. El conde de la Conquista=José Nicolás de la Cerda=Agustín de Eyzaguirre=Marcelino Cañas Aldunate=Pedro José Prado Jaraquemada=José Antonio González=Ignacio Valdés= Francisco Díez de Arteaga=Francisco Ramírez=Fernando Errázuriz=Ignacio José de Aránguiz= Agustín Díaz.
Al ser nombrado Mateo del Toro Zambrano se constituyó el primer Gobierno Autónomo de Chile. En esta ocasión se votó la creación de la Primera Junta de Gobierno, similar a las ya instauradas en otras ciudades españolas de América. Al fallecer un año más tarde le impidió ser parte más importante en la Independencia de Chile.
Tras dejar la gobernación de Chile, don Francisco Antonio García Carrasco, envió sendas cartas al rey de España y al virrey del Perú. De las que adjuntamos dos de ellas con fecha 6 de noviembre de 1810.
Señor:
Desde que a consecuencia del fallecimiento del Excelentísimo Señor Don Luis Muñoz de Guzmán, por ministerio de Real Orden de 23 de octubre de 1806, tomé posesión de este Gobierno que ya la Real Audiencia tenía discernido a su regente, comenzaron mis Ministros a darme pruebas nada equívocas de su odiosidad y antipatía, a que sin conocerme, era imposible les asistiese otros méritos que el de su insaciable ambición a gobernarlo todo suscitáronse repetidas competencias abrogándose de mucho de las regalías del Gobierno con escándalo del público sobre que he informado en varias ocasiones a Vuestra Majestad, y como los más de dichos señores son unos patricios y otros eslabonados con los primeros: unos y otros han fraguado mi despojo; el que aunque no logró por medio de lo más ímprobos, alarmados algunos sediciosos y corrompida la tropa, no consiguieron el principal intento: esto es de que recayera el Gobierno de la Real Audiencia, sino en el Conde de la Conquista, emparentado y el más adicto de los revolucionarios, entre quienes el 18 de septiembre del presente año han instalado la Junta a que aspiraban, de acuerdo y en todo semejante a la de Buenos Aires que con acelerados pasos camina hacia la independencia. De manera que ya a su pesar los citados señores Ministros, el Cabildo secular, principal motor de la conjuración y aún de la misma Junta, y demás empleados de Su Majestad sucumben al tirano yugo del presente intruso en el ilegal Gobierno, el mismo que ya comienza a afligir al Reino son diversos hechos y gabelas y con ellos se están creando nuevas tropas, no para resistir al enemigo común que miran muy lejos (por no decir inclinados a favorecerles como se murmura en el público), si no para repeler las autoridades que a nombre de Vuestra Majestad intentaren remediar tan escandalosos desórdenes.
Le adjunto ejemplares de mis oficios dirigidos al Excelentísimo Señor Virrey de Lima y sus contestaciones en la sujeta materia, comunicará a Vuestra Majestad una cabal idea y puntual noticia de los hechos procedidos a la instalación de la citada Junta, por cuyo motivo omito repetirlo.
Dios nuestro Señor Guarde a Vuestra Majestad muchos años = Santiago de Chile.
Noviembre 6 de 1810.= Señor Francisco Antonio García Carrasco (hay una rúbrica).
De otra carta con los mismos destinatarios de fecha 24 de noviembre de 1810, sacamos algunos párrafos: elegí a Don Juan de Rozas por su conocida literatura, pero este ingrato prevaricador apenas supo los conflictos de la metrópolis y prisión de nuestro adorado monarca el Señor Don Fernando VII, cuando en inteligencia con su hermano el Doctor Don Ramón de Rozas que se hallaba en la Península entonces, y hoy no sé donde, fraguaron el plan que ha servido de modelo a la Junta de Buenos Aires y de esa ciudad, según se me ha informado, aunque tarde y de que dan claros testimonios las cartas del indicado Don Juan de Rozas y de su inmediato pariente Don Juan Esteban Manzano, escritas a Don José Antonio de Rojas (hoy comisionado para la fábrica de fusiles y cañones) y acumulados el proceso formado contra este y sus dos consocios, que por duplicado tengo dirigido a Vuestra Majestad como oficio de 8 de septiembre. Todo lo que pongo en su Real noticia, a fin de que provea a estos males el remedio que fuera de su Soberano agrado.
Dios nuestro Señor Guarde la Católica y Real persona de Vuestra Majestad muchos años que necesita la cristiandad y conservación de estos dominios = Santiago de Chile, 24 .de noviembre de 1810 = Señor Don Francisco Antonio García Carrasco (Hay una rúbrica).
Continuará en una tercera y última parte.